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Creemos que la Biblia es la
Palabra de Dios que revela la única esperanza para la humanidad, Jesucristo.
Además, creemos que las Escrituras son completamente verdaderas en todos los
sentidos porque su autor es Dios, quien es la Verdad. (Tit. 2:13, Isa. 65:16, Hebreos 4:12)
Creemos que la Escritura es
la revelación especial de Dios para la humanidad en una narración unificada que
conduce a Jesucristo, nuestro Creador, Redentor, Juez y Señor, y tiene una
profunda sabiduría para el mundo moderno. Finalmente, el Señor Jesucristo es el
punto de la historia de la Biblia. (Lucas
24:27)
Creemos que esta historia
épica comenzó con Dios creando los cielos y la tierra y culminará con Dios
creando un cielo nuevo y una tierra nueva donde su pueblo morará con Él para siempre.
Este libro sagrado nos muestra cuán impíos somos, cuán santo es nuestro Dios y
cómo el sacrificio de Jesucristo hace santos a los creyentes. (Salmo 51: 5, Is. 6: 3, Heb. 10:10) Si
se pierde el Evangelio, se pierde todo el punto del Libro. Además, creemos que
si su fe no está en la obra terminada de Cristo —su vida perfecta, muerte
sacrificial y resurrección gloriosa—, morirá en sus pecados. (1 Cor. 15: 1-4, Ef. 2: 8-9, Heb. 9:26, Juan
8:24)
Creemos que cada Palabra en
los manuscritos originales detrás de cada libro en el canon de la Escritura fue
inspirada por Dios sin error, y es, por lo tanto, útil para enseñar, corregir, aprobar
y entrenar en una vida justa, de tal manera que el hombre o la mujer de Dios
puede estar completamente equipado para toda buena obra. (2 Tim. 3: 16-17)
Creemos que el canon de la
Escritura ha estado cerrado por más de 1,900 años y consiste en 39 libros del
Antiguo Testamento y 27 libros del Nuevo Testamento originalmente escritos en
los idiomas hebreo, arameo y griego. Además, creemos que cerca de 40 autores
escribieron en su propio idioma y dialecto de acuerdo con sus costumbres y
cultura, pero al mismo tiempo fueron llevados verbalmente por el Espíritu Santo
de tal manera que los humanos escribieron la Palabra de Dios. (2 Pedro 1:21) Esta obra del Espíritu
Santo tuvo lugar durante 1,600 años, en tres continentes diferentes, a través
de pastores, granjeros, jueces, reyes, profetas, sacerdotes, pescadores,
funcionarios gubernamentales, artesanos e incluso un médico.
Creemos que Dios no detuvo
su trabajo de darnos su Palabra en inspiración, sino que continuó asegurándose
de que se conservaran copias precisas de los manuscritos originales de tal
manera que ni siquiera la letra más pequeña o el trazo de su Palabra pasaran. (Mt. 5:18, Marcos 13:31)
Creemos que Dios
Soberanamente trabajó no solo en la inspiración y la preservación, sino también
en el descubrimiento y la revelación de los libros canónicos. Negamos cualquier
sugerencia de que la iglesia conspiró para elegir qué libros quería en la
Biblia o que los libros inspirados faltan o se pierden.
Creemos que la Biblia es la
única autoridad para la iglesia y nuestra autoridad final para la fe, la
práctica y la conducta. Se nos ordena leer la Biblia tanto en privado como en
público, y debe ser el documento fuente principal para toda enseñanza y
predicación en la iglesia; debemos predicar la Palabra. (Sal. 1: 2, 1 Tes. 5:27, 2 Tim. 4: 2)
Creemos que, como creyentes,
debemos guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones para no pecar contra
Él y que su Palabra debe ser una lámpara para guiar nuestros pies y una luz
para nuestro camino. (Salmo 119)
Creemos que tanto las copias
como las traducciones de las Escrituras son la Palabra de Dios en la medida en
que representan fielmente el texto original. (2 Ped. 3:16) Además, creemos que debido a que la Biblia es la
Palabra de Dios, debe ser creída y obedecida por todos los que profesan a
Cristo como Salvador.
Finalmente, creemos que
dependemos completamente del Espíritu de Dios para darnos entendimiento a
medida que estudiamos las Escrituras y las escuchamos proclamadas. (1 Cor. 2: 6-16) Sin la guía del
Espíritu Santo, nunca podremos entender la mente de Dios tal como ha sido
revelada en su Palabra. Confesión Bautista de fe 1689 - Cap. 1 Sagradas Escrituras
Desde un punto de vista
muy técnico, la palabra pornografía no aparece en la Biblia. La palabra raíz
griega, sin embargo, aparece muchas veces en el Nuevo Testamento, y en todos
los casos, se refiere a la inmoralidad y al pecado sexual.
La palabra
"pornografía" nos llega del idioma griego, una construcción de las
dos raíces porneia y graphe. El sustantivo graphe nos es muy familiar. Es la
palabra para escribir, de la cual obtenemos nuestras palabras gráfico, y que se adjunta como sufijo a docenas de palabras en inglés como
fotografía y caligrafía. Tanto la palabra porneia (el sustantivo) como porneuo
afín (el verbo) se refieren a relaciones sexuales inmorales. Las palabras
pueden referirse a los actos de fornicación, adulterio o prostitución.
Entonces, "pornografía" se refiere a la visualización gráfica de
actos sexuales inmorales por escrito o con imágenes.
"En todos los casos
en que las palabras porneia y porneuo aparecen en el Nuevo Testamento, siempre
se refieren al pecado sexual".
En todos los casos en que
las palabras porneia y porneuo aparecen en el Nuevo Testamento, siempre se
refieren al pecado sexual. Nunca se refieren a las relaciones sexuales
ordenadas por Dios entre una pareja casada. Algunos ejemplos de la aparición de
estas palabras en las Escrituras incluyen:
Porneia (el sustantivo)
“Porque del corazón salen
los malos pensamientos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos
testimonios, blasfemias. Mateo 15:19
"Estar lleno de toda
injusticia, inmoralidad sexual, maldad, codicia, malicia; lleno de envidia,
asesinato, contienda, engaño, maldad; ” Romanos
1:29
"En realidad se
informa que hay inmoralidad sexual entre ustedes, y tal inmoralidad sexual que
ni siquiera se menciona entre los gentiles, ¡que un hombre tiene la esposa de
su padre!" 1 Corintios 5:1
"Ahora las obras de
la carne son evidentes, que son: adulterio, fornicación, impureza,
lujuria", Gálatas 5:19.
Porneuo (el verbo)
“Huye de la inmoralidad
sexual. Todo pecado que hace un hombre está fuera del cuerpo, pero el que
comete inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo. ”1 Corintios 6:18
(ambas palabras)
"Tampoco cometamos
inmoralidad sexual, como lo hicieron algunos de ellos, y en un día cayeron
veintitrés mil;" 1 Corintios 10:8
"Con quien los reyes
de la tierra cometieron fornicación, y los habitantes de la tierra se
emborracharon con el vino de su fornicación". Apocalipsis 17:2
(nuevamente, ambas palabras)
Hacer la pregunta,
"¿Qué dice la Biblia sobre la pornografía?" Es realmente una forma de
hacer otra pregunta, que es, "¿Es pecaminosa ver la pornografía?" ¿Es
inmoral? "Podemos responder esta pregunta con la respuesta a otra uno:
¿Por qué la gente lo ve? ”En este punto, la respuesta es simple y evidente: las
personas ven la pornografía para participar en el pecado sexual. La
visualización de pornografía no tiene otro propósito que alimentar la lujuria y
participar en fantasías sexuales que conducen a la masturbación. Cualquiera que
argumente esto simplemente se está engañando a sí mismo. Entonces, ¿es
pecaminoso ver pornografía? ¿Es inmoral? Por supuesto que es.
"La visualización de
pornografía no tiene otro propósito que alimentar la lujuria y participar en
fantasías sexuales que conducen a la masturbación".
En su libro histórico, En
el altar de la idolatría sexual, el fundador y presidente de Pure Life
Ministries, Steve Gallagher, escribe:
“La masturbación ... es,
por su propia naturaleza, un acto completamente egocéntrico. De forma
rutinaria, la persona se aísla y entra en total autocomplacencia. Este tipo de
actividad representa la antítesis de la vida disciplinada que Jesús espera de
sus seguidores, y es completamente ajena al Reino de Dios.
Además, la masturbación
es impulsada por la lujuria y la fantasía. La lujuria y la masturbación no solo
están mal en sí mismas, sino que, quizás aún peor, abren la puerta a todo tipo
de perversiones más profundas. No puedo comenzar a contar a los hombres con los
que he ministrado a lo largo de los años que nunca imaginaron a dónde los conduciría
su indulgencia de lujuria y masturbación. Cualquiera que comience por este
camino puede encontrarse rápidamente fuera de control ".
El impacto de este
fenómeno sobre la iglesia es algo que espanta. La pornografía es algo tan
presente que está seguramente cambiando formas de pensar y actuar a un nivel
masivo sin que nos demos cuenta. La interacción entre hombres y mujeres, las
expectativas sexuales que el hombre trae al matrimonio y los problemas
relacionales que esto causa, la objetivización del cuerpo femenino en las
mentes de hombres y muchachos cristianos, el tiempo gastado en búsquedas de
pornografía en el Internet, y el peso psicológico y espiritual de vivir con
pecado oculto son solo algunos de los aspectos de este fenómeno tan
debilitador. La ola de pornografía es también una ola de pecado en nuestras
congregaciones.
Lo peor es que casi nunca
se discute. ¿Por qué? Para el que usa la pornografía es por vergüenza y temor a
que le miren como si fuera un monstruo; para el pastor o el líder que usa
pornografía es por temor a ser descubierto y perder su posición o destruir a su
iglesia. Y claro, ese pastor no quiere predicar en contra de lo que él mismo
está practicando. Sería muy incómodo. Sería hipocresía. Luego para los que
están libres del vicio es más fácil ignorarlo, pues nadie lo menciona. O peor,
como ellos mismos no experimentan el problema se da por sentado que es algo
fácil de combatir. “No lo hagas, y listo. ¿Cuál es el problema?” El peor de
todos es el que usa la pornografía en privado pero condena en público a otros
que lo hacen.
Enseñanza
bíblica
¿Qué dice la Biblia
acerca del tema de la pornografía? Por un lado, es obvio que esto no se discute
directamente. En tiempos bíblicos no existía la tecnología para reproducir
imágenes que es necesaria para crear los materiales de la pornografía, sean
impresos, video o digitales. Este es un vicio moderno. Pero por otro lado, la
atracción entre los sexos y el deseo particularmente masculino de querer ver cosas
ocultas no son algo nuevo. Solo menciono a David y Betsabé. Todo comenzó con un
hombre mirando a una mujer desnuda (Ver 2
Samuel 11). Si consideramos a la pornografía como una extensión de la
lujuria entonces la Biblia sí tiene algo que decir acerca del asunto y es que
es absolutamente inapropiado. Especialmente importante es el pasaje en Mateo 5:27-28 donde Jesús dice:
Ustedes han oído que se
dijo: “No cometas adulterio.” Pero yo les digo que cualquiera que mira a una
mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.
Aunque deberíamos,
quizás, notar que la codicia a la que Jesús se refiere puede incluir más que
deseo sexual, no puede ser menos que eso, y mirar a una mujer (u hombre) para
codiciarla es precisamente lo que uno hace con la pornografía. Los materiales y
los métodos de distribución serán nuevos, pero lo que ocurre dentro de la mente
del ser humano es lo mismo que ha ocurrido por siglos: meditación visual sobre
deseo sexual ilícito. Jesús está señalando aquí que el adulterio es algo que
ocurre en el corazón, no solo en el acto físico sexual. Y el acto en la
imaginación es el mismo tipo de cosa que el acto en vivo. Es el mismo tipo de
pecado. Por eso digo que la pornografía es una extensión de nuestra
imaginación, pues nos ayuda a hacer mucho más concretamente lo que estamos
haciendo en nuestras mentes cuando deseamos poseer físicamente a otro ser
humano. Este mensaje de Jesús es un mensaje para los hipócritas que creen que
como ellos no han tocado a una mujer no han hecho nada malo. No, dice Jesús. Si
la deseaste ya has cometido una especie de adulterio.
De todos modos creo que
es menor el número de cristianos que intentaría afirmar que el uso de la
pornografía no es un pecado, pues tenemos una intuición profunda de que esto no
está bien. Es más, una de las razones por la cual la pornografía fascina tanto
es precisamente porque está mal, porque es fruta prohibida y que es por eso
tanto más dulce al paladar.
Pero más que condenar a
la pornografía y su práctica con largas erudiciones y citas bíblicas, yo estoy
interesado en explorar en estos artículos cómo se obtiene la victoria, pues
otro problema que tenemos con este vicio es que somos muy buenos para condenar,
pero no tan buenos con la compasión y restauración.
No
juzgues – ayuda
El que no tiene pecado
que tire la primera piedra. Todos los hombres experimentamos tentación sexual y
todos los hombres a veces caemos en esa tentación, aún si esa caída no resulta
en el uso de pornografía. El orador juvenil Lucas Leys cuenta que participó en
una reunión en la cual otro orador hacía una invitación porque Dios le había
dado una palabra. Le había dicho que había tres jóvenes en la audiencia que
estaban experimentando tentación sexual. La reacción de Lucas fue (así lo
cuenta él) “¿Solo tres?” Si hay cien jóvenes en la audiencia hay 100 jóvenes
que experimentan tentación sexual. Bueno quizás exagero. Es posible
(teóricamente) que solo haya 99. No nos asombraría saber que prácticamente
todos los jóvenes en la conferencia que Lucas describía vinieron al frente.
Todos experimentamos
tentación sexual. Yo lo experimento. Tú lo experimentas. Todos. (Disculpen,
damas. Estoy hablando a los caballeros aquí) Entonces no mires a una persona
que tiene un problema con pornografía como si fuera un mutante asqueroso. Es tu
hermano y la única diferencia entre tú y él es que él ha caído, quizás, un poco
más duro que tú. Peor que la pornografía es el orgullo espiritual. Acéptalo a
tu hermano y ayúdalo. Él no necesita que le condenes, pues este es un pecado en
el cual por lo general el que lo practica ya se ha condenado a si mismo
rotundamente. Lo que dice Pablo parece escrito exactamente para la situación:
“Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales
deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque
también puede ser tentado.” (Gálatas 6:1)
Me pregunto si quizás Pablo se refería a una situación particular en la cual
alguien había sido sorprendido en el acto de adulterio.
Pasos
prácticos para combatir la pornografía
¿Qué
podemos cortar?
No rechacemos soluciones
prácticas para este problema de la pornografía. A veces somos tan
superespirituales que la única solución que se nos ocurre es orar más y leer la
Biblia más. O decir “Dios te dará el poder.” Aunque esto es seguramente
importante y verdadero, no es la solución completa, y estoy seguro que el que
usa pornografía mayormente ya lo ha intentado. ¿Suena escandaloso decir que
leer la Biblia y orar no es suficiente para vencer el pecado? Bueno, Jesús
mismo recomienda acción práctica para superar el problema de codiciar una
mujer, pues el pasaje que ya he señalado en Mateo 5 continúa con:
Por tanto, si tu ojo
derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de
tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha te
hace pecar, córtatela y arrójala. Más te vale perder una sola parte de tu
cuerpo, y no que todo él vaya al infierno. (Mateo 5:29-30)
Creo que todos nos damos
cuenta de que esta es una imagen exagerada usada para resaltar bien el punto:
no que practiquemos auto-amputaciones, sino que tomemos pasos extremadamente
serios y concretos para no caer en estos pecados, pues al final de la
trayectoria de esta práctica se encuentra un destino eterno terrible. Entonces,
qué cosa práctica se puede hacer para evitar este pecado. ¿Qué podemos
“cortar”? La primera que se me ocurre a mí es el alambre del internet (bueno,
algunos tienen el inalámbrico). ¡Si no puedes vencerlo córtalo! Ya sé que hay
muchas otras cosas importantes que haces en el Internet, inclusive leer los
buenísimos artículos de Biblia.com. Pero ¿Qué es más importante? ¿Estás
comprometido a cambiar, sí o no? Mejor cortar el alambre ahora que tienes la
mente clara que sentarte esta noche otra vez delante de tu pantalla y batallar
con esas emociones tan fuertes que casi siempre te van a ganar. Quizás este
artículo es la última cosa que deberías leer en el Internet.
El
contexto importa
Tuve una conversación
recientemente con el presidente de un seminario en donde todo el campus tenía
inalámbrico, inclusive en los dormitorios. Pregunté si controlaban el Internet
y me dijo que no, pues el problema de pornografía está en el corazón, no en la
situación del individuo. El que quiere ver pornografía, aseveraba, lo hará de
todos modos sin respecto a la situación. De una manera u otra encontrará lo que
busca. Por un lado estoy de acuerdo. Nadie puede decir “no fue culpa mía; fue
culpa de la situación”. La situación no es la que nos hace pecar. Cada uno de
nosotros elige lo que hace. Pero por otro lado, me parece un poco crédulo
pensar que jóvenes con acceso ilimitado al internet en sus habitaciones no se
comportarán diferentemente a lo que harían sin este acceso. ¡No seamos tan
abstractos que nos olvidamos de la naturaleza humana! No estoy de acuerdo con
que “si lo quieren hacer lo harán de todos modos.” Es que somos más complicados
que eso. A veces nuestras acciones sí dependen de las opciones que están
disponibles. No nos olvidemos también cuán fácil es ver pornografía en el
Internet. Está ahí, tan cerca y tan fascinante.
Imaginemos que antes de
la era de Internet nos encontráramos con alguna persona cristiana que en el
cajón de su escritorio tenía una pila de revistas pornográficas y que, de
acuerdo a él (o ella), nunca las usaba, pero de todos modos por alguna razón
las guardaba allí. ¿Qué le diríamos a esta persona? Seguramente algo así:
“¿Estás loco? ¿Te estás tentando a ti mismo por alguna perversa razón? ¿Cómo
vas a vivir así con esa tentación tan cerca y a tu alcance? ¿No sabes que el
deseo sexual es una de las fuerzas más difíciles de controlar en el ser
humano?” Tiene sentido esa respuesta ¿no? Creo que sí. Pero en el Internet
tenemos una montaña de revistas pornográficas al alcance de nuestros dedos y
nadie piensa que esto es loco. ¿Quién podrá resistir esa tentación, hermanos?
De acuerdo a las estadísticas, no muchos.
Dice un terapista sexual
que hasta el 80% de gente que usa pornografía lo hace de una manera adictiva
que afecta a sus relaciones personales y a su trabajo y que antes de descubrir
el cibersexo esta gente no tenía ningún problema con adicción sexual (fuente).
No me digas que nuestro comportamiento no está relacionado a la disponibilidad
de los materiales.
Práctico
sin legalismo
Entonces debemos tomar
pasos prácticos, pero por otro lado no podemos tampoco crear cercas legalistas
demasiado estrictas. Cuando hacemos esto la tendencia humana es siempre
reemplazar los conceptos bíblicos de justicia y santidad con nuestra obediencia
a las cercas. En este caso, por ejemplo, el tener un filtro de internet que
bloquea pornografía puede convertirse en algo moral en sí mismo, y el no tener
un filtro en algo que crea alguna duda acerca de tu integridad. El balance a la
idea de que la situación sí importa es que nunca podemos controlar la situación
por completo y que intentar ese nivel de control en el nombre de pureza
espiritual siempre ha engendrado un espíritu amargo, sospechoso y sectariano.
Desde esa perspectiva entiendo lo que me decía este hombre del seminario:
cercas legalístas no te paran de pecar. El pecado está dentro de ti, como dijo
Jesús: “Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más
bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina.” (Marcos 7:15). Y ahí es donde lo debemos enfrentar, no en el
exterior. Entonces, cuando yo recomiendo pasos prácticos son sólo eso, ideas
específicas para cada situación que pueden ser diferentes para cada uno y no
son leyes morales.
Quizás puedo resumir
estas dinámicas así: La respuesta no es removernos totalmente de toda
posibilidad de pecar. Eso es imposible. ¡Pero tampoco pongamos la fruta
prohibida en la mesa antes de cenar! Un poco de balance, hermanos.
Ideas
Las cosas prácticas que
podemos hacer para distanciarnos de la pornografía son sinfín, pues varían con
las circunstancias. Por ejemplo, que la computadora siempre esté en un lugar
bien público. ¿Tienes una oficina? Arregla los muebles para que se pueda ver la
pantalla desde la puerta. Mejor todavía: Sácale la puerta si puedes. Un hábito
común para los que usan pornografía es hacerlo tarde a la noche cuando el resto
de la familia se ha ido a la cama. Entonces, quizás la computadora debería
estar en tu cuarto para que no puedas hacer esto, pues ahí está tu esposo y tu
esposa. O, si tienes que hacer mucho trabajo en la computadora a la noche,
consíguete una mesa con ruedas y pon el Internet en tu cuarto, pero luego para
trabajar en otras cosas te llevas la mesa a otro cuarto.
No uses inalámbrico si te
ayuda a encontrar un lugar privado donde nadie puede ver lo que estás haciendo.
Dile a tu cónyuge que estás tentado en esta área y que necesitas ayuda práctica
(no tienes que decirle todo en este momento, solo que te sientes tentado o
tentada, pues es la pura verdad). Para el soltero la situación es diferente.
Quizás sería bueno no vivir solo o sola. Una cosa que me preocupa es el
cibercafé. Estuve en uno en Perú hace unos meses en que cada computadora tenía
su propia cabina y era completamente privado. Bueno, obviamente sería bueno
evitar ese tipo de cibercafé y encontrar uno en el cual las pantallas son más
públicas.
En cuanto a instituciones
cristianas con redes y muchos usuarios, una posible solución es crear algún sistema
de monitoreo donde se guardan todos los sitios que todos los usuarios han
navegado. Cuidado con crear un ambiente hostil o de sospecha. No es realmente
necesario que un ser humano monitoree esto estrictamente. El mero hecho de que
esta información existe y puede ser investigada será una barrera muy buena,
pues ¿quién quiere tomar el riesgo de ser descubierto?
Los diferentes programas
que limitan acceso al internet pueden ser útiles y puede ser que en muchas
situaciones son exactamente lo debido. Otra estadística dice que la mayoría de
jóvenes ve pornografía en el Internet por primera vez entre las edades de 11 y
13 mientras hacen sus tareas, por accidente. Entonces quizás haya una
responsabilidad de crear cercas como estas usando programas de filtración. No
he podido encontrar programas en español, pero listo aquí algunos en inglés que
son gratuitos (si alguien conoce otros por favor mencionar en los comentarios).
Por lo general se bloquea contenido para todos los idiomas principales:
OpenDNS, K9 Web Protection, SafeFamilies, B-Gone, Covenant Eyes (cuesta)
Pero estos programas
también tienen el problema de que bloquean sitios basados en el uso de palabras
y a veces bloquean cosas buenas. También, nadie nunca puede asegurarse de haber
bloqueado todo material malo.
Las mejores soluciones
son las que nos ayudan a confiar en otros y nos fortalecen para poder
sobrepasar la tentación en cualquier situación. La pornografía nos divide con
exquisita precisión. Abre un lugar totalmente privado en el cual no tenemos el
apoyo de nuestros hermanos y fuera del cual estaremos demasiados avergonzados
para pedir ayuda. Entonces creo que lo ideal es tener un amigo o un grupo o
algún arreglo personal en el cual podemos ser responsables a un ser humano,
hermano o hermana en Cristo.
Condenación
y gracia
Si estás metido en este
pecado de pornografía hay dos tendencias que debes resistir. Una de ellas es la
tentación secundaria de justificar tus acciones. Frecuentemente el uso de la
pornografía viene en parte de frustración con la experiencia sexual, sea por
ser un joven soltero o por insatisfacción en la relación sexual o emocional del
matrimonio. Y muchas veces esa frustración se convierte en una justificación.
Por ejemplo,
“es verdad que está mal
usar la pornografía. Pero el caso mío es diferente. Yo estoy en una situación
en la cual es extremadamente difícil obedecer y por eso no está tan mal. Dios
entenderá.”
O, “mi esposa nunca está
disponible para mí. ¿Qué voy a hacer? Por lo menos así obtengo la satisfacción
que como hombre merezco. No es ideal, pero no es tan malo tampoco. Es parte de
mi naturaleza.”
O, “después de todo, es
mejor que haga esto que cometa el adulterio en vivo. Realmente me está ayudando
a ser más fiel a mi marido.”
Sin negar que quizás
tengas razón y que quizás no está bien el tratamiento que recibes de tu
cónyuge, o que eres soltero desde hace años y quieres casarte pero no puedes, o
alguna otra situación, debes de todos modos reconocer que no está bien usar la
pornografía. Son dos cosas separadas. Tus frustraciones, tus desánimos
personales – eso es una cosa. Afirmo que son importantes y que debes
resolverlos de una manera u otra. Pero el uso de la pornografía es otra cosa
totalmente diferente que siempre está mal, sin referencia a tus circunstancias.
Es más, si tienes un problema relacional en tu matrimonio la pornografía solo
hará las cosas peores. Pues ahora no estás solo comparando a tu esposa o marido
con lo que quisieras que fuera, sino con mujeres y hombres totalmente ideales
que solo existen en el ciberespacio y en la imaginación sexual del ser humano.
Solo estás garantizando que nunca estarás satisfecho en tu situación. Si eres
soltero te estás preparando para una brusca sorpresa cuando te cases, pues tu
experiencia sexual no será nada como lo que has visto en la pantalla. Tu
querida mujer u hombre será un ser humano precioso, no un objeto sexual.
Tú sabes que está mal, no
te mientas a ti mismo, no inventes excusas y justificaciones. Acéptalo por lo
que es (pecado).Empéñate en obtener la
victoria, pues te está debilitando. Tráelo a Dios y acepta su gracia para
cambiar.
Esto me lleva a la
segunda tendencia que debes resistir. No te dejes estar tan cargado con este
pecado (que es muchas veces difícil de conquistar) que no puedes progresar. No
te quedes ahí en el piso como un pedazo de plomo derretido y recongelado.
¿Cuántas veces crees que Dios te perdonará este pecado de usar la pornografía?
¿Dos veces? ¿Siete veces? ¿Treinta veces? Jesús nos dice que nosotros
deberíamos perdonar un sinfín de veces (Mateo
18:21-23). ¿Te crees que Dios te perdonará menos veces a ti cuando cometes
algún pecado? Su gracia es suficiente para ti. Es suficiente para que crezcas y
salgas de esto mientras que también tropiezas y caes y tengas que repasar los
mismos pasos otra vez. Dios no se cansa de darnos su gracia y su perdón. No
vivas como si fueras condenado, pues no lo estás. La sangre de Cristo te ha
limpiado y todavía te limpia. El riesgo no es que Dios deje de perdonarte, sino
que el pecado te tuerce y te distorsione tanto que no quieras ya recibir su
perdón y su gracia. Es decir, el pecado te puede cambiar a ti (es un riesgo muy
serio), pero nunca cambiará a Dios. Él es más misericordioso de lo que sabes y
siempre puedes volver a él.
Entonces, está mal y no
deberías hacerlo. Pero es solo a la oscura luz de tu insuficiencia que podrás ver el poder de Dios
cada día. Vivir entremedio de estas dos realidades (tu pecado y Su gracia) es
quizás la dinámica más difícil y más profunda de la vida espiritual.Debes trabajar. Debes orar, humillarte, poner
tus deseos al lado, debes meditar en las escrituras. Y sobre todo debes pedir
la gracia de Dios sin la cual no puedes hacer ninguna de esas cosas. La
victoria está a tu alcance, pues está al alcance del Dios que está obrando
dentro de tí. Lo que estoy diciendo es:
…lleven a cabo su
salvación con temor y temblor, pues Dios es quien produce en ustedes tanto el
querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para
que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una
generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el
firmamento (Filipenses 2:12-15).
Saquémoslo
a la luz
Finalmente, hablemos más
acerca de esto. Muchas veces un buen sermón acerca de algún problema nos ayuda
mucho, pues la próxima vez que se presenta una oportunidad nos acordamos que no
estamos solos, que es importante no caer en la tentación, que a otros les
importa.
Tareas pastorales
Por buena razón Dios nos
ha dado el mandato de predicar la palabra, pues es “útil para enseñar, para
reprender, para corregir y para instruir en la justicia.” (2 Timoteo 3:16) Pero
¿cuándo fue la última vez que oíste o predicaste un sermón acerca de la
pornografía? Hermanos, esto es real. Está con nosotros, aunque no queramos
admitirlo. Debemos sacarlo a la luz, aunque nos duela, o nunca tendremos la
victoria. Pastores, les doy el reto: ¡prediquen acerca de esto! Prediquen la
ley pero prediquen mayormente la gracia.
En la vida de los cristianos la visualización de
pornografía ha consumido ha muchos. Los ha llevado a actos de fornicación, adulterio
y todo tipo de perversión. Ha destrozado sus vidas y ha causado un gran daño a
los demás. Comenzó con la visualización secreta de imágenes y eventualmente
condujo a mentiras, asuntos, la destrucción de su matrimonio y la pérdida de
sus hijos.
¿Cómo podría alguien
dudar de que la pornografía es pecaminosa? No deja nada más que devastación a
su paso.
Hay otra cosa que la
Biblia dice sobre los pecados sexuales como la pornografía. Con la confesión a
Dios y el arrepentimiento verdadero y profundo, puede ser cubierto por la
sangre de Jesucristo. (Efesios 1: 7; 1
Juan 1: 7) El poder de su Cruz puede liberar al pecador, y puede ser liberado
de la esclavitud del pecado. (Romanos 6:5-14)
Dios temible
en la gran congregación de los santos, y formidable sobre todos cuantos están
alrededor de él. Salmo 89:7
Introducción
¿La adoración corporativa
e instrumental en las iglesias de hoy es simplemente una cuestión de
preferencia? ¿Muestra la Biblia como debe regularse la música que adoptamos?
Hoy esto nos lleva ver la
realidad de muchas Iglesias que pasan
por alto y de ahí la confusión de muchos
en el presente respecto al tema. En la práctica, la música ha estado bajo la
influencia de la cultura popular prevaleciente.
Nuestro
servicio de adoración debe ser apostólico
Ahora deseo tomar en este post el nombre de los apóstoles para
una mayor presentación de este artículo.
¿Te imaginas a Pablo
tocando una guitarra eléctrica, Pedro en la batería y Juan cantando voces? Y un
coro completo con los demás apóstoles? Si hubiéramos visitado la
Iglesia Primitiva de Roma, Ahí ¿Hay un ministerio (ministro, director) de
música? ¿Cómo era el servicio de adoración?
La respuesta es que no hay
ministerio de música en la Iglesia Primitiva de Roma, Corinto, Efeso y en las
Iglesias de Cristo según las escrituras en el nuevo pacto.
¿Lees en algún lugar de la
biblia donde tienen a un grupo de jóvenes separados para que adoren? La
respuesta es que la Biblia no ha
cambiado. Y Dios tampoco ha cambiado en cuanto a cómo quiere ser adorado. El
servicio de adoración siempre debe ser reverencial, respetuoso, adorador...
¡apostólico!
Entonces, el principio regulador
tiene un lugar de mayor importancia con
el Dios de la Biblia.
¿Qué hay,
pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene
doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo
para edificación. 1 Corintios 14:26 Pero hágase
todo decentemente y con orden. 1
Corintios 14:40 Pues Dios no
es Dios de confusión, sino de paz. Como
en todas las iglesias de los santos. 1
Corintios 14:33
Cuando lees las
escenas de adoración en el Nuevo Testamento, ¿qué encuentras? Encuentras hombres
maduros adorando, predicando y enseñando. Eso es apostólico!!!. Entonces…
Nuestro servicio de
adoración se compone de una asamblea de adoración, no de un grupo de
espectadores en una actuación. El énfasis de nuestro servicio de adoración es
la predicación de la palabra de Dios. Eso es lo más importante que debemos
hacer. Nuestro servicio de
adoración no está diseñado para complacer a los adolescentes y niños. No es un
programa. No es una serie de rituales hechos por el hombre.
Toda la congregación está
involucrada en el servicio de adoración de principio a fin. Los niños se
sientan con sus padres amorosos. Cantando desde el corazón y escuchando la
palabra de Dios expuesta por los hombres llamados de Dios. Ese es el servicio
de adoración simplista que encontramos en la Biblia con respecto a la iglesia
infantil de hoy.
Y llegamos al autor de
Hebreos para contemplar e unificar la adoración apostólica de manera práctica y
simple del nuevo pacto.
Muchos han sintetizado la
teología de la adoración en el Nuevo Testamento como una lucha para los
cristianos desde la iglesia primitiva. En particular, la forma en que se
produjo la venida, la vida, la muerte y la resurrección de Cristo y, en algunos
casos, revolucionó el culto al judaísmo del Antiguo Testamento, ha sido objeto
de un debate considerable, y los errores en esta cuestión han llevado a varios
errores prácticos, a veces graves. Sin embargo, esta controversia no es algo
nuevo. Los creyentes de los primeros años del cristianismo, especialmente los
que salieron del judaísmo, tuvieron dificultades para reconciliar la transición
entre el culto judío y el culto cristiano. De hecho, la confusión se
intensificó hasta tal punto que algunos apostataron del cristianismo a favor de
la adoración de su herencia judía. Y el libro de Hebreos funciona como la
respuesta suprema del NT a este difícil dilema. Como Peterson sugiere,
Hebreos presenta la
teología más completa y totalmente integrada de la adoración en el Nuevo Testamento.
Todas las categorías importantes del pensamiento del Antiguo Testamento sobre
este tema (santuario, sacrificio, altar, sacerdocio y pacto) están relacionadas
con la persona y la obra de Jesucristo.
Por lo tanto, un estudio
cuidadoso del mensaje del libro de Hebreos, incluida su bien desarrollada
teología de la adoración cristiana, revela que si bien la adoración del NT
tiene sus raíces en la revelación del AT, la adoración en y por medio de
Jesucristo es superior a la adoración del judaísmo.
Y hoy en el presente se relativiza a adoración
contemporánea o tradicional, dejando la adoración apostólica a un lado
escrituralmente. (La adoración que ha sido
designada por Dios, hoy es sustituido por una nueva forma de adoración).
Cuando el apóstol Pablo simplifica nuestra adoración en su carta a los
Filipenses.
Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Flp 3:3
¡Esa es la razón más
importante para elegir un lugar de culto domingo tras domingo! Según Jesús, la
verdad te hará libre.
La
Base Scriptural para el Principio Regulador de Adoración
¿Cómo deberíamos
adorar a Dios? Esa es la pregunta que se está considerando en este post. Y creo
que la respuesta ya está implícita en nuestra adherencia firme a la Biblia como
la palabra inspirada de Dios, y como la única regla infalible de nuestra fe y
práctica (CBL 1689). En este artículo voy a intentar
demostrar dos cosas de las Escrituras: (1)
la primera es el hecho que hay un principio regulador enseñado en las
Escrituras, y (2) el segundo es lo
que éste principio significa – y cómo debería ser aplicada – hoy, en nuestras
iglesias.
A.
El Antiguo Testamento
Comenzamos, pues,
considerando unos ejemplos de lo que el Antiguo Testamento enseña.
[1] Y el primero se encuentra en
Génesis 4, donde leemos sobre la adoración de Caín y Abel
Este pasaje nos dice que
la adoración de Caín fue rechazada por Dios, mientras la de Abel fue
recibida. También nos dice que la razón
que Dios rechazo a Caín y recibió Abel no fue simplemente una diferencia entre
los dos hermanos. No fue sólo que algo
estaba mal con el actitud subjetiva de Caín, en comparación con el actitud de
Abel. También hubo una diferencia vital en el contenido objetivo de su
adoración. Por eso es que Dios tuvo
respeto no tan solo a Abel sino también a la ofrenda que él trajo a Jehová.
Abel ofreció lo que Dios le plació recibir, mientras que Caín no estaba
dispuesto a hacerlo. La razón de esto,
en mi opinión, es que Abel puso atención a la revelación que Dios había dado
hasta ese tiempo en la historia, mientras que Caín lo trato ligeramente. Es posible, por cierto, que Dios dio una
revelación directa a Abel. Pero es más
seguro que él actúo sobre la base del mismo dato de relevación que nosotros
mismos tenemos en los primeros tres capítulos de Génesis. Cuando Dios cubrió la desnudez de Adán y Eva
con el piel de animales, es evidente que los animales tuvieron que ser muertos
primero para este propósito (Gen. 3:21).
De esto Abel hubiera concluido que su propia esperanza con Dios fue por el
sacrificio de un substituto de muerte. Pero si consideramos el punto de vista
de que Abel, dio con la “forma correcta de adoración”, por medio de la
intuición, eso nos lleva a la misma conclusión. En el momento en que Dios
acepto Abel y su sacrificio—también rechazó a Caín y su ofrenda—por ese mero
hecho Él dejó perfectamente en claro,
que la manera aceptable de adoración fue la manera de Abel. Aunque Caín supo esto, él no estaba dispuesto
a adorar a Dios en esa manera aceptable.
No es una exageración en ninguna manera, cuando decimos que esto fue la
caída de Caín: él no estuvo dispuesto a limitarse a una manera de adoración que
tenía aprobación divina. Así que vemos
un principio bien claro aquí: adoración que no tiene aprobación de Dios es
prohibida.
[2] En
segundo lugar le pido que tomen nota del hecho de que este mismo
principio es enseñado en el segundo mandamiento
El segundo mandamiento
dice: «No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el
cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros
y sobre los cuartos, a los que me aborrecen, Y que hago misericordia en
millares a los que me aman, y guardan mis mandamientos.» En el primer mandamiento Dios declara ser el
único Dios verdadero, quién solamente debe de ser adorado. En el segundo Él nos
dice «el tipo de adoración con la cual Él debería ser honrado, para no atrevernos a formar una concepción carnal
de Él». En cuanto a esto Calvino ha dicho: «aunque Moisés solamente habla de
idolatría (aquí), aún no queda duda que por sinécdoque, tanto como en el resto
de la Ley, Él condena todo los servicios ficticios que los hombres en su
ingenio han inventado».
[3] Como tercer ejemplo,
consideraremos brevemente la construcción del tabernáculo en el tiempo de
Moisés
Y aquí permítanme decir,
que sería difícil pensar en una forma de dar mayor peso a este principio, lo
que encontramos en la narración de la revelación de –y preparación de –la
adoración de Dios por parte del pueblo del Antiguo Testamento. (1) Cada estudiante de los cinco libros de
Moisés sabe que detallada fue esa
revelación. No es una exageración decir
que cada aspecto de la construcción del
tabernáculo fue prescrito por Dios, y que nada fue dejado a la imaginación del
hombre. ¿No dijo Dios a Moisés: «Y mira, y hazlos –y con ‘hazlos’ Él entiende
cada cosa en el Tabernáculo—conforme a su modelo, que te ha sido mostrado en el
monte»? [Ex. 25:40] Es cierto, por supuesto, que Dios hizo uso
de los hombres en la construcción del
Tabernáculo. Pero, no es cierto, como es
comúnmente asumido que el Tabernáculo fue un producto creativo meramente
natural y un impulso artístico del pueblo de Dios para construirlo. Sin duda
estos hombres tuvieron un talento creativo natural. Pero eso no fue suficiente;
la Biblia está bien clara de eso.
Las cosas que pasaron
dentro del Tabernáculo fueron producidas (como la misma Biblia) por revelación
especial divina: «Mira, yo he llamado por su nombre á Bezaleel, hijo de Uri, hijo
de Hur, de la tribu de Judá; Y lo he henchido de espíritu de Dios, en
sabiduría, y en inteligencia, y en ciencia, y en todo artificio, Para inventar
diseños, para trabajar en oro, y en plata, y en metal, Y en artificio de
piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para obrar en toda suerte
de labor. Y he aquí que yo he puesto con él á Aholiab, hijo de Ahisamac, de la
tribu de Dan: y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para
que hagan todo lo que te he mandado... harán conforme a todo lo que te he
mandado.» [Ex. 31:2-11]. Que lejos esta esto del argumento que tanto
se escucha hoy día, al efecto que ‘obra de arte’ en el Tabernáculo de Moisés.
La verdad es que no hubo ‘obra de arte’ en el Tabernáculo, a menos que por
‘obra de arte’ signifiquemos una clase única inspirada e infalible, y esa clase
de arte no se da más.
Lo que hemos dicho sobre
el Tabernáculo también era cierto del Templo más elaborado. Nada fue dejado a
las innovaciones del hombre. Cuando « David dio a Salomón su hijo la traza del
pórtico, y de sus casas, y de sus oficinas, y de sus salas, y de sus recámaras,
y de la casa del propiciatorio» (1
Crónicas 28:11) no hubo nada en esto de su propio innovación. Al contrario,
«Todas estas cosas, dijo David, se me han representado por la mano de Jehová
que me hizo entender todas las obras del diseño.»
Ahora ¿Por qué es esto tan
importante? ¿Por qué todo tuvo que ajustarse a un modelo revelado primero a
Moisés, y más adelante a David? La razón es evidente: No adorarán a Dios de
ninguna otra manera que como Él ha ordenado. Como dijo Calvino una vez: «No
estoy consciente de lo difícil que es de persuadir el mundo que Dios rechaza e
incluso abomina cada cosa referente a su adoración que sea ideada por razón
humana.» Pero la verdad es que «no hay nada más peligroso a nuestra salvación
que una adoración de Dios absurda y perversa.»
[4] Encontramos otro pasaje
instructivo en Levítico 10 – en la historia de Nadab y Abiú, los hijos de
Aarón
Ellos murieron, leemos,
cuando «salió fuego de delante de Jehová que los quemó» (Lev. 10:2). ¿Y por qué
sucedió esto? Las Escrituras dicen que sucedió por qué ellos «ofrecieron delante de Jehová fuego extraño,
que él nunca les mandó» (v.1). Ahora, no dice que esto paso porque ellos no
fueron sinceros – o porque a ellos les faltaban ‘buenas intenciones’; ni dice
que sucedió porque ellos hicieron algo que Dios había expresamente prohibido.
No, lo que dice es que ellos hicieron esto sin antes asegurarse primero de que
tenían una orden para hacerlo. Y tiene como su fin el enseñarnos que la
adoración que no es mandado por Dios mismo es, por consecuencia,
prohibida.
[5] Y en cuanto a la rebelión de Coré
Moisés y Aarón fueron
designados por el Señor para mediar entre Dios y Su pueblo. Pero Coré –y los
que le siguieron—no les gusto está designación exclusiva. Ellos quisieron soltarse de esta idea
‘estrecha’ que solamente había un camino correcto; a saber, el camino que Dios
ha designado. Así que ellos se rebelaron
contra esta restricción. Pero el resulto bien conocido muestra, otra vez, que
ofensivo fue esto a Jehová.
Tras todo el Antiguo
Testamento encontramos prueba abundante de la magnitud de esta maldad: cada vez
que los hombres no estaban satisfechos de alabar a Dios en la manera designada
por Él—cada vez que ellos trajeron sus propias innovaciones—Dios siempre ha dejado perfectamente claro que Él estaba
disgustado grandemente con la adoración de ellos.
[6] Tomen al Rey Saúl, por ejemplo
Saúl no tenía ninguna
autorización, de Dios, de participar de la función sacerdotal (1 Sam. 13:11 FF). Aun así afirmó,
debido a la presión de la circunstancia, que él se sintió esforzado «…pues, y
ofrecí holocausto» en Gilgal (V. 12). Bien puede ser, por lo que sabemos, que
él actúo con lo que hoy muchos llamarían ‘lo mejor de las intenciones.’ Con
todo esto sabemos que Dios lo encontró ofensivo. Samuel le dijo
«Locamente has hecho» porque no se limitó a lo que Dios había ordenado
(V. 13). Fue, de hecho, debido a esto que Dios quitó el reino de Saúl y se lo
dio a David (V. 14). ¿No hace esto perfectamente claro que éste principio tiene
un lugar de mayor importancia con el
Dios de la Biblia?
[7] Y considere lo que le paso a Uza
Cuando David intentó
primero traer el arca, descuidada por un
gran tiempo, a Jerusalén, los bueyes se tropezaron de repente. En ese momento
Uza extendió su mano para estabilizar el arca con el fin de evitar que se
caiga. Eso es muy natural, puede ser que
estemos inclinados para decir, y una acción inocente. Pero la Escritura dice
que «é hiriólo allí Dios por aquella temeridad» (2 Sam. 6: 7). No podemos encontrar la razón atrayente, pero se
indica claramente en la Escritura. Uza murió porque--como David explica más
adelante-- «por cuanto no le buscamos según la ordenanza» (1 Cron. 15:13). Sucedió, es decir, porque fallaron en no
preocuparse con lo que Dios había ordenado expresamente. Pero qué diferente fue
cuando «los hijos de los Levitas trajeron el arca de Dios… como lo había
mandado Moisés conforme a la palabra de Jehová» (1 Cron. 15:15). Vemos otra vez el mismo principio revelado
claramente: lo que no es mandado por Dios es prohibido.
[8] Y considere al Rey Jeroboam
Cuando llego ser rey, él
quiso consolidar su asimiento sobre los diez tribus que se rebelaron contra la
casa de David. Y para ello las Escrituras dicen que «ordenó» o «instituyó» una
clase de adoración que «él había inventado de su corazón» (1 Reyes 12:32,33). Por esta razón un hombre de Dios fue enviado de
Judá para denunciar esta adoración desautorizada. Y eso no es todo, porque
Jeroboam siempre es mencionado, después de ese tiempo, de ser la persona que
«hizo» pecar a Israel como sociedad corporal (1 Reyes 15:30). No exageramos, pues, cuando decimos que ésta era la
fuente de la cual vino la última caída de Israel. La adoración que había sido designada por
Dios fue sustituida por una nueva forma de adoración. Era adoración no ordenada por Dios, y por lo
tanto fue prohibido.
[9] Y recuerde el pecado del rey
Uzías
Las Escrituras dicen que
«entrando en el templo de Jehová para quemar sahumerios en el altar del
perfume» (2 Cron. 26:16). Azarías el sumo sacerdote intervino
valerosamente para oponerse al acto de la adoración inventada de Uzías. Y fue
justificado por la intervención de Dios, porque el rey fue inmediatamente
golpeado con la lepra, como muestra del juicio de Dios. Una vez más está claro
que lo qué no es ordenado por Dios es un aborrecimiento para Él.
[10]
Y luego esta el rey Acaz.
La Biblia dice que Acaz
«Quemó también perfume en el valle de los hijos de Hinnom, y quemó sus hijos
por fuego, conforme a las abominaciones de las gentes que Jehová había echado
delante de los hijos de Israel» (2
Crónicas 28:3). Lo que probablemente
nos hace encoger, mientras que leemos esta historia, es que éstos eran pequeños
niños desamparados. Pero ésa no era la razón principal por la que esta práctica
fue condenada por el Señor, según Jeremías el profeta. No, la primera razón-que
es mucho más importante-es indicado de esta manera por el profeta: «Y han
edificado los altos de Topheth, que es en el valle del hijo de Hinnom, para quemar
al fuego sus hijos y sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi
corazón» (Jer. 7:31). ¿Cómo puede Dios hacerlo más claro? Adoración
que no es ordenada por Dios es por consecuencia prohibida.
Aquí, entonces, está el
principio uniforme enseñado en las Escrituras del Antiguo Testamento, resumidas
en estas palabras de Moisés: «No añadiréis á la palabra que yo os mando, ni
disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios
que yo os ordeno» (Deut. 4:2). Esto
se aplica al conjunto de nuestras vidas, por supuesto, y no solamente a la
esfera de la adoración. Pero en ninguna otra parte está como vital, como está
en esta esfera, de excluir cada invención humana.
B. El Nuevo Testamento
Pero la pregunta que
debemos considerar ahora es ésta: ¿es esto también la doctrina del Nuevo
Testamento?
[1] Quiero comenzar con las palabras
de Jesucristo mismo, concerniente a la tradición Judía
Él denuncio a los escribas
y a los Fariseos porque «bien invalidaban el mandamiento de Dios para
guardar vuestra tradición» (Mc. 7: 9).
Y debido a este hecho nuestro Señor siguió hablando referente a Su adoración:
«Este pueblo con los labios me honra, Mas su corazón lejos está de mí. Y en
vano me honra, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres» (Mc. 7:6,7 [citado de Jeremías 29:13]).
No hay duda que esto fue ofensivo a ellos. Pero eso no es lo qué importa. Lo
que importa es que Dios fue ofendido. Y según Jesucristo la causa de la ofensa
era doble en naturaleza: (1) primero, se había puesto a un lado lo qué Dios
había ordenado, y [2] en segundo lugar, había una rito diligente de algo qué no
fue ordenado por Dios; a saber, tradiciones artificiales hechas por el hombre.
Vemos, pues, que incluso las tradiciones que se estiman altamente entre hombres
son ofensivas a Dios a menos que sean lo que Él ha ordenado.
[2] El Segundo ejemplo que quiero
considerar es Cristo y la mujer samaritana
Nadie nunca ha expuesto el
principio regulador con más fuerza y claridad que Jesucristo lo hizo, en su
encuentro con la mujer samaritana (Juan
4:22-26). Aquí, como Calvino señala, nuestro Señor «divide el tema en dos
porciones. Primero, Él condena las formas de adorar a Dios que los samaritanos
utilizaban como supersticiosas y falsas, y declara que la forma aceptable y
justa estaba con los judíos. Y Él pone la razón de la diferencia que los judíos
recibieron garantía de la palabra de Dios sobre Su adoración, mientras que los
samaritanos no tenían ninguna certeza de los labios de Dios. En segundo lugar,
Él declara que las ceremonias observadas hasta ahora por los judíos pronto
serían terminadas.» Respecto al primer punto-donde nuestro Señor les dijo
«ustedes samaritanos adoran lo que no sabéis» - Calvino hace esta conclusión:
«todas las supuestas buenas intenciones son golpeadas por este rayo, que nos
dice que los hombres no pueden hacer nada sino errar cuando se dirigen por su
propia opinión, sin la Palabra o el mandato de Dios.» Entonces se va al segundo
punto, diciendo: «diferenciamos de los padres solamente en la forma exterior
[de adoración], porque en su adoración de Dios [en tiempos del Antiguo
Testamento] estuvieron limitadas a las ceremonias que fueron suprimidas por la
venida de Cristo.» Así pues, si preguntamos lo que significa adorar a Dios «en
espíritu y en verdad» esto es la respuesta de Calvino: «es quitar las cubiertas
de las ceremonias antiguas y conservar simplemente lo que es espiritual en la
adoración…» El problema es que «puesto que los hombres son carnales...se placen
de hacer lo que corresponde a sus naturalezas. Eso es porqué inventan muchas
cosas en la adoración de Dios…[cuando] ellos deben considerar que están
tratando con Dios, que no más está de acuerdo con lo carnal que el fuego lo
hace con el agua.» Para adorar a Dios en
espíritu y en verdad, entonces, es adorar a Dios de la manera que él ahora nos
ordena. Y «es simplemente insoportable» como Calvino dice, «que la regla
colocada por Cristo debe ser violada.» Los que quieran adorar al Dios
verdadero, aceptablemente, deben hacerlo tan en espíritu y en verdad-porque
eso, y solamente eso, es lo que Él ha ordenado.
[3] Considera la gran comisión
El principio regulador está
claramente implícito en estas palabras de Jesucristo: «Toda potestad me es dada
en el cielo y en la tierra. Por tanto,
id, y doctrinad…bautizándolos… Enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado» (Mateo 28:18-20). Esto
en nuestra opinión, es exactamente lo que hicieron los apóstoles. Enseñaron lo
qué Cristo les había ordenado, no qué Él había ordenado más sus propias
invenciones. Sabiendo que toda la autoridad perteneció a Él, sabían que no
había lugar para sus propias innovaciones. En las palabras de Calvino, «Él
envía a los apóstoles con esta reserva, que no presentarán a sus propias
invenciones, sino que entreguen puramente y fielmente, de mano a mano (como
decimos), lo que Él les había confiado.» Ahora por supuesto podemos decir que
estas palabras se aplican a nuestra existencia entera como cristianos. Pero el
punto es que nada es de mayor interés a Dios que la adoración que Él ha
ordenado.
[4] La vista de Pablo de las
Escrituras
Este principio también se
implica claramente en la vista de Pablo de las Escrituras: «Toda Escritura es
inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instituir en justicia, Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
instruido para toda buena obra.» (2 Ti.
3:16,17). No es nuestro argumento que cuando Pablo escribió estas palabras
él pensaba, específicamente, sobre la adoración. Pero es seguramente evidente
que la declaración del apóstol no sería verdad si hay cualquier aspecto de la
adoración que no es claramente-y enteramente-revelado a nosotros en la Biblia.
No hay necesidad de
elaborar el punto. Pero, quizás, no será superfluo considerar brevemente lo que
hicieron los apóstoles en la iglesia apostólica cuando este principio fue
desatendido, o amenazado.
[5] La reprimenda de Pablo a los
gálatas
En la carta de Pablo a los
gálatas hay una mención clara de la adoración desautorizada. «Más ahora, habiendo conocido a Dios, o más
bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres
rudimentos, en los cuales queréis volver á servir? Guardáis los días, y los
meses, y los tiempos, y los años. Temo
de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros.» (Gal. 4:9-11) La gente a quien Pablo escribió esta carta
observaba probablemente los días y las estaciones especiales designadas por
Dios en el sistema ceremonial del Antiguo Testamento (Ex. 23:14-17, 34:18, etc.). Pero, si ése es el caso, solamente hace
la fuerza de la objeción del apóstol todo el más fuerte cuando está aplicado a
los días especiales que Dios nunca ordenó. Cuando vino Cristo el sistema
ceremonial del Antiguo Testamento de adoración fue reemplazado. Fueron
incluidos en esto los días sagrados anuales, e incluso los sábados judíos. Para
que los gálatas siguieran celebrando estos días era actuar como si todavía
esperaban el advenimiento del Mesías. Y ustedes pueden ver el uso. ¿Si el
apóstol miró la necesidad de decir esto a la gente que continuaba observando a
los días que habían sido ordenado antes, pero ahora obsoleto, qué diría él a la
gente, hoy en día, que observan los días santos especiales que nunca ordenó
Dios?
A este punto necesitamos fijarnos
de lo que dijo Pablo sobre esto en Romanos
14. Aquí el apóstol dio instrucciones al fuerte para ser paciente con el
débil, porque el débil todavía no entendía la libertad que él tenía en
Jesucristo. De hecho ellos ya no más estaban bajo cualquier obligación de
observar incluso los días especiales que Dios había, hace una vez, designado a
través de Moisés. Pero el problema era que algunos de los miembros de la
iglesia en Roma todavía no entendían esto. Y, mientras que fuera solamente un
miembro particular de la iglesia que fue afligida con esta debilidad
lamentable, Pablo estaba dispuesto de ser paciente con él. Él estaba dispuesto,
es decir para tolerar en membresía de la iglesia a una persona quien sentía
obligado-por tener una conciencia mal informada – de observar éstos días. En Gálatas 4, sin embargo, el apóstol
tenía una diversa preocupación en vista. En este caso la iglesia en conjunto se
había sometido a un yugo de esclavitud. La iglesia de los Gálatas, como
congregación, se había rendido a las demandas ‘del débil’ observando estos días
de una manera institucional. Y cuando sucedió esto el apóstol era muy
inflexible en su oposición. La razón es que es incorrecto que la iglesia haga
una parte de su adoración corporativa a cualquier cosa que Cristo no ha
mandado. Es una cosa, decir, tolerar la debilidad en miembros individuales.
Pero es otra cosa cuando esta opinión errante es impuesta sobre toda la
congregación. [Aún esto es exactamente lo que vemos hoy en día en la mayoría de
las iglesias reformadas.]
[6] La advertencia de Pablo a los
Colosenses
Consideren también la
iglesia de Colosas. A esta iglesia el apóstol escribió: «Por tanto, nadie os
juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, ó
de sábados» (2:16). Él también los
advirtió para no ser estafados por los que intentaron inducirles en delicias
«afectando humildad y culto á los ángeles» (2:18). «Tales cosas» dice Pablo «tienen á la verdad
cierta reputación de sabiduría en culto voluntario» (v.23). Aquí, otra vez,
tenemos un uso del principio que dice que ‘lo qué no es ordenado por lo tanto
es prohibido.’
[7] El libro de Hebreos
El libro entero de Hebreos
es, entre otras cosas, una extendida aplicación del principio regulador.
Sostiene que el sistema entero de adoración, ordenado por Dios bajo la
administración Mosaico del pacto de Dios, es ahora obsoleto (8:13). ¿Y qué tenemos en su lugar? La respuesta es que tenemos ‘lo auténtico’ -
no las viejas «copias» de cosas divinas, sino “las cosas divinas mismas” (9:23). En cuanto que la gente de Dios, en la época
de Moisés, vino a una montaña terrestre (12:18), nosotros «venimos al monte
Sión… la ciudad del Dios vivo… la Jerusalén divina» y así sucesivamente (12:23).
La iglesia de hoy, es decir, tiene que vivir en el reino de realidades
divinas, y ya no más en el reino del simbolismo vago. ¿Qué pensaríamos de una madre que descuida a
su propio bebé real para subir al ático para jugar con las muñecas de su niñez? Y eso es exactamente lo que estamos viendo en
muchos denominaciones reformadas que hace tiempo fueron firmes –en cuanto ellos
vuelven a los elementos débiles y mezquinos de la adoración ceremonial y
simbólica. Como creyentes bajo el Nuevo
Testamento nosotros tenemos que adorar en la esfera del ‘espíritu y de verdad’,
no en la esfera de lo material y representativo, como nuestros hermanos y
hermanas del Antiguo Testamento hicieron.
Muchas iglesias de hoy,
que se llaman reformados, están clamando
para una vuelta a la adoración ceremonial. Llaman a esto el
‘renacimiento litúrgico.’ Si tales iglesias fueran realmente serias en su
demanda de ser bíblicas, serían bastante constantes de ir hasta el final,
adoptando el sistema entero del Antiguo Testamento. Entonces tendrían un coro compuesto de gente
de la tribu de Levi. Recolectarían a una
orquesta entera en vez de una combinación de su propia opción. E incluso abogarían la reconstrucción del
templo de Jerusalén. Y, si lo hicieran, podríamos por lo menos respetarlos por
ser constantes. Pero, por supuesto, la verdad es que estos ‘elementos débiles y
mezquinos’ de la adoración ceremonial del Antiguo Testamento no tienen ningún
lugar legítimo en la iglesia del nuevo convenio. No necesitamos los coros, las
orquestas, las batas púrpuras, las velas, el incienso, el baile, o el
funcionamiento dramático. ¿Por qué?
Porque estas representaciones vagas solamente son obstáculos de la
realidad de nuestro privilegio tras el Nuevo Testamento; el privilegio de ir en
cada día del Señor—en la observancia fiel de los ejercicios ordenados de la
adoración de Dios—directamente dentro
los lugares divinos y a la presencia de Jesucristo. Qué el Señor restablezca y reforme Su iglesia
otra vez de modo que pare de volverse a lo débil y mezquino, y vuelva a la
simplicidad y a la belleza de la adoración espiritual.
¿Cuál debe ser nuestra
actitud frente a éste privilegio impresionante? ¿Estamos con la libertad de
hacer como nos place, de formar nuestro propio ‘estilo’ de adoración, mientras
que el pueblo de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento tenían que estar
seguros que adoraban a Dios solamente como Él mandó? No, la verdad se ubica en la dirección
opuesta: nosotros-sobre todo-deberíamos aborrecer y rechazar todas estas
innovaciones. ¿Qué no es esto la base
del siguiente advertimiento? «Mirad que no desechéis al que habla. Porque si aquellos no escaparon que
desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháramos
al que habla de los cielos…Así que, tomando el reino inmóvil, retengamos la
gracia por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; Porque
nuestro Dios es fuego consumidor» (Heb.
12: 25, 28, 29). Si nos atrevemos a inventar nuestra propia manera de
adoración, cuando Dios nos ha dicho del cielo lo que Él requiere de nosotros,
nuestro pecado será muy mayor que el de los Israelitas bajo el antiguo
administración del convenio. La manera de adoración bajo el nuevo convenio
ahora ha sido instituida por Jesucristo.
A diferencia de la adoración del antiguo convenio, nunca será
reemplazada hasta que nuestro Señor vuelva.
¡Qué atrevido y audaz sería, pues, para cualquiera de nosotros de
suponer cambiar lo que Él ha ordenado!