jueves, 1 de septiembre de 2016

15 razones del por qué el yoga no es cristiano y sí es sumamente peligroso

1. Disciplina o práctica milenaria, mística-espiritual hindú (1,800 a.C.). Sus posiciones y ejercicios son inseparables de su cosmovisión; "no hay hinduismo sin yoga, y no hay yoga sin hinduismo".

2. Fueron Christopher Isherwood y la Sociedad Teosófica quienes trajeron a Occidente el budismo zen y el yoga del Oriente. No se conocían antes estas creencias ni en Estados Unidos ni en Europa. Los gobiernos estadounidense y británico impulsaron sus planteamientos. La Sociedad Teosófica fue dirigida por masonas y ocultistas (Helena P. Blavatsky, Annie Besant, Alice Bailey).

Fuente: José Lesta y Miguel Pedrero, Claves Ocultas del Poder Mundial, Ed. Edaf, Madrid, 2005.
3. En cualquiera de sus formas, la finalidad del yoga no es únicamente la relajación, la correcta respiración ni el bienestar o control físico, sino la "iluminación". Es una "vía de perfección" (de 8 pasos) a través del control de los "elementos físicos y psíquicos" de la persona que pretende el "nirvana" (extinción el sufrimiento) para alcanzar la "iluminación" (apertura del "tercer ojo") y la "unión con Dios". Los primeros 5 pasos (disciplina moral, purificación corporal y espiritual, posturas gimnásticas-corporales, control respiratorio y desconexión sensorial) dicen los yoguis hindúes, son la preparación para alcanzar los grados más altos del "yoga regio" o "raja yoga".
Fuente: Manuel Guerra Gómez, Las sectas y su invasión del mundo hispano: una guía, EUNSA, Navarra, 2003, p. 491 y 992.

4. La "Iluminación" se lograría despertando a "Shiva" (dios hindú) en forma de serpiente ("kundalini"),que se dice mora al final de la espina dorsal, o bien, en los genitales, con objeto de que ascienda desde ese punto por la columna vertebral y vaya "activando" uno a uno los 6 o 7 "chakras" (supuestos "centros de energía" ubicados a lo largo del cuerpo) y así se una a su esposa "Parvati" (diosa "energía") que le espera en la cabeza. El enlace Shiva-Parvati abriría el "tercer ojo" a nivel psíquico y ¿físico? Esta es la meta del "yoga kundalini" y de la "meditación dinámica".
Fuente: Fernando D. Saraví, Invasión desde Oriente: Los peligros de las nuevas filosofías hinduistas, Clie, Barcelona, 1995, p. 185-186. Mitch Pacwa, Los católicos y la nueva era, Florida Center for Peace, Miami, Florida, 1992, p. 256. La Biblia nos dice en Mateo 4, 10: “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, sólo a Él darás culto”.

5. Instructores y difusores de esta disciplina como Ana Paula Domínguez (Directora del Instituto Mexicano del Yoga) confirman que, en efecto, las diferentes posiciones de ese método encarnaban al dios "Shiva" a quien solían adorar mediante un símbolo fálico llamado "linga", y que "el objetivo era obtener la liberación al fundirse con aquella poderosa deidad".
Fuente: Milenio Diario, 12 julio 2002.

6. La apertura del "tercer ojo" ha sido motivo de interés de los yoguis, swamis y "maestros" orientales, como también de los ocultistas occidentales, pues afirman que con ello se tiene acceso al conocimiento de todo cuanto existe, de toda la realidad aún de la sobrenatural (por ejemplo, sobre el futuro). Por ello, personalidades como el fundador del satanismo, Aleister Crowley (“el satanista más depravado de todos los tiempos”) y Jon Klimo (el "médium" más famoso de la historia), practicaban y recomendaban ampliamente el yoga.
Fuente: Jaime Duarte Martínez, Nueva Era vs. Buena Nueva, México, 2007, p. 64 y 329.

7. Asociaciones como la Masonería (excomulgada por la Iglesia Católica) promueven dicha práctica oriental. En el ritual llamado "Paladión", el segundo paso (de cinco en total) consiste en la "iluminación" o apertura del "tercer ojo". Willian Shnoebelen (ex satanista y ex masón) quien practicó el ritual, afirma que ese ojo ("el Ojo que todo lo ve") "es el punto de contacto entre los humanos y la conciencia de Lucifer" y se comienza a "pensar como él piensa y a ver con sus ojos... No es una buena experiencia".
Fuente: William Shnoebelen, La Masonería más allá de la luz, Chick Publications, California, 1997, p. 197.

8. Gopi Krishna, ex yogui de Cachemira quien introdujo la teoría del "Kundalini" ("energía vital" y "serpiente"), estuvo a punto de caer en locura completa en 1937, mientras meditaba sobre su "chakra" superior (o "tercer ojo"). Dijo: "De aquí en adelante, durante largo tiempo, tuve que vivir pendiente de un hilo, debatiéndome entre la vida y la muerte, entre la salud y la enfermedad...". "He pasado por casi todas las etapas de... tipos de mente: mediúmnica, psicótica y otros; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura".
Fuente: Abraham Dastferrez, Nueva Era, Ed. Clie, Barcelona, 2000, p. 235.

9. El Swami Prabhavananda advierte sobre los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración yoga: "A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar". Los ejercicios respiratorios tienen como finalidad, en la religión hindú, aspirar el prana = la esencia del éter, el Atman-Brâhman, lo divino, la “fuerza vital” (“la energía”). Asimismo, el yogui Shakta Kaur Khalsa afirma: "El mito de que el kundalini es peligroso sólo sería posible mediante una muy mala práctica... la técnica y preparación adecuadas son el aislante necesario para el flujo correcto de la energía kundalini".
Fuente: Michel Gleghorn, “El yoga y el cristianismo: ¿son compatibles?, en:http://www.ministeriosprobe.org/docs/yoga-esp.html#text19; y Shakta Kaur Khalsa, Kundalini Yoga, Ed. Alamah, 2001, p. 10.

10. Ana Paula Domínguez y Marco Antonio Karam (Director de Casa Tíbet México), reconocieron juntos en el programa radiofónico "¿Qué tal Fernanda?" en 2004, que el yoga puede presentar un riesgo para quienes lo practican, debido, en parte, a que en México existen numerosos institutos o escuelas no autorizados para enseñarlo.

11. El Pbro. Manuel Guerra, un importante investigador de las sectas, afirma que es un riesgo "suprimir la conciencia", pues según el segundo principio del "sutra" (discurso de Buda) "el yoga consiste en impedir que la conciencia/pensamiento tome formas diversas", o sea, en la "cesación de la actividad mental".
Fuente: Manuel Guerra Gómez, Las sectas y su invasión del mundo hispano: una guía, EUNSA, Navarra, 2003, p. 992.

12. El Pbro. Alfonso Uribe Jaramillo considera: "El yoga puede ser instrumento válido para el hindú que busca con sinceridad la salvación y no ha conocido la verdad revelada por el Verbo de Dios. Pero para el cristiano es un camino erizado de peligros y, a la larga, si no lo aparta de Jesucristo, lo llevará a una gran confusión, pero no a la verdadera perfección cristiana".
Fuente: Alfonso Uribe Jaramillo, Ángeles y demonios, Lumen, Argentina, 1995, p. 205.

13. El Cardenal Norberto Rivera Carrera señala: "El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra "yoga" significa "unión". Habría que preguntarnos: ¿unión con qué?".
Fuente: Norberto Rivera Carrera, 18 preguntas sobre la Nueva Era, México, 1996, pregunta 16.

14. El Consejo Pontificio para la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano ubican al yoga como parte de las muchas prácticas de la New Age, al tiempo de cuestionarla como forma de "iluminación".

15. Existen ya testimonios de posesiones demoníacas, parciales o totales, en personas que practicaron el yoga. Los mismos ocultistas y médiums ya mencionados, nos confirman lo anterior, pues usaban su cuerpo con esta técnica para entrar en contacto con los "muertos" (espíritus malignos).

Por lo tanto, el Yoga es una forma actual de idolatría, esoterismo, neopaganismo, ocultismo, adivinación, comunicación "mediúmnica" y posesión diabólica.
Yoga y cristianismo son esencialmente incompatibles.
No diga ahora… que no sabía.

Por Jaime Duarte Mtz.

Soli Deo Gloria


El yoga y el cristianismo: ¿son compatibles?

¿Qué es el yoga? 

Para muchos en Occidente, el yoga es simplemente un sistema de ejercicios físicos, una forma de fortalecer el cuerpo, aumentar la flexibilidad, y aun sanar o impedir varias enfermedades del cuerpo. Pero si investigamos la historia y la filosofía del yoga, descubrimos que “muchos más que un sistema de ejercicios físicos para la salud, el yoga es . . . una antigua senda hacia el crecimiento espiritual”. Es una senda venerada en gran parte de la literatura sagrada de India.{1} Por lo tanto, si realmente queremos tener una mejor comprensión del yoga, debemos excavar bajo la superficie y analizar las raíces históricas del tema.

Pero antes de comenzar a excavar debemos comprender primero lo que significa en realidad el término “yoga”. “Según la tradición, ‘yoga’ significa ‘unión’, la unión . . .del ‘jiva’ (el yo transitorio) finito con el ‘Brahmán’ (yo eterno) infinito”.{2} El término “Brahmán” suele usarse para el concepto hindú de “Dios”, o Realidad Última. Es una sustancia impersonal y divina que “permea, envuelve y subyace todo”.{3} Con esto en mente, veamos brevemente tres textos clave que nos ayudarán a describir el origen y el desarrollo del yoga dentro de India.

Aparentemente uno puede rastrear tanto la práctica como la meta del yoga hasta los Upanishads mismos, que fueron escritos probablemente entre 1000 y 500 a.C.{4} Un Upanishad nos dice: “Une la luz dentro de ti con la luz de Brahmán”.{5} Claramente, entonces, la meta del yoga (es decir, la unión con Brahmán) es al menos tan antigua como los Upanishads.

Además, la palabra “yoga” suele aparecer en el Bhagavad Gita, un texto hindú clásico, posiblemente escrito tan atrás como el quinto siglo a.C.{6} En el capítulo 6, Krishna dice: “Así llega el gozo supremo al yogui . . . que es uno con Brahmán, con Dios”.{7}

Finalmente, alrededor del año 150 d.C., el yogui Patanjali sistematizó el yoga en ocho “miembros” en sus Yoga Sutras. Estos ocho miembros son como una escalera que supuestamente lleva al yogui de la ignorancia a la iluminación. En orden, estos ocho miembros son: yama (autocontrol), niyama (ritos religiosos), asana (posturas), pranayama (ejercicios de respiración), pratyahara (control de los sentidos), dharana (concentración), dhyana (contemplación profunda) y samadhi (iluminación).{8} Es interesante señalar que las posturas y los ejercicios de respiración, a menudo considerados la totalidad del yoga en Occidente, son los pasos tres y cuatro a lo largo del camino “real” hacia la unión con Brahmán.

Vemos que el yoga es una antigua disciplina espiritual profundamente arraigada en la religión del hinduismo. Ante esto, debemos preguntarnos sinceramente si es realmente prudente que un cristiano esté involucrado en la práctica del yoga. A continuación, seguiremos nuestra discusión estudiando algunas de las importantes diferencias doctrinales entre el yoga y el cristianismo.

El yoga y el cristianismo: ¿Cuáles son las diferencias?

Muchas personas hoy (incluyendo algunos cristianos) están dedicándose al yoga. Más adelante consideraremos si la filosofía del yoga puede ser separada realmente de la práctica del yoga, pero primero debemos establecer que hay diferencias doctrinales cruciales entre el yoga y el cristianismo. Consideremos brevemente algunas de estas diferencias.

Primero, el yoga y el cristianismo tienen conceptos muy diferentes de Dios. Como hemos dicho antes, la meta del yoga es experimentar la unión con “Dios”. Pero, ¿qué quieren decir los yoguis cuando hablan de “Dios” o de Brahmán? Precisamente, ¿a qué se nos alienta a “unirnos”? La mayoría de los yoguis conciben a “Dios” como una sustancia impersonal y espiritual, coextensiva con toda la realidad. Esta doctrina se denomina panteísmo, el punto de vista de que todo es “Dios”. Difiere marcadamente del teísmo del cristianismo bíblico. En la Biblia, Dios se revela como el Creador personal del universo. Dios es el Creador; el universo, su creación. La Biblia mantiene una cuidadosa distinción entre ambos.{9}

Una segunda diferencia entre el yoga y el cristianismo tiene que ver con sus visiones del hombre. Dado que la filosofía yoga enseña que todo es “Dios”, se deduce necesariamente que el hombre también es “Dios”. El cristianismo, sin embargo, hace una clara distinción entre Dios y el hombre. Dios es el Creador; el hombre, una de sus criaturas. Por supuesto que el hombre es único porque, a diferencia de los animales, fue creado a la imagen de Dios.{10} No obstante, el cristianismo difiere claramente del yoga en su insistencia absoluta en que Dios y el hombre son distintos.

Finalmente, consideremos brevemente cómo el yoga y el cristianismo conciben de forma diferente el problema fundamental del hombre, así como su solución. El yoga concibe el problema del hombre principalmente en términos de ignorancia; el hombre simplemente no sabe que él es “Dios”. La solución es la iluminación, una experiencia de unión con “Dios”. Esta solución (que es la meta del yoga) sólo puede ser alcanzada a través de un gran afán y esfuerzo personal. El cristianismo, sin embargo, considera que el principal problema del hombre es el pecado, el no conformarse al carácter y las normas de un Dios moralmente perfecto. El hombre, por lo tanto, está alienado de Dios y necesita reconciliación. La solución es Jesucristo, “el Cordero de Dios que quita el pecado del hombre”.{11} A través de la muerte de Jesús en la cruz, Dios reconcilió al mundo con Él.{12} Ahora llama a los hombres a recibir libremente todos los beneficios de su salvación a través de la fe en Cristo sólo. A diferencia del yoga, el cristianismo considera a la salvación como un regalo gratuito. Sólo puede ser recibido; nunca puede ganarse.

Claramente, el cristianismo y el yoga son puntos de vista mutuamente excluyentes. Pero, ¿son iguales todos los tipos de yoga? ¿Acaso no hay al menos uno que se ocupa exclusivamente de la salud física y el ejercicio? A continuación consideraremos más detenidamente el hatha yoga, el tipo de yoga que suele considerarse puramente físico en su naturaleza.

¿Qué es el hatha yoga?

En este artículo aprendimos que el yoga es una antigua disciplina espiritual arraigada en un sistema de creencias que es completamente incompatible con el cristianismo. Pero, ¿se cumple esto en cualquier tipo de yoga? ¿Acaso el hatha yoga no se ocupa simplemente del desarrollo físico y la buena salud?

 El hatha yoga se ocupa principalmente de dos cosas: los asana (posturas físicas) y los pranayama (ejercicios de respiración). Pero es importante darnos cuenta de que tanto el asana como el pranayama juegan un papel importante en el raja yoga (o “yoga real”) de Patanjali. En los tradicionales ocho “miembros” del sistema de Patanjali, asana y pranayama son los miembros tres y cuatro. ¿Cuál es, entonces, la relación entre el hatha yoga y el raja yoga?

Un ex practicante de yoga, Dave Fletcho, dice que las posturas de yoga “evolucionaron como una parte integral del raja . . . yoga”.{13} Él señala que el autor del famoso manual Hatha Yoga Pradipika “presenta al hatha . . . pura y exclusivamente para el logro del raja yoga”.{14} También cita a un estudioso del yoga francés que dice: “el único propósito del . . . hatha yoga es suprimir los obstáculos físicos en el . . . camino real del raja yoga, y el hatha yoga es llamado, en consecuencia, ‘la escalera hacia el raja yoga’”.{15} Fetcho está de acuerdo, y señala que las posturas físicas están “diseñadas específicamente para manipular la conciencia . . . hacia la experiencia consumada del raja yoga, el samadhi: una unión indiferenciada con la esencia primitiva de la conciencia”.{16} Estas afirmaciones deberían dejar bastante en claro que el hatha yoga, o yoga físico, ha sido considerado históricamente como simplemente una forma de ayudar al yogui a lograr la iluminación, el miembro final del raja yoga.

Esto se confirma adicionalmente al considerar el iyengar yoga, tal vez la forma más popular de hatha yoga en EE.UU. El sitio Web para el Instituto de Iyengar Yoga de San Francisco dice: “BKS Iyengar estudia y enseña el yoga tal como se desarrolla en los yoga sutras de Patanjaili [sic] y el Hatha Yoga Pradipika, entre otros textos clásicos. Por lo tanto, los asana, o posturas, son enseñados como uno de los ocho miembros . . . del yoga definidos por Patanjali”.{17} De hecho, el fin último del iyengar hatha yoga es precisamente el mismo del raja yoga de Patanjali.{18} Ambos buscan experimentar la unión con “Dios”, Brahmán, o conciencia universal.

Si todo esto es así, parece cada vez más evidente que el hatha yoga podría terminar por involucrar a sus participantes en algo que es mucho más que el ejercicio físico. Si bien tal vez no sea obvio inicialmente, la meta final del hatha es la misma que toda otra forma de yoga: la unión del yo con una conciencia impersonal y universal. Debemos recordar que la Biblia nunca exhorta a los cristianos a buscar una experiencia así. En todo caso, nos advierte acerca de los peligros potenciales de hacerlo. Ahora consideraremos si la práctica del yoga podría ser en realidad peligrosa, y por qué.

¿Puede ser perjudicial el yoga?

A pesar de sus pregonados beneficios para la salud, hay numerosas advertencias en la literatura de yoga acreditada que previene que el yoga puede ser perjudicial físicamente, mentalmente y espiritualmente, si no se lo practica correctamente.

Por ejemplo, Swami Prabhavananda advierte acerca de los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración del yoga: “A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar”.{19}

Además, muchos yoguis advierten que la práctica del yoga puede poner en peligro la cordura de una persona. Al describir el despertar del “kundalini” (el poder de la serpiente enroscada), Gopi Krishna registra su propia experiencia de la siguiente forma: “Fue variable durante muchos años, dolorosa, obsesiva… He pasado por casi todas las etapas de … tipos de mente: mediúmica, psicótica y otros; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura”.{20}

Sin embargo, finalmente, desde una perspectiva cristiana parecería que el yoga también podría ser perjudicial espiritualmente. Para entender por qué, volvamos a la experiencia del “kundalini”. El erudito de yoga Hans Riecker dice: “El kundalini es el fundamento de todas las prácticas del yoga”.{21} Pero, ¿qué es exactamente el kundalini, y por qué es tan fundamental para la práctica del yoga?

Swami Vivekananda resume la experiencia del kundalini de la siguiente forma: “Cuando se lo despierta a través de la práctica de disciplinas espirituales, sube por la columna vertebral, pasa a través de los distintos centros y llega finalmente al cerebro, en cuyo momento el yogui experimenta el samadhi, o la absorción total en la Deidad”.{22} Y el investigador John White lleva la importancia de esta experiencia aún más lejos al decir: “Si bien la palabra kundalini proviene de la tradición del yoga, casi todas las principales religiones, caminos espirituales y auténticas tradiciones ocultistas del mundo consideran que algo similar a la experiencia de kundalini tiene importancia en la “divinización” de una persona. La palabra en sí tal vez no aparezca… pero el concepto está allí… como una clave para logra la condición divina”.{23}

Al leer descripciones de este tipo sobre el kundalini, o el poder de la serpiente enroscada, un cristiano casi puede oír el siseo de “la serpiente antigua . . . [la cual engaña al mundo entero”.{24} En Edén, aduló a nuestros primeros padres diciéndoles: “Seréis como Dios”.{25} Y, si bien el cristianismo y el yoga tienen conceptos muy diferentes de Dios, ¿no es esto, en esencia, lo que promete el yoga?

Swami Ajaya dijo una vez: “La principal enseñanza del yoga es que la verdadera naturaleza del hombre es divina”.{26} Obviamente, esta no es la visión cristiana del hombre. Pero, si la meta de yoga es que uno realice su divinidad esencial a través de la unión con “Dios”, entonces ¿no debería el cristiano considerar la práctica que conduce a esta realización como algo que potencialmente es dañino espiritualmente? A continuación, concluiremos nuestra discusión preguntando si realmente es posible separar la filosofía del yoga de la práctica del yoga.

¿Puede separarse la filosofía y la práctica?

Hemos visto que el yoga es una antigua disciplina espiritual cuyas doctrinas centrales son completamente incompatibles con las del cristianismo. Aun el hatha yoga, que suele considerarse que se ocupa exclusivamente del desarrollo físico, se entiende mejor como un mero medio para ayudar al yogui a alcanzar la meta de samadhi, o unión con “Dios”. Además, hemos visto que todo yoga, incluyendo el hatha, tiene el potencial para ser dañino físicamente, mentalmente y espiritualmente.

A la luz de esta evidencia, podría parecer que la pregunta: “¿Puede separarse la filosofía del yoga de la práctica del yoga?” ya ha sido contestada en sentido negativo. Y este es, por cierto, el punto de vista de muchos estudiosos del yoga. Dave Fletcho, que perteneció a la Sociedad de Yoga Ananda Marga, ha escrito: “El yoga físico, según sus definiciones clásicas, es inherentemente y funcionalmente incapaz de ser separado de la metafísica religiosa oriental”.{27} Es más, las autoridades en yoga Feuerstein y Miller, al hablar sobre las posturas del yoga (asana) y los ejercicios de respiración (pranayama), indican que este tipo de prácticas son algo más que sólo otra forma de ejercicio; por cierto, son “ejercicios psicosomáticos”.{28} ¿Significa esto que separar la teoría de la práctica es simplemente imposible en el yoga?

Al recorrer cuidadosamente un texto introductorio sobre el hatha yoga,{29} uno ve que se ilustran muchas posturas. Varias de estas podrán ser similares, si no son idénticas, a ejercicios y estiramientos que uno ya está haciendo. Por cierto, si uno participa en un programa de estiramientos regular, esto es muy probable. Esto planteas una importante pregunta. Suponga que estas posturas de yoga del nivel inicial se hacen en un contexto completamente desprovisto de la filosofía del yoga. En un caso como éste, ¿no nos obliga la sinceridad a reconocer al menos la posibilidad de separar la teoría de la práctica?

Si bien detesto estar en desacuerdo con estudiosos que saben muchísimo más del tema que yo, esta distinción me parece válida. Sin embargo, déjeme agregar rápidamente que veo que esta distinción es legítima sólo al inicio de este tipo de prácticas, y sólo con relación a las posturas. Los ejercicios de respiración, por varias razones, siguen siendo problemáticos.{30} Pero esta distinción plantea todavía otra pregunta, porque ¿cuántas personas comienzan un programa de ejercicios con la intención de nunca avanzar más allá del nivel más básico? Y, dado que por la naturaleza misma de la práctica del yoga, esta distinción sólo podría ser válida en las primerísimas etapas, ¿por qué querría un cristiano iniciar jamás este proceso? A mí me parece que, si alguien quiere un programa de ejercicios con beneficios físicos similares al yoga, pero sin el equipaje espiritual negativo, debería considerar el aerobismo de bajo impacto o acuático, el ballet acuático o simplemente el estiramiento.{31} Estos programas pueden ser igualmente beneficiosos para el cuerpo, sin poner en peligro al alma potencialmente. En mi opinión, entonces, los cristianos harían bien en nunca comenzar la práctica del yoga.

Notas:
1. Essence and Purpose of Yoga: The Initiatory Pathways to the Transcendent (Massachusetts: Element Books, Inc., 1996), contraportada.
2.    The Watchman Expositor (Vol. 18, No. 2, 2001): 5.
3.    Ibid.
4.    Ibid., 6.
5.    Ibid., citado en Swami Prabhavananda and Frederick Manchester, The Upanishads: Breath of the Eternal (New York: New American Library, 1957), 120ff.
6.    Bhagavad Gita, trad. Juan Mascaro (New York: Penguin Books, 1962), contraportada.
7.    Ibid., 71.
8.    John Ankerberg and John Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 1996), 601.
9.    Ver Romanos 1:18-25.
10. Ver Génesis 1:26.
11. Juan 1:29.
12. Ver 2 Corintios 5:19.
13. Dave Fetcho, “Yoga,” (Berkeley, CA: Spiritual Counterfeits Project, 1978), citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 602.
14. Ibid., 603.
15. Ibid.
16. Ibid., 602.
17. Ver “Source and Context: Patanjali and Ashtanga Yoga” en http://www.iyisf.org. Esta cita fue tomada del sitio el 1 de marzo de 2002.
18. Ibid.
19. Swami Prabhavananda, Yoga and Mysticism (Hollywood, CA: Vedanta Press, 1972), 18, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 604.
20. Gopi Krishna, The Awakening of Kundalini (New York: E.P. Dutton, 1975), 124, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 608.
21. Hans Ulrich Rieker, The Yoga of Light: Hatha Yoga Pradipika (New York: Seabury Press, 1971), 101, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 606.
22. Swami Vivekananda, Raja Yoga (New York: Ramakrishna-Vivekananda Center, 1970), 16, citado en Scott, “Exercise or Religious Practice? Yoga: What the Teacher Never Taught You in That Hatha Yoga Class,” 5.
23. John White, ed., Kundalini Evolution and Enlightenment (Garden City, NY: Anchor, 1979), 17, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 606.
24. Ver Apocalipsis 12:9.
25. Ver Génesis 3:5.
26. Swami Rama, Lectures on Yoga: Practical Lessons on Yoga (Glenview, IL: Himalayan International Institute of Yoga, Science and Philosophy, 1976, rev.), vi, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 596.
27. Dave Fetcho, “Yoga,” 2, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 600.
28. George Feuerstein and Jeanine Miller, Yoga and Beyond: Essays in Indian Philosophy (New York: Schocken, 1972), 27-28, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 600.
29. Por ejemplo, Richard Hittleman, Introduction to Yoga (New York: Bantam Books, 1969)
    30. Por ejemplo, los ejercicios respiratorios pueden ser físicamente peligrosos. Sri Chinmoy escribió: “Practicar pranayama sin una guía verdadera es muy peligroso. Conozco tres personas que han muerto como resultado de hacerlo…” Ver Great Masters and the Cosmic Gods (Jamaica, NY: Agni Press, 1977), 8, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 604. Sin embargo, además, desde una perspectiva cristiana este tipo de ejercicios pueden ser mentalmente y espiritualmente peligrosos (al menos potencialmente) porque pueden inducir estados alterados de conciencia que pueden hacer que uno esté más vulnerable al engaño demoníaco. Por cierto, el psicólogo Ernest L. Rossi ha escrito con relación al pranayama: “La manipulación manual del ciclo nasal durante la meditación (dhyana) es la técnica más meticulosamente documentada para alterar la conciencia”. Ver Benjamin B. Wolman and Montague Ullman, eds., Handbook of States of Consciousness (New York: Van Nostrand Reinhold, 1986), 113, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 595.
31. Por supuesto que este tipo de programas necesitan ser adaptados a las necesidades y metas de la persona. Siempre es bueno hablar con su médico antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios.
Por Alejandro Field 
Soli Deo Gloria
  

miércoles, 31 de agosto de 2016

Dios no es Autor del Pecado

Pero algunos tal vez digan: Si Dios interviene en el ordenamiento de todas las cosas que acontecen, también lo hace en el pecado de los hombres.

Mi respuesta es: No, en absoluto; él no tiene nada que ver con el pecado de ningún hombre. Dios no puede ir en contra de su propia naturaleza, ni efectuar acción impura alguna, igual que el sol no puede oscurecerse. Aquí has de tener cuidado con dos cosas: así como no debes pensar que Dios sea ignorante de los pecados de los hombres, tampoco debes considerar que él intervenga en dichos pecados. ¿Es factible que Dios sea el autor del pecado y el vengador del mismo? ¿Sería lógico que Dios hiciera una ley contra el pecado y que luego tomara parte en el quebrantamiento de su propia ley?  Dios, en su providencia, permite los pecados de los hombres. “En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos” (Hch 14:16). Dios permitió su pecado, lo cual nunca habría hecho de no poder sacar un bien del hacerlo. De no haberse permitido el pecado, no se hubieran conocido tan bien ni la justicia de Dios al castigarlo, ni su misericordia al perdonarlo. El Señor se agrada en permitir el pecado, pero no toma parte en el mismo.

¿Pero no se dice que Dios endureció el corazón de Faraón? Esto es almo más que meramente permitir el pecado…

Dios no infunde maldad en los hombres, simplemente retira la influencia de sus dones y, entonces, el corazón de ellos se endurece por sí mismo, de igual modo que, al retirarse la luz, la oscuridad enseguida invade el aire; pero sería absurdo, sin embargo, decir que es la luz lo que oscurece el aire. Observarás que se dice de Faraón que endureció su propio corazón (cf. Ex 8:15). Dios no es el causante del pecado de hombre alguno: es cierto que interviene en la acción donde se encuentra el pecado, pero no toma parte en el pecado de la acción. Un hombre puede tocar un instrumento desafinado, pero la discordancia procede del instrumento; de igual manera, las acciones de los hombres, en tanto en cuanto son naturales, proceden de Dios, pero, en lo referente a u pecaminosidad, vienen de los propios hombres, y Dios no interviene en ellas en absoluto.
Tratado de Teología, por Thomas Watson

Soli Deo Gloria


Lugares Altos

“SÓLO QUE LOS LUGARES ALTOS NO FUERON QUITADOS; EL PUEBLO TODAVÍA SACRIFICABA Y QUEMABA INCIENSO EN LOS LUGARES ALTOS”, 2 REYES 15:4

A pesar de que Azarías tuvo muchos logros, no destruyó los lugares altos, donde se encontraban los santuarios de Judá, de la misma manera que tampoco lo hicieron su padre Amasías y su abuelo Joás. Azarías imitó a los reyes de los cuales había escuchado historias y que había observado mientras crecía. Aun cuando el padre y el abuelo de Azarías fueron básicamente reyes buenos, eran modelos deficientes en ciertas áreas importantes. Para levantarnos por encima de la influencia de modelos deficientes, debemos buscar modelos mejores. Cristo nos provee un modelo perfecto.

En los tiempos de Elías y Eliseo, había una constante entre los reyes que buscaron al Señor. Vemos una y otra vez en 2 Reyes que ellos obedecían las ordenanzas del Dios de sus padres y se volvían de sus malos caminos, pero no completamente. Algunos, como Jehú, se dedicaron en hacer cumplir las palabras del Señor, y erradicaron por completo a los seguidores de Baal, al templo de Baal y a los sacerdotes; pero no destruyeron los lugares altos. Estos eran los lugares donde el pueblo iba a sacrificar y quemar incienso a falsos dioses.

Entonces, podemos ver que ellos seguían los estatutos del Señor, pero “los lugares altos no fueron quitados”. No habían examinado cada parte de su reinado para erradicar toda idolatría y pecado.

Esto me recuerda a nuestras propias vidas como cristianos. Por la gracia soberana de Dios, somos contados entre las filas de Cristo, hemos entregado nuestras vidas al Señor que nos rescató del pecado y de la muerte eterna, perseguimos Su voluntad y procuramos guardar Sus palabras. Pero viene la pregunta: ¿se escribirá de nosotros que no hemos quitado los lugares altos?

La Biblia dice que el rey Azarías “hizo lo recto ante los ojos del Señor…Sólo que los lugares altos no fueron quitados” (2 Re. 15:3-4). Es cómo si dijese: “Caminaba recto ante el Señor, pero…”. Los lugares altos nos hablan de idolatría, y de una que el Señor tiene en cuenta. Es cierto que no siempre vemos las consecuencias inmediatas para los reyes de Israel, pero para Dios no era algo menor. Vez tras vez el Espíritu Santo inspiró y guió a que se escribiera sobre esta porción que no había sido entregada al Señor.

¿Se escribirá de nosotros que no hemos quitado los lugares altos?

Bien dijo Juan Calvino que el corazón humano es una fábrica de ídolos, y es muy posible que algunos de ellos que aún permanecen en nuestro corazón. Estos son los “peros” en nuestra vida: lugares altos que no hemos erradicado en pos de la completa santidad.

Examinemos nuestra vida a la luz de la Palabra de Dios, y pidamos al Padre de todas las luces que traiga un resplandor de santidad a cada rincón de nuestro ser. Tomemos los lugares altos y derribémoslos para vivir una vida cada día más entregada al Señor que nos rescató.

Sin importar cómo fue criado, ni quién influyó en su vida, usted puede avanzar más allá de esas limitaciones al tomar como ejemplo a Cristo y al tratar conscientemente de vivir como El lo hizo.

¿Qué lugar alto te está pidiendo el Señor que entregues en el altar de la obediencia y santidad?
Soli Deo Gloria



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Entonces…¿Para qué predicar el evangelio?

Hay un argumento muy frecuente contra la doctrina bíblica de la elección. Es el siguiente: “Si Dios elige a los que han de ser salvos, entonces… ¿para qué predicar el evangelio? de todos modos van a ser salvos”.  Con esta respuesta quienes están en contra de la elección soberana de Dios pretenden acorralar a quienes la proclaman.

Ahora bien, ese argumento transmite mucho de lo que estas personas creen. Sin darse cuenta, están diciendo más de lo que quieren decir; por sus mismas bocas están revelando sus verdaderos pensamientos, su entendimiento del evangelio y sus profundas motivaciones.

Creen que la motivación de la predicación es solamente la salvación.

Creen tener un papel muy protagónico en la salvación.

Creen que la predicación del evangelio es incompatible con la elección de Dios.

Ampliando:

1.- Al decir: “Si Dios elige a los que han de ser salvos, entonces… ¿para qué predicar el evangelio?” están diciendo que la salvación de las personas es la única motivación para predicar el evangelio. Si así no fuera, ellos mismos tendrían la respuesta a su pregunta. Sin embargo al mirar la escritura encontramos que la motivación de la proclamación del evangelio no es solamente la salvación, hay por lo menos otras dos motivaciones para hacer todo lo que hacemos. Quizás la más sublime que todo hombre debe buscar es LA GLORIA DE DIOS.  Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. (1 Corintios 10:31). Y por supuesto esto incluye la predicación. Si el propósito fuera la salvación solamente, cuando el evangelio es predicado y nadie se convierte todo sería vano. Cuando se busca la gloria de Dios en el evangelismo, el propósito se cumple independientemente del resultado.  Dios fue glorificado cuando se le predicó a Lidia como también cuando se le predicó a Agripa, pese a que la primera se convirtió y el segundo por “poco” se persuade. El resultado no frustra el plan. En segundo lugar, no por eso menos importante,  la motivación para la predicación de evangelio es LA OBEDIENCIA.Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. (Mateo 16:15)  Cada vez que predicamos el evangelio verdadero obedecemos la gran comisión. También podemos cumplir esta tarea independientemente de que las personas se conviertan o rechacen al salvador. Muchas veces no vemos como desobediencia cuando omitimos predicar el evangelio, deberíamos recordar al apóstol Pablo cuando dijo: “porque me es impuesta necesidad; y !!ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16)  En tercer lugar, la motivación para predicar el evangelio es LA SALVACIÓN de los pecadores. Aquí este punto toma su lugar correcto. Si me enfoco en este aspecto y descuido los dos anteriores puedo caer en un error de comprensión del evangelio. Si tenemos las dos motivaciones anteriores entonces cuidaremos de NO ALTERAR el mensaje, ya que si lo hacemos, no estaríamos obedeciendo a Dios y mucho menos buscando su gloria. En estos dos errores caen fácilmente los que no creen en la elección incondicional de Dios para salvación.  Veamos lo que decía el apóstol respecto a quienes anunciamos el evangelio: “Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.”  2 Corintios 2:15-17

2.- Al decir: “Si Dios elige a los que han de ser salvos, entonces… ¿para qué predicar el evangelio?” están diciendo también “es necesario predicar el evangelio, pues Dios no eligió a nadie para salvación”. De este modo, frecuentemente creen tener un rol protagónico en la proclamación del mensaje y por esto son generalmente tan activos en campañas y reuniones para predicar y usualmente generan presión sobre los oyentes para que se decidan por Cristo. De pronto, se ve el rol del predicador un tanto distorsionado. Piensan que el destino eterno de una persona puede estar determinado por la tarea evangelistica. Ejemplo: Si te encuentras con un incrédulo hoy y no le hablas el evangelio, luego mañana te enteras que esa persona murió entonces piensas “si le hubiera predicado, quizás hubiera ido al cielo”.  Esto revela que crees que el destino eterno de cada individuo está abierto mientras vive y que si llegas con el mensaje y la persona acepta a Cristo ese destino es cambiado en ese momento. Esto no es así. El destino eterno de las personas no está determinado por nuestro anuncio del evangelio sino fue determinado por Dios desde antes de la fundación del mundo. No tenemos ningún poder de incidencia en ese destino, solamente podemos ser instrumentos de Dios en la salvación de los elegidos si anunciamos su Palabra. Es cierto, si no predicamos somos desobedientes al mandato divino, pero nuestra desobediencia nunca determina la condenación de nadie. Cada persona será condenada por sus pecados: el alma que pecare, esa morirá. (Jeremías 18:4), Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. (Romanos 1:20)… y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.(Juan 5:29).  Debemos evitar un evangelismo centrado en el predicador. Nosotros no somos lo importante, el tesoro es el mensaje. Dios en su gracia se complace en usar a sus débiles criaturas para una tarea tan sublime, pero el tesoro es el evangelio. “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Corintios 4:7). La salvación de las personas no está en manos de  hombres, si así fuera sería desastroso. No se salva hoy ni uno más del que Dios determinó ni se salvará mañana ni uno menos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. (Romanos 8:30 note “a estos”) La gente no irá al infierno por nuestra culpa, o por nuestra falta de predicación. Esa suele ser una engañosa forma de cargar la conciencia de alguien que no conoce la doctrina bíblica. ¿Piensas que Dios dejará que una persona se vaya al infierno porque un día no le predicaste y así luego te culpará a ti diciéndote: “esta persona se fue al infierno por tu culpa, si le hubieras predicado se habría salvado”? Esa es una carga muy difícil de llevar que yo mismo tuve por mucho tiempo antes de conocer las doctrinas de la gracia.  El consuelo es este: A su tiempo Dios llamará a sus escogidos. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. (Juan 6:37). Aún con ese descanso que nos da saber que Dios es soberano en la salvación debemos recordar también que Dios determinó la forma en ese mensaje llegaría a los perdidos:  “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.” (1 Corintios 1:21). Es un tremendo privilegio y una gran responsabilidad, somos llamados a vivir con pasión por las almas y anunciar con denuedo el mensaje de salvación. Una vez más el apóstol Pablo nos muestra el camino: Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.  (2 Timoteo 2:10)

3.- Al decir: “Si Dios elige a los que han de ser salvos, entonces… ¿para qué predicar el evangelio?” están diciendo también que hay una incompatibilidad entre las dos doctrinas. Sin embargo, la doctrina de la elección de ningún modo es incompatible con la doctrina de la predicación. Las dos son muy importantes y están ampliamente ligadas al tema central de la Biblia: El evangelio. Dios en su plan soberano eligió a quienes ha de ser salvos. Lo hizo por gracia, es decir, no hay ninguna característica, cualidad u obra que hace al pecador salvo; ni siquiera la aceptación del mensaje. El arminiano (quien se opone a la doctrina de la elección incondicional) ve a la aceptación del mensaje y al creer como la parte que el pecador “debe hacer” para ser salvo. Aún así, ellos insisten en que eso no es una obra. En cambio, el que cree en la elección de Dios verá la respuesta al evangelio (creer) como la obra de Dios en una persona, pues reconoce que es incapaz de hacer algo bueno sino por la regeneración de Dios. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. (1 Corintios 2:14), De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. (Juan 3:3) los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios (Juan 1:13)  Él obró en nosotros de tal forma que creímos, lo reconocimos como nuestro salvador con la fe que nos dio por su Palabra. Somos llamados a predicar a toda criatura. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (2 Corintios 5:20) No andamos buscando el rótulo de “elegido” en cada persona para anunciarle el evangelio, eso sólo lo sabe Dios; procuramos ser guiados por Dios para hacerlo, en el poder de su Espíritu, en obediencia y para la Gloria de su nombre. Anunciamos el evangelio del arrepentimiento y la fe en Cristo Jesús y no creemos a toda profesión de fe, esperamos ver frutos para llamarle hermano. Así que, por sus frutos los conoceréis. (Mateo 7:20). Descansamos en que Dios salvará su pueblo. El rey cumple su voluntad.

Esta es la perfecta armonía que hay en su palabra. El plan que Dios está llevando a cabo, el plan de redención se cumplirá y todos los suyos (su pueblo) será salvo pues Cristo murió efectivamente por ellos y de los que el Padre le dio (a Cristo) ninguno se perderá.

…porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.  Mateo 26:28


Fuente: verdadenamor.wordpress.com
Soli Deo Gloria



viernes, 26 de agosto de 2016

Fuerte en Doctrina pero Frío hacia Cristo

El egoísmo, en referencia a las cosas de Cristo, obviamente surge de la frialdad hacia Cristo mismo. Una preferencia de sí a Cristo es su raíz y fuente.

Cualquier cosa, por tanto, que tiende a oscurecer o mantener fuera de la vista de la persona de Cristo debe llevar al egoísmo. Puede ser el amor del mundo; puede ser el amor de la criatura, puede ser el amor a los aplausos del hombre. Estos son los cuerpos oscuros que eclipsan la gloria de un Salvador vivo y nutren el ego.

Pero estos no son todos. Satanás tiene todavía artimañas más profundas. Él se mete en la religión entre nosotros y el Salvador! Los actos religiosos, ordenanzas, deberes, se convierten todos por causa de él en tantos instrumentos para exaltarnos a nosotros mismos y bajar el Salvador.

Pero incluso esto no es todo. Él tiene una artimaña más sutil aún para estos últimos días. Él está tratando de hacer la obra de Cristo un sustituto de su persona, para fijar la atención tanto de la una como de excluir a la otra. El resultado de esto es una religión completamente egoísta y sectaria. Sé que éste es un terreno delicado, pero el mal está aumentando y debe ser dado a conocer.

No son pocos los que están tan ocupados con la verdad, que olvidan "el Verdadero", se ocupan con la fe que pierden de vista de su objeto personal, son dados a meditar en la obra de Cristo que pasan por alto su persona.

¿Qué y quién es Él, parece una cuestión de poca importancia, siempre que sepan que Él ha logrado una obra de la que pueden asegurar la vida eterna. "Somos perdonados", dicen, "tenemos paz; todo está bien." Toman muy poco interés en la persona de Aquel que ha comprado estas bendiciones.

La redención es todo, y el Redentor es nada, o, al menos, muy poco para ellos. La suficiencia de su trabajo es todo, la gloria y la excelencia de su persona, nada.

¿Qué es esto sino egoísmo? Obtenemos todo el beneficio que se pueda de la obra de Cristo, y luego no tenemos ningún deseo por Él! Y este egoísmo se presenta en todas partes, en las acciones y el pensamiento de esta clase de personas.

Podemos rastrear en sus doctrinas: Sus puntos de vista de la expiación son egoístas, se enmarcan no en el principio de cómo Dios consigue cumplir su propósito y su gloria es mostrada, sino simplemente de cómo un pecador ha de ser salvo.

Sus puntos de vista de la soberanía y la gracia de elección de Jehová son egoístas, siendo sólo tantos dispositivos para tomar el pecador fuera de las manos de Dios; y dejándolo en su propio control.

Sus puntos de vista de la obra del Espíritu son egoístas, siendo sólo un intento de hacer que su ayuda parezca menos absolutamente indispensable; y la propia habilidad del hombre y la fuerza de muy considerable en vano en el asunto de la salvación.

Pero aun cuando no se hayan adoptado esas opiniones egoístas de la doctrina, hay una tendencia hacia el egoísmo latente entre muchos, que sólo puede ser atribuido a su descuido de la persona de Cristo!

Su verdad es preciosa; Su trabajo es muy valioso; pero es con El con quien tenemos que tratar principalmente.

Es Jesús! Sólo Jesús! Jesús mismo! quien sentimos que sea absolutamente necesario!

Debemos ir más allá de la verdad "Aquel que es verdadero." La verdad es preciosa, pero en sí mismo es fría. Pero la gloria del Evangelio es lo que nos lleva hasta más allá de la verdad a su manantial de vida! No, nos introduce en el seno mismo del que salió del seno del Padre y ahora ha vuelto a él, llevando consigo todos los que el Padre a Él ha dado; allí, con Él morar en comunión feliz, un mundo sin fin!
Por Horatius Bonar
Soli Deo Gloria