"Si tu teología no te lleva a adorar entonces necesitas una mejor teología."
Una reflexión del teólogo bautista John L. Dagg (1794-1884) quien escribió en su Manual de Teología sobre la pregunta de este post reflexivo.
“El estudio de la verdad
religiosa debe llevarse a cabo y enjuiciarse desde el sentido del deber, y con
miras a la mejora del corazón. Cuando se aprende, no debe colocarse en el
estante, como objeto de especulación; pero debe depositarse en lo profundo del
corazón, donde debe sentirse su poder santificador. Estudiar teología, con el
propósito de satisfacer la curiosidad, o prepararse para un debate, es un abuso
y una profanación de lo que debería considerarse como lo más sagrado. Aprender
cosas pertenecientes a Dios, simplemente por diversión o ventaja secular, o
para satisfacer el mero amor al conocimiento, es tratar al Altísimo con
desprecio”.
Entonces, el propósito de
estudiar las Escrituras, y la teología en general, es adorar a Dios y crecer en
nuestra comprensión de Él. Que todo nuestro estudio se realice con un corazón
anhelante de saber más acerca de Dios, y no solo para producir sermones, tareas
o aumentar nuestro propio intelecto. Oh ¿Simplemente estar leyendo la Escritura
para avanzar con un marcador, de modo que, al final del año, pueda decir:
"He leído la Biblia de principio a fin?"
Cuando venimos al estudio de
las Escrituras deberíamos hacerlo como un acto de adoración. Ahora Cuando
escuchamos la palabra "adoración", no es raro que pensemos
instantáneamente en música e himnos en el Día del Señor. La adoración
congregacional es un momento en que expresamos abiertamente nuestro amor por
Dios, y lo hacemos con reverencia. Pero, cuando se trata de estudiar las
Escrituras o leer teología, a menudo podemos separar esos actos de la función
de adoración; Sin embargo, este no debería ser el caso.
Nos preguntamos ¿Teología? Este
es un término muy amplio. No solamente se refiere a Dios, sino a todo lo que
Dios nos ha revelado en las Sagradas Escrituras. Dentro de la disciplina de la
teología está el estudio de Cristo, que llamamos "cristología".
También incluye el estudio del Espíritu Santo, que llamamos "pneumatología";
el estudio del pecado, que llamamos "hamartiología"; y el estudio de
las cosas futuras, que llamamos "escatología". Estas son
subdivisiones de la teología. Los teólogos también hablan de "la teología
propiamente dicha", que se refiere específicamente al estudio de Dios
mismo.
Ahora particularmente de
nuestro conocimiento de Dios seremos afectados en nuestro vivir y doxología. Dado
que la verdad con respecto a Dios es lo más importante y se afirma que la “teología
es una necesidad racional.”
“La teología es el esfuerzo sostenido de conocer
el carácter, la voluntad y los actos del Dios trino según Él los ha desvelado e
interpretado para su pueblo en las Escrituras… con el fin de que podamos
conocerle, aprender a orientar nuestros pensamientos hacia Él, vivir nuestra
vida en su mundo y según sus términos y proyectar su verdad mediante nuestro
pensamiento y nuestros actos en nuestro propio tiempo y cultura.” David Wells
Recursos
adicionales:
Soli Deo Gloria