Génesis 12, 15, 17, 22
En las últimas
décadas, se ha debatido mucho en revistas teológicas y libros en referencia a
la doctrina bíblica de los pactos. Desafortunadamente, el "hombre en el
banco" a menudo no está al tanto de tal debate. Muchas de las suposiciones
de la Teología del Pacto que simplemente se han dado por sentado han sido
cuestionadas, incluso por los eruditos paidobautistas / reformados.
Ahora en el presente muchos de nosotros
tenemos al menos algo de comprensión sobre los tres pactos generales, el Pacto
de Redención, el Pacto de Obras y el Pacto de Gracia. Sé que el conocimiento de
estos tres pactos es fundamental para aprender más acerca de la teología del
pacto bautista en general. Ahora sin una comprensión adecuada de la naturaleza de
estos tres pactos, es más que fácil equivocarse con todo lo demás. Y si aún no
lo has hecho, te animo a seguir estudiando sobre este tema y espero que esta
breve entrada sirva para glorificar a Dios al ayudar a otros, al menos a
comenzar su estudio sobre los pactos bíblicos.
A veces, a lo largo del
camino, perdemos el rastro de cómo Dios ha revelado el Pacto de Gracia
progresivamente en el Antiguo Testamento (AT). Para el Bautista particular,
Dios reveló el Pacto de Gracia en el Antiguo Testamento en virtud de otros pactos
hechos con su pueblo del Antiguo Testamento. Para mí, los dos pactos más
difíciles de entender han sido el pacto abrahámico y mosaico, en parte porque
están relacionados entre sí, y en parte porque hay una gran cantidad de datos
bíblicos que examinar para asegurarse de que todo los puntos están conectados
correctamente.
El pacto
abrahámico entonces, como todos los pactos bíblicos, debe ser visto como un
"mecanismo" para el cumplimiento del propósito del pacto de gracia,
es decir, la salvación de los elegidos. O si nos gusta utilizar la terminología
alternativa, un "mecanismo" para el cumplimiento del propósito eterno
y la promesa de Dios en Cristo Jesús, es decir, la salvación de los elegidos.
El
Pacto Abrahámico
Hoy es
necesario entonces poner el estudio del pacto abrahámico en el contexto más
amplio del estudio de los pactos bíblicos en general.
Y progresando en la
revelación del Pacto de Gracia de Dios hace otro pacto. Este no es el pacto de
gracia, como creen los presbiterianos, sino un pacto dentro de la progresión
del pacto de Gracia. Dios, con el fin de salvar pecadores por gracia, le
prometió a Adán y a Eva una simiente, luego prometió mantener el mundo establemente para que esa simiente pudiera venir, y más adelante en la historia de la
humanidad llamó a un pagano, un idólatra cananeo llamado Abram, y hace un pacto
con él, en donde le prometió por gracia:
Y así se revela progresivamente
en Génesis 12, 15, 17, 22.
El capítulo 17 es el
capítulo fundamental para comprender nuestro estudio. Y vemos ahí Los elementos importantes que incluyen:
1. El
pacto se hace primero con Abraham v.2 cp. 15:18
2. Él
será el padre de muchas naciones v.4-6 cp. 15:
5, 12: 2
3. El
pacto también se establece con sus descendientes v.7 (su
"simiente")
4. La
tierra de Canaán es un regalo de pacto a sus descendientes v.8 cp. 15:18, 12:7
5. La
circuncisión debía ser el sello del pacto v. 10,11
6. Era
posible "romper" este pacto y así ser cortado v.14
7. Isaac
y sus descendientes serían los herederos del pacto v.18-21
Ahora
en el capítulo 17 se ve el pacto y su
promesa
a. Una
gran descendencia (Génesis 17:2-6)
b. Un
linaje de reyes (Génesis 17:6)
c. Ser
su Dios y el de su descendencia (Génesis 17:7)
d. La
tierra de Canaán (Génesis 17:8)
e. Una
simiente particular por medio de la cual Dios bendeciría a las naciones
(Gálatas 3:16)
Nota: Gal
3:16 nos enseña que hay una dualidad que caracteriza este pacto. Entender
esto es crucial para entender el pacto abrahámico. "El foco del pacto
abrahámico no es Isaac, sino Jesús de Nazaret"
¿Cuál era la señal de ese
pacto? La circuncisión. ¿Qué requería Dios de Abraham? Fe. Abraham debía creer
en esa promesa divina para apropiarse de las bendiciones del pacto. Y lo
que la Biblia nos muestra es que Abraham creyó las promesas del evangelio
encontradas en ese pacto. Y él como cabeza federal de su descendencia por su fe
obtuvo las bendiciones prometidas por Dios para ellos.
Sin embargo, el Nuevo
Testamento nos muestra que los santos del Antiguo Testamento, incluyendo a
Abraham, entendieron esas promesas como algo mucho mayor.
Hebreos
11: 10 afirma que la promesa de una tierra a Abraham era algo
mucho mayor que la tierra de Palestina. Abraham no esperaba una tierra física,
sino, “la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.”
Además, Gálatas 3: 8 nos muestra que
la promesa que creyó Abraham fue el evangelio. Él creyó, afirma Pablo, las
buenas nuevas de la justificación por medio de la fe en Jesucristo, esa
simiente particular que descendería de él, de su pueblo, para bendecir a las
naciones.
Ahora este pacto consiste
de bendiciones físicas aplicables tanto a la simiente espiritual de Abraham
como a la simiente física de Abraham. Es decir que aunque este pacto (el Pacto
de Circuncisión, en adelante el Pacto de Gracia) incluía tanto a los verdaderos
creyentes como a los incrédulos, reveló una promesa que solo sería aplicable a
la simiente espiritual de Abraham.
Esta promesa fue el Pacto
de Gracia, que aún no se había establecido. Se prometió, y así se reveló, pero
en realidad no se hizo (algunos dirían que concluyó) en ese momento. El pacto
de Gracia finalmente se establecería formalmente en la sangre de Cristo.
Un elemento relevante a
considerar son las dos posteridades de Abraham. La línea de Isaac representa la
posteridad espiritual, mientras que la línea de Ismael representa lo físico.
Solo los descendientes espirituales de Abraham (los elegidos) son los
destinatarios de las bendiciones espirituales. Ahora debo señalar que esta es
una visión alegórica de Isaac e Ismael, siguiendo a Pablo en Gálatas 4. No estoy diciendo que todos
los nacidos físicamente de Isaac fueran los elegidos, ni estoy diciendo que
todos los nacidos de Ismael sean réprobos. Más bien, estos dos representan
alegóricamente dos posteridades provenientes de Abraham: una física y otra espiritual.
Debido a que Abraham tiene
dos posteridades, y debido a que solo una de esas posteridades es
verdaderamente el pueblo de Dios, el Pacto de Gracia no pone a todos en el
mismo pacto, sean no regenerados como regenerados.
El Pacto Abrahámico
consistía en israelitas creyentes e incrédulos. Al mismo tiempo, cuando Dios
hizo el Pacto de Circuncisión con Abraham, reveló algo más acerca del Pacto de
Gracia, un pacto que en realidad se establecería en el futuro. En Génesis 17: 1-8 Dios le da a Abraham
una promesa de lo que será el caso. Él dijo:
"Y estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti".
Empezando en el v. 9, sin embargo, Dios realmente
establece un pacto con Abraham en ese mismo momento, el Pacto de la
circuncisión (v. 10). Entonces, encontramos
la palabra de Dios, donde están establecidos promesas futuras que pertenecen
exclusivamente al Pacto de Gracia y sus miembros.
No sería hasta el Nuevo
Testamento que el Pacto de Gracia realmente se establecería en la sangre de
Cristo. Jesús dijo:
"Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre." (Lucas 22:20). Y Pablo, citando a Jesús,
escribió: "De la misma manera tomó también la copa después de haber
cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas
veces la bebáis en memoria de mí. "(1
Corintios 11:25)
Este lenguaje debe verse
frente al telón de fondo de lo que Dios le reveló a Jeremías:
"He aquí, vienen días--declara el SEÑOR-- en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos--declara el SEÑOR; porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días--declara el SEÑOR--. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo." Jeremías 31: 31-34
Dios comienza con,
"vienen días", indicando que este pacto aún no ha sido establecido.
Luego sigue una indicación de diferencia. Este pacto no será como el pacto
anteriormente establecido, que era un pacto quebrantable. En cambio, este pacto
será unilateralmente establecido y sostenido por Dios, y los miembros de este
pacto lo conocerán.
La naturaleza del Nuevo
Pacto es importante de entender si queremos entender apropiadamente el Pacto
Abrahámico. Entonces si el Pacto de Gracia solo está compuesto por personas que
conocen al Señor, es decir, a los creyentes regenerados espiritualmente, se
comprende entonces para estos son las promesas del pacto Abrahámico.
Las promesas del Pacto de
Gracia se aplican retroactivamente en el sentido de que un santo del Antiguo
Testamento podría participar de los beneficios del pacto del Pacto de Gracia (salvación)
antes de que realmente se estableciera.
Conclusión
Solo se hizo un pacto
entre Dios y Abraham, el Pacto de la circuncisión. Se prometió otro pacto a
Abraham y sus descendientes espirituales: el Pacto de la Gracia.
Si fuera el caso que el
Pacto de Circuncisión fuera una administración del Pacto de Gracia ya
establecido, entonces eso indicaría que los incrédulos son los sujetos
apropiados para el cumplimiento de esto de pacto, que en ese momento habría
sido la circuncisión. Pero como el único pacto hecho con Abraham era el Pacto
de Circuncisión y era, como hemos visto, un pacto diferente del Pacto de Gracia,
se entiende ahora que la circuncisión no era un señal de membresía dentro del Pacto
de Gracia a través de la administración del Antiguo Pacto, era un señal de la
membresía del Antiguo Pacto, un pacto diferente separado del Pacto de Gracia
propiamente hablando, que sin embargo contenía una promesa de establecimiento
del Pacto de Gracia en la sangre de Cristo.
Hemos visto
entonces la descendencia natural de los creyentes ya no tiene ningún significado
de pacto. Son muy privilegiados por nacer en un hogar piadoso y recibir
enseñanza paternal, intercesión y espiritualidad. Pero como todos los demás
deben nacer de nuevo para ver el reino de Dios (Juan 3: 3) y solo cuando
ese sea el caso y haya evidencia de arrepentimiento y fe (es decir, el corazón
circuncidado) y, por lo tanto, de la membresía del Nuevo Pacto al ser bautizado
y agregado a la iglesia.
Recursos
Adicionales:
Soli Deo Gloria