Nuestro estudio estará sobre Proverbios
23:15-35, en los cuales el padre piadoso advierte a su hijo contra el
pecado de la embriaguez.
Estudiaremos también otros pasajes que muestran que la Biblia
magnifica la abstinencia total. Hay millones de alcohólicos en cada país y
millones de «bebedores con ese problema». Al menos en las estadísticas nos
dicen que el setenta por ciento de los bebedores empezaron su problema durante
su adolescencia. No sorprende que los cerveceros y fabricantes de bebidas
alcohólicas concentren una gran parte de su presupuesto anual de publicidad
para atraer a los jóvenes.
I. La Biblia advierte en
contra del licor
El padre sabio preocupado le dice al hijo los malos resultados que
obtendrá en su vida si se da a la bebida:
A. Pobreza (vv. 20–21;
21.17)
El versículo 21 da dos razones para no excederse en el vino o la
comida: 1) Llevará a la pobreza (la palabra significa en realidad hace que uno
sea pobre); 2) Llevará a la somnolencia (la palabra "trapos" habla de
ropa que se rasga o se corta en pedazos). Entonces quien es excesivamente indulgente
con el vino está fuera de control.
Los anuncios de licor a menudo muestran a «un hombre de distinción» y
dan la impresión de que la bebida va mano a mano con el éxito y la fortuna. Sin
embargo, la bebida y la pobreza siempre han marchado juntas. Los
estadounidenses gastan millones de millones de dólares al año en alcohol, y
mucho de ese dinero debería comprar ropa, alimento y educación para las
familias de los ebrios. Los alcohólicos pierden muchos días de trabajo cada
año, costándole a la industria millones de dólares en horas hombre, todo lo
cual contribuye a elevar los precios para el consumidor, sea o no bebedor.
B. Miseria (vv. 29–32)
El alcohol es el gran engañador (véase 20.1); promete gozo, pero da tristeza; pretende dar vida, pero
realmente produce muerte. Jamás ha hecho un hogar más feliz ni a una persona
más saludable.
Aquí está, como dijo el Dr. Derek Kidner, "un estudio inolvidable
del borracho...". Esta es la advertencia más larga contra la embriaguez en
Proverbios. Un padre piadoso desafiará a hijo a mantenerse alejado de la
tentación del alcohol.
(Acción # 1): el padre hace
preguntas. 23: 29 - Le pide a su
hijo que mire a la sociedad.
Demasiado alcohol causa grandes problemas emocionales
("aflicción", "tristeza").
Demasiado alcohol causa grandes problemas sociales
("contencioso", "quejarse").
Demasiado alcohol causa grandes problemas físicos
("heridas", "enrojecimiento de los ojos").
Estas cosas son "sin causa", lo que significa que podrían
haberse evitado.
(Acción # 2) - El padre
responde las preguntas. 23:29
El que tiene estos problemas es uno que ama beber. Él ama cualquier
tipo de vino (con especias y sin él) y permanecerá bebiendo durante muchas
horas.
(Acción # 3) - El padre
ordena autocontrol. 23:31
El lenguaje aquí es que no importa qué tan bien se ve o sabe el vino,
no pases mucho tiempo bebiéndolo. Para que el vino se vea rojo, o brille o baje
suavemente, uno debe estar bien en su camino hacia la bebida.
(Acción # 4) - El padre
muestra los efectos. 23: 32-35
Un Efecto Patético - Mata como una serpiente mortal. 23:32
La mordedura de una serpiente es inesperada y rápida, pero sus
resultados son fatales. El alcohol parece inofensivo e inocente, pero es una
bebida mortal a la espera de atacar y destruir.
Y nada ver los resultados: ayes, dolor, rencillas (esto significa
«argumentaciones, peleas»), quejas, heridas en balde, ojos amoratados. Más del
cincuenta y cinco por ciento de los accidentes automovilísticos fatales
involucran conductores ebrios. Cualquiera que piensa que beber da éxito, debe
visitar una misión de rescate en alguna ciudad o escuchar los testimonios en
una reunión de Alcohólicos Anónimos.
Por un momento veamos lo que dice Prov.
20:1 Donde vemos que las
personas sabias evitan la intoxicación alcohólica.
Las palabras hebreas "vino" y "bebida fuerte" son
interesantes; el vino es una bebida fermentada que proviene de las uvas y la
bebida fuerte es una bebida fermentada que proviene de los cereales (muy
similar a la diferencia actual entre el vino y la cerveza). Ahora, quien bebe
hasta el punto de embriagarse, descubrirá que se burlará de él y lo dejará sin
control. Como dijo el Dr. Toy, las palabras "burlador" y
"peleador" implican que esta persona puede volverse violenta, fuerte
e incontrolable. El que se emborracha no es sabio a los ojos de Dios. Si te
conocen como alguien que se emborracha, tus amigos pueden llamarte genial, pero
Dios te llama tonto
El alcoholismo es el problema número tres de salud en Estados Unidos,
después de las enfermedades del corazón y el cáncer.
C. Inmoralidad (vv. 26–28,
33)
La tentación de las mujeres. 23:
27-28
El padre justo advierte a su hijo aquí que se mantenga alejado de las
mujeres ateas. Utiliza dos términos para describirlos: "ramera" (una
prostituta) y "adúltera" (una extranjera, mujer extraña que está
fuera de los límites). Muchos eruditos de la Biblia creen que la primera mujer
probablemente era una mujer soltera y la segunda estaba casada.
(1) Atraerán a un hombre hacia un cautiverio permanente. 23:27
Las palabras "fosa profunda" y "pozo angosto"
describen un lugar donde no hay escapatoria.
(2) Atraerán a un hombre hacia una emboscada desprevenida. 23: 28a
La imagen de "acechar como un ladrón" es la de torcer
cuidadosamente una trampa que tenderá una emboscada a la presa.
(3) Atraerán a un hombre hacia una injusticia creciente. 23: 28b
Las mujeres sin Dios no mejoran la espiritualidad de un hombre; lo
destruyen.
Más de una mujer ha perdido su virtud y carácter debido a la bebida; e
igualmente muchos hombres. Por lo general, beber y desobedecer el séptimo
mandamiento van juntos. El alcohol no es un estimulante; es un narcótico que
afecta al cerebro y hace que la persona pierda el control. El alcohol no es
alimento; es un veneno. Cuando los jóvenes pierden el autocontrol, hay muchas
tentaciones que se muestran seductoras y conducen al pecado.
Causara problemas mentales severos 23:33
Las visiones, las pesadillas, el discurso tonto y la actividad
insensata vienen a uno que se embriaga mucho en el vino. El lenguaje aquí
describe a alguien que pierde el control de las facultades mentales.
D. Inestabilidad (vv.
34–35)
¡Qué cuadro vívido de un ebrio que tropieza! (Y no hay nada de
simpático en un ebrio, sin que importe lo que los comediantes de la televisión hagan.)
La bebida le roba a una persona su estabilidad; no puede andar derecho ni
pensar adecuadamente.
Causara problemas de comportamiento 23:34
Fíjate dónde termina el borracho durmiendo, no en su propia casa
agradable o en su cómoda cama, sino en un barco o en la parte superior de un
mástil.
Causara problemas de disciplina. 23:
35a
El lenguaje aquí es el de uno que está siendo castigado, pero no
siente el castigo.
Causara problemas de adicción. 23:
35b
Cuando un borracho se tranquiliza y sale de su estupor, ansía más
alcohol.
El sabio aquí aconseja aléjate de la inmoralidad y la embriaguez.
Sigue este consejo y serás muy sabio y muy feliz.
Por eso al rey se le advierte que no beba (Prov. 31:4–5).
E. Eternidad en el
infierno (1 Cor. 6.9–10)
Los borrachos van al infierno. Por supuesto, los borrachos pueden
salvarse; véase el versículo 11.
Pero una vez que el alcohol atrapa a la persona, la conversión a Cristo puede
hacerse muy difícil. Quizás el borracho tenga la intención de confiar en Cristo
algún día, pero a lo mejor se le quita la vida antes que llegue ese día.
II. La Biblia magnifica la
abstinencia total
Téngase presente que la palabra «vino» en su Biblia puede referirse a
muchas bebidas diferentes, inclusive el simple «jugo de uva». «Vino nuevo» era
el jugo de uva sin fermentar; véase Mateo
9.14–17. Los judíos algunas veces mezclaban su vino con especias y otros
jugos de frutas (Is. 5.22; 24.9). El
vino y la sidra con frecuencia se mencionan por separado (Dt. 14.26; Pr 20.1). Nótese cómo la Biblia magnifica la abstinencia
total dando muchos ejemplos:
(1) Israel en el desierto no bebió vino (Dt. 29.6). En la Pascua no se usaba vino (Éx. 12.8–10), porque el vino fermentado contenía levadura; y la
levadura estaba prohibida. El vino se añadió a la ceremonia más adelante; pero
Dios no lo ordenó.
(2) Los sacerdotes tenían que abstenerse cuando servían en el templo (Lv. 10.8–10). Como sacerdotes del NT (1 Pe. 2.5, 9), ¿deben los cristianos
tener una norma inferior de servicio diario al Señor?
(3) A los nazareos se les prohibía beber vino (Nm. 6.1–3). Juan el Bautista era tal persona (Lc. 1.15) y Jesús le llamó el más grande predicador nacido de
mujer.
(4) Daniel rehusó «seguir la corriente» (Dn. 1.5, 8, 16; 10.3), y Dios le honró y le exaltó. Contrástese
esto con el borracho Belsasar en Daniel
5 y Herodes en Marcos 6.21ss.
(5) Pablo advierte a los cristianos a no hacer nada que haría tropezar al
hermano (Ro. 14.19–21). Véase
también 1 Corintios 8.13. Los «bebedores
sociales» miembros de nuestras iglesias respaldan una industria maléfica como
cualquier borracho consuetudinario, porque influyen en otros para que beban. Es
más, un «bebedor moral que asiste a la iglesia» es mejor propaganda que el
borracho en plena calle. Pablo contrasta la plenitud del Espíritu con estar
borracho (Ef. 5.18), y en Gálatas 5.21 menciona la embriaguez
como una de las obras pecaminosas de la carne. En 1 Timoteo 5.23 se hace referencia al uso medicinal del jugo de la
uva en una época en la cual los médicos no tenían las medicinas modernas. Decir
que tenemos derecho a usar el alcohol porque se usa en algunas medicinas es tan
razonable como decir que podemos usar morfina u otros narcóticos porque el
dentista o el cirujano las usan en sus pacientes.
(6) Pedro advierte a los creyentes a abstenerse «de los deseos de la
carne que batallan contra el alma» (1 Pe.
2.11); y puesto que la borrachera es un deseo carnal (Gal. 5.21), la abstinencia total es la mejor manera de obedecer
esta admonición. ¿Cómo empieza uno la vida de embriaguez? Con la primera copa.
(7) Los profetas del AT prorrumpían en contra el licor. Habacuc 2.15 pronuncia una maldición
sobre quienes dan una copa a su prójimo; véase Isaías 5.11–22. Amós condenó a los judíos ociosos que tenían que
beber licor en tazones porque sus copas eran demasiado chicas (Amós 6.3–6).
(8) Jesucristo es nuestro mejor ejemplo: «Pero, ¿no convirtió Jesús el
agua en vino?» sí, lo hizo; a cualquier persona que puede hacer lo mismo hoy se
le debería permitir beber el vino. Al final de su ministerio Jesús dijo: «No
beberé más de este fruto de la vid» (Mt 26.29).
¡Hoy Jesús es el abstemio total! Rehusó la copa en la cruz (Mr. 15.23). Casi siempre los que
quieren hacer de Cristo su «ejemplo » para beber señalan versículos como Mateo 11.18–19 y se olvidan de Mateo 26.29. ¿Qué tal en cuanto a la
Cena del Señor? En ninguna parte de la Biblia se usa la palabra «vino» asociada
con la Cena del Señor; o bien es «la copa» o «el fruto de la vid» (Mt. 26.27–29).
Los japoneses tienen un proverbio: «Primero el hombre toma un trago;
luego el trago toma otro trago; luego el trago toma al hombre». ¿Cuál es el
curso correcto para tomar? Rehusar la primera copa y continuar haciéndolo por
el resto de su vida.
Cada vez que algo más que el Espíritu de Dios nos controla, somos
débiles y no somos sabios. Entonces sigue este consejo y serás muy sabio y muy feliz.
El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. (Apocalipsis 22:11)
RECURSOS ADICIONAL:
Mosto,
Vino y Sidra - VISOR
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Soli Deo Gloria