Los Puritanos son conocidos por sus voluminosas obras de espiritualidad,
santidad, teología Bíblica, adoración pura, y devoción, pero poco, o casi nada
de sus escritos filosóficos y menos aún de sus escritos apologéticos a favor de
la creación.
Aunque los Puritanos
escribieron comentarios de cada libro de la Biblia, sus escritos apologéticos
fueron llenos de esa claridad y profundidad intelectual que caracterizaron sus
obras teológicas.
Uno de ellos fue el
Puritano Escocés Thomas Boston. Boston nació en un hogar Presbiteriano Pactante
cuya enseñanza Calvinista formo su mente, carácter y teología.
Boston se convirtió en la figura principal dentro del Puritanismo Inglés y escribió muchas obras que moldearon la teología Reformada Calvinista.
Boston se convirtió en la figura principal dentro del Puritanismo Inglés y escribió muchas obras que moldearon la teología Reformada Calvinista.
Entre sus escritos está el
ensayo acerca de la defensa de la creación como una refutación a la filosofía
humanista que ya se había levantado en Europa en lo que se refiere al origen
del universo.
El breve tratado es
importante, no solo porque fue escrito por Boston, pero porque es una ventana
al ambiente filosófico humanista ateo que se estaba expandiendo en toda Europa,
y esto a unos 150 años antes que naciera Charles Darwin. El escrito nos provee
con buenos argumentos que dentro de su contexto social e ideológico del siglo
17, fue de gran uso para refutar a la idea naturalista del origen del universo.
A continuación comparto un extracto del escrito de Boston el cual es una
"apologética Puritana" del creacionismo.
"El mundo no pudo
haberse creado por sí solo, pues eso sería una contradicción terrible; por
decirlo así, que el mundo fue antes que fuese; pues la causa debe ser siempre
antes de su efecto. Aquello que no es en existencia, no puede tener producción,
pues nada puede actuar antes que exista. Así como nada tiene existencia, así
tampoco tiene operación. Debe haber, por lo tanto, algo el cual tenga
existencia en sí mismo, que dé la existencia a las cosas que existe y que cada
segunda causa deba ser el efecto de otra antes que sea la causa.
"Ser" y "no ser" al mismo tiempo es una evidente
contradicción, el cual infaliblemente toma lugar si algo se hace a si
mismo. Aquello que crea algo es siempre antes de aquello el cual es creado, esto
es tan obvio que hasta el más ignorante campesino lo entiende. Si el mundo
fuera el creador, debe haber sido antes de existir, una cosa creada por
alguien.
La producción del mundo no
pudo haber sido por casualidad. Esta fue la idea tonta de los filósofos de la
antigüedad, que el origen del mundo fue una causa fortuita de la unión de
átomos, el cual estaban en moción perpetua en el inmenso espacio, hasta que al
final un gran número de ellos se reunieron en un lugar feliz y así se formó el
universo en el orden hermoso en el cual nosotros lo vemos. Es increíble
como tal extraña idea rara, la cual nunca puede ser reconciliada con la razón,
pueda encontrar lugar en la mente humana. ¿Puede algún hombre razonable
concebir que confusos y desordenados átomos, de diversa naturaleza y forma, y
distante de otros, pudieron de alguna forma unirse como para formar el mundo
entero, tan vasto y extenso, tan distinto en orden, y unido en las diversas
naturalezas, tan regular en la variedad de los cambios y tan hermoso en su
total composición?
Dios creó todas las cosas,
el mundo y todas las criaturas que pertenecen allí. El atribuye su trabajo a sí
mismo, como una de las particulares glorias de su Deidad, exclusivo de todas
las criaturas.
Así leemos en Isaías:
40:
12-13 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los
cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los
montes con balanza y con pesas los collados? ¿Quién enseñó al Espíritu de
Jehová, o le aconsejó enseñándole?
44:24,
24
Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo
hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;”
45:12
Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los
cielos, y a todo su ejército mandé.
Job
9:8,
“El solo extendió los cielos, y anda sobre las olas de los mares”
Estos son descripciones
magnificas del poder creador de Dios, y excede cada escrito diverso que los
mejores sabios de la antigüedad tuvieron el propósito al escribir. Por esta
operación Dios se distingue de todos los dioses falsos y ficticias deidades las
cuales las naciones ciegas adoran, y se muestra a sí mismo como el verdadero
Dios."
Jer
10:11 Les diréis así: Los dioses que no hicieron los
cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos. 12 El
que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y
extendió los cielos con su sabiduría;
Isa
37:16, Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras
entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú
hiciste los cielos y la tierra.
Nadie pudo haber creado el
mundo, excepto Dios, porque la creación es el trabajo de su infinito poder, y
no pudo ser producido por una causa finita. Pues la distancia entre el ser y el
no ser es verdadera infinita, el cual no puede ser removido por un agente
finito, o la actividad de todos los agentes finitos aunque estén unidos.
Por
Thomas Boston (1676-1732)
Recursos Relacionados: La Creación CBL 1689
RECURSO PDF: Creación vs Evolución - Consideraciones Científicas y Religiosas Por Arlo Moehlenpah
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Soli
Deo Gloria