No es fácil definir el
término postmodernidad. El término significa posterior o tras el modernismo; en
sí abarca una nueva manera de ver el mundo, una cosmovisión que viene a surgir
como reacción ante el modernismo. Es una apertura a todo tipo de creencias sin
mediar la razón, una tolerancia que rechaza todo tipo de valores absolutos, una
indiferencia.
Pero ¿cómo surgió esta nueva manera de ver el mundo? La postmodernidad
surge como reacción ante la modernidad. Una modernidad que proclamaba ideales
que con el transcurso del tiempo fueron cayendo por la misma naturaleza
pecadora del ser humano, evidenciada en la doctrina escritural de la
depravación total del hombre. La modernidad se caracterizó por ser una época de
fe, la gente creía en los principios libertadores de la Revolución Francesa,
los avances de la ciencia, en el progreso del ser humano y en la libertad
religiosa. Se pensaba que se había llegado al punto cumbre de la humanidad
donde se llegaría a la solución de todos los problemas; ideales que siquiera
llegaron a un mínimo cumplimiento.
Las dos
grandes guerras humanas marcan el
inicio del postmodernismo. Antes de
la Primera Guerra
Mundial era la
época del progreso, de la Europa
imperialista, la época de la revolución; después al llegar la guerra se sienten
las consecuencias: ciudades son destruidas completamente, millones de civiles
caen muertos, viene la crisis de 1929 donde cantidades de seres humanos se
suicidan y las grandes fortunas desaparecen. El orgullo humano que pensaba en
el progreso de la humanidad se ve frustrado ante un orgullo aún peor, la
expansión de la raza aria en la llamada Segunda Guerra Mundial.
La postmodernidad surge
precisamente como resultado
del desencanto, ante la frustración que produce el fracaso de los
postulados de la llamada modernidad o época moderna. El holocausto judío, las
tragedias de Hiroshima y Nagasaki, la peste del sida, las guerras bacteriológicas,
la caída de las “torres gemelas” en manos de terroristas, entre otras; son evidencia ineludible del fracaso del
proyecto moderno.
Los ideales caen, la fe en
la ciencia y la tecnología se derrumba al observar que estas no se utilizan
para hacer el bien; y por implicación lógica, la fe en el progreso también se
desvanece. “La búsqueda del saber, la tecnología, la razón y la ciencia,
dejaron un vacío en el espíritu del hombre. La industrialización trajo la
contaminación y la destrucción acelerada de los recursos naturales. El
capitalismo hizo a los ricos más ricos y a los pobres aún más
pobres. El socialismo
tampoco lleno las
necesidades del ser humano, y también se convirtió en una
nueva dictadura. La medicina logró
hallar la cura de muchas enfermedades, pero a la misma vez surgieron nuevas
versiones de virus y bacterias resistentes a los antibióticos y las vacunas que
se habían inventado”.
Durante el siglo XX una
gran parte de la tecnología ha venido en el servicio de la muerte. Eso lo
reconoció Alfredo Nobel, inventor de la dinamita destruirán a la
humanidad, ya sea, por la amenaza nuclear, la
guerra bacteriológica u otros medios.
En un sentido la
postmodernidad es la recolección de los escombros de la era moderna para
edificar múltiples construcciones filosóficas, que pueden convivir en un mismo
terreno. Claro, que este terreno ni siquiera es arena sino pantano. El gran
desafío que el cristiano tiene en
este tiempo es
llegar a la
arena y al
pantano para convencer con la
Palabra de Dios que el hombre deben edificar su vida sobre la roca, que es
Cristo. En la modernidad había una torre de Babel y en el postmodernismo muchas
torres de Siloé. Babel terminó vacía y Siloé en ruinas, así ocurrió y ocurrirá
con el mundo de hoy.”
Usando lenguaje
parabólico, continua “había una vez un hombre moderno que edificó su casa sobre
la arena, de pronto vinieron guerras y atentados y la casa se derrumbó y fue
grande su ruina. Luego llegaron los hombres posmodernos y dijeron tomaremos los
escombros y edificaremos no una casa sino muchas casas, cada uno la hará a su
manera... y así comenzaron a construir en el pantano siglo XXI. Pero nunca
quisieron oír a los "locos" que les decían "construyan sobre la
roca" y hoy esos locos tiene un trabajo mayor, ya no es hablar por
altoparlantes a los de la arena, ahora hay que meterse en el pantano, arremangarse
las botamangas, tomar los salvavidas y convencer a los del fango que cambien el
cimiento.”
Características
de la postmodernidad en contraposición con la época modera
Cómo se mencionó
anteriormente, la postmodernidad es una reacción ante la época moderna que la
precedió; por ello, sus valores pueden ser contrapuestos con los valores de la
modernidad. A continuación se presentarán algunas de las características de la
era postmoderna contrapuestos con aquellas características que se manifestaban
en la modernidad.
1.
Hedonismo vs. Laboriosidad
El esfuerzo, el trabajo y
la laboriosidad eran valores predominantes en la cultura moderna; ya que estos
se percibían como la llave del progreso del ser humano. Hoy en día, el hombre
postmoderno ha reconocido que no puede cambiar el mundo; ya lo intentó, y
fracasó; por ello ha se ha rendido y ha
optado por tomar otro camino: por disfrutar de él, viviendo plenamente el
momento presente. De esta manera ha surgido una sociedad hedonista cuyo fin
supremo es la búsqueda del placer.
2.
Relativismo vs. Absolutismo
La época moderna es la
época de los absolutos, ya sea los absolutos religiosos como el Cristianismo
que veía en Dios y su Palabra la Verdad Absoluta; o de los seculares como el
humanismo que ve en el ser humano y su dignidad, el valor absoluto. En cambio
en la postmodernidad, la ética y moralidad
surgen en función
del hedonismo engendrando el relativismo actual donde
los actos son
buenos o malos
en función del
placer que generan. La ética se
convierte en estética. Todo es
relativo, la verdad depende de
cada individuo y de lo conveniente que sea para él.
3.
Individualismo vs. Colectivismo
En la postmodernidad ya no
hay una búsqueda del bien común, el individuo no se proyecta como servidor de
la sociedad, sino más bien, como alguien que se sirve de está; se ha pasado de
servidor a servido. El hedonismo le ha proyectado hacia el individualismo, ya
que si lo que busco es satisfacerme a mí mismo, entonces, no queda lugar para
el bienestar de los demás. La respuesta del postmoderno al bienestar de los
demás es comparable a la respuesta que dio Caín a Dios “¿Soy yo acaso guarda de
mi hermano?” (Gn. 4:9). Cada
individuo tiene derecho a realizarse y ser libre. “Tomo mis propias decisiones,
soy responsable de mi propia vida, y de nadie más”.
4.
Narcisismo vs. Prometeísmo
El hombre
moderno se identificó con el
mítico Prometeo, el cual arriesgo su vida para traer a la tierra
el fuego de los dioses para que los mortales pudieran progresar. Por su parte,
la máxima expresión del individualismo postmoderno es el narcisismo. El
individuo enamorado de sí mismo, que idealiza su persona, agrandándose y
aminorando a los que le rodean; los cuales le son útiles si le admiran
invalidando el mandamiento de "amar al prójimo como a ti mismo" y
convirtiéndole en "ámate a ti mismo y olvídate de tu prójimo, a menos que
te convenga".
5.
Emocionalismo vs. Racionalismo
Mientras que en la
modernidad era de suma importancia la razón en la posmodernidad lo más
importante son los sentimientos. Recordemos que la razón no dio
los resultados esperados en la
modernidad; por tanto, el hombre ha “evolucionado” de ser el Homo
Sapiens hacia el Homo Sensibilis, un hombre cuyo valor principal es el
sentimiento. Así de esta manera, los postmodernos no quieren detenerse a pensar
quieren sobre todas las cosas “sentir”.
6.
Pluralismo vs. Teísmo/Ateísmo
En la era moderna el
individuo era ateo o creyente, en la postmodernidad se han diversificado las
opciones. Precisamente por el derrocamiento de la razón en manos del
sentimiento, el ser humano a pasado de no creer en Dios a creer en cualquier
cosa. “Su lema es: hay que creer en algo, no importa lo que sea”. Las creencias
del postmoderno se tornan irracionales. “Cuando la racionalidad falla como base
firme, abre la puerta a todo tipo de religiones, cuanto más amorfas mejor; y la
falta de consistencia teológica permite la entrada al ‘vale todo’ y a la ‘sin
razón’. Se ha retornado a lo esotérico, a lo satánico, al misticismo de las
religiones orientales, al culto de lo extraterrestre y a un sin número de
religiones a la carta. Además están surgiendo lo que podemos llamar religiones
profanas como cultos a la música joven, al deporte, el cuerpo, la ecología, las
celebridades, etc.
7.
Neohumanismo vs. Humanismo Clásico
En épocas y culturas
precedentes Dios tuvo un papel fundamental, o al menos la religión. La cultura
hebrea siempre tuvo como centro en su vida - o al menos pretendió tenerlo - al
gran "Yo soy" que se revelo a Moisés; la iglesia en la época de
persecución era martirizada por permanecer fiel a aquel que gobernaba su ser;
aún en la iglesia medieval, aunque no de una forma muy ortodoxa, la religión
era el fundamento de la sociedad. En la época moderna con la secularización de
la sociedad, el ser humano paso a ser el centro del mundo. Con el humanismo se
ha explicó el mundo y el hombre descartando a Dios, y por supuesto a su
Revelación.
El humanismo es un
fenómeno moderno, un poner en el centro del mundo al ser humano, donde este es
la medida de todas las cosas. Este surge en el Renacimiento en hombres como
Russeau, Voltaire, entre otros.
Ante la caída de
los ideales acerca del
ser humano de la
época moderna; el humanismo entra en crisis, surgiendo un nuevo tipo de
humanismo. Un humanismo donde el ser humano como ente social dejo de ser el
centro como lo proclamaba el humanismo tradicional, sino que ha sido bañado de
los ideales individualistas y de la visión de la Nueva Era de que en los
individuos se encuentra una chispa de la divinidad, y se debe, por tanto,
desarrollar el potencial divino oculto en cada persona.
Por otra parte, como
consecuencia directa de los ideales individualistas de la postmodernidad deja
de verse la humanidad desde una perspectiva más social donde el valor absoluto
establecido era “la dignidad humana”, para ahora verse desde el neohumanismo o
humanismo postmoderno al ser humano desde una perspectiva más individual, donde
el mismo como individualidad es el centro, el valor absoluto, pero absoluto
sólo para sí mismo; no para los otros.
Conclusión
Los siete valores de la
postmodernidad presentados anteriormente no agotan lo que representa esta era
en que vivimos, pero si nos dan un panorama general de lo que enfrenta el
cristianismo de hoy en día, y por tanto, nos muestra a grades rangos las
características del mundo donde se desenvuelven nuestros jóvenes que
pastoreamos. Por ello, nos corresponde a nosotros los que hemos sido llamado
por Dios a cumplir su misión en la
esfera de la
adolescencia y juventud,
responder ante las inquietudes y
demandas de nuestros jóvenes y de la sociedad en que nos ha tocado vivir.
Enfrentemos la postmodernidad con el Evangelio cristiano que trasciendo toda
época y tiene aplicación a todas las generaciones. Seamos luz y sal a nuestra
generación y a las próximas generaciones.
Extracto: ¿Qué
es la postmodernidad y Juventud? MINTS
Artículo relacionado: Respuesta al Postmodernismo
Soli
Deo Gloria