Salmo. Cántico
para el día de reposo
Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad cada noche, En el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa. (Salmo 92:1-3)
El
culto corporativo se llevó a cabo mañana y tarde (v. 2)
Hubo un tiempo en que este
concepto de adoración se mantuvo universalmente. La mayoría de los lugares de
culto tenían servicios de la mañana y de la tarde que se enfocaban en enseñar
la Palabra de Dios. Pero lo que ha sucedido hoy es trágico. Debido a los ministros
perezosos y debido a los pésimos ancianos y debido a las congregaciones
apáticas, la mayoría de las iglesias no tienen servicios nocturnos. Pero es
algo bueno hacerlo, dice el salmista…
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna. (Salmo 133:1,3)
Dios lo ama cuando su gente va a la iglesia el
domingo por la mañana y el domingo por la tarde para adorarlo y aprender acerca
de él.
¿Por qué ir a dos cultos los Domingos? ¿No es suficiente con uno? En muchas iglesias el culto de la tarde está desapareciendo.
Hay dos razones principales por lo cual esto está sucediendo
Primero, las demandas
por parte de los empleadores han aumentado enormemente en los últimos 30 años.
Los fines de semana se han vuelto muy apreciados. Participar en dos cultos los
Domingos se considera tomar demasiado tiempo del fin de semana.
Segundo, a partir de
1994, el gobierno de Tory [en Inglaterra] legalizó la apertura indiscriminada
del comercio los Domingos [Antes, había una regulación especial para las
compañías grandes que no les permitía un horario igual al del resto de la
semana]. Esta secularización del día, ayudó a que las personas tuvieran muchas
más opciones en cuanto a cómo pasar el día. De forma simultánea, puso una presión
extra sobre muchos, para trabajar los Domingos.
La Escritura dice que “no debemos dejar de congregarnos,
sino animarnos unos a otros – y tanto más cuando veis que aquel Día se acerca”
(Hebreos 10:25). Muchos creyentes dan por suficiente reunirse una vez en
el día del Señor, pero hay otros que, por cuestiones de salud, edad y otras
circunstancias realmente no pueden reunirse dos veces los Domingos. Entonces,
¿Tiene algún sentido mantener la tradición de dos cultos?
Creo que sí.
Dos cultos son útiles de forma práctica
Por ejemplo, conozco una pareja de Cristianos, una enfermera
y un policía, que con frecuencia tienen que trabajar fines de semana. Ellos
comenzaron a asistir a una nueva iglesia que se reunía en una escuela y solamente
tenían un culto por la mañana. Pero sus horarios de trabajo solían chocar con
los servicios de la mañana, siendo imposibilitados de reunirse durante varias
semanas. Concluyeron que debían buscar una iglesia que tuviera ambos cultos.
También tener dos cultos es de gran ayuda para la
evangelización. Muchos no-creyentes trabajan los Domingos. Recientemente tuve
una conversación como esta:
– “Te invito a la iglesia”, dije,
– “Bueno, yo trabajo hasta tarde los Sábados, así que es un
poco difícil para mí los Domingos por la mañana”.
– “¿Y el Domingo por la noche?”
– “Bueno, sí, supongo que podría acompañarte el Domingo por
la noche”.
De manera que, dos cultos tienen sentido de manera práctica.
La Escritura muestra el patrón de dos cultos
Aunque no hay un mandamiento explícito en el Nuevo
Testamento, eso es evidente en el Antiguo Testamento. Encontramos este patrón
de “mañana y tarde” explícitamente en el Salmo 92:
“Bueno es alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre,
oh Altísimo; Anunciar por la mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche”.
Como Cristianos, nos reunimos los Domingos como día de la
resurrección de Cristo. Es digno de notarse que los Evangelios registran las
apariciones de la resurrección en la mañana y en la noche (Juan 20:1, 19)
Dos cultos se ajustan al cuarto mandamiento
El mandamiento nos dice que debemos “Recordar el día de
reposo para santificarlo”. Con el cambio del Antiguo al Nuevo Pacto, el Sabbath
(Reposo) fue cambiado a la bendición del Día del Señor. De acuerdo con Génesis
1, un día tiene una tarde y una mañana. Y a pesar de lo que ha ocurrido con
nuestra cultura evangélica, este sigue siendo el Día del Señor, no es la Mañana
del Señor lo que tenemos que celebrar.
Corresponde a la tradición de la Iglesia
Al revisar la historia, encontramos que la adoración en la
mañana y en la tarde de los Domingos fue la norma. A inicios del siglo cuarto
(cuando la persecución había disminuido y la iglesia tuvo oportunidad de
establecerse), encontramos al historiador eclesiástico Eusebio describiendo la
práctica de la iglesia de la siguiente manera:
“Ciertamente no es una pequeña muestra del poder de Dios que
a través de todo el mundo las iglesias de Dios muy de mañana y en las horas de
la tarde… ofrecen himnos, alabanzas a Dios” (Comentario sobre el Salmo 64).
Durante la Edad Media, la adoración matutina era conocida
como “matines” y la adoración vespertina como “vísperas”. En la época de la
Reforma Protestante la costumbre de tener culto mañana y tarde se mantuvo en el
Libro de Oración Común de Cranmer con sus rúbricas para la Oración Matutina y
la Oración Vespertina. Así que las iglesias que han abandonado el culto de la
tarde se han apartado drásticamente de la norma practicada por la Iglesia de
Cristo. Ahora, yo no soy fanático de la tradición, pero la pregunta es esta:
“¿Somos más sabios y mejores Cristianos que aquellos que fueron antes de
nosotros, o es que estamos sucumbiendo ante el espíritu de la época que
marginaliza a Dios? ¿No hemos caído en hacer solo el mínimo?
Y tengamos en cuenta que al considerar las presiones de la
vida moderna, es hasta los últimos 100 años que el Sábado se volvió un día
libre. Tenemos más tiempo libre y tiempo para nuestras familias que muchos de
nuestros antepasados.
Dos Cultos llenos de entusiasmo reprende al secularismo
Las reuniones de los Cristianos, especialmente en el Día del
Señor, apuntan hacia el futuro Día del Señor (Hebreos 10:25). El día
especial, uno entre siete, siempre apuntó hacia el reino de Dios. Esta es la
razón por la cual el Señor Jesús hizo muchos de sus milagros en el día de
reposo. Él no lo hizo solamente para molestar a los Fariseos. Hizo milagros en
Sábado porque era lo apropiado. Aquellos milagros eran una muestra del poder y
el gozo del reino futuro. Con la resurrección de Jesús el primer día de la
semana, el Domingo nos habla de la misma cosa. Mira hacia adelante al reposo y
liberación y gozo y comunión del mundo venidero, cuando Cristo regrese.
Ahora el secularismo mira todo en términos de esta vida.
Pero al venir a la iglesia el Domingo, nosotros estamos haciendo una
declaración. Estamos diciendo “No” al punto de vista que afirma que esta vida
es todo. Nosotros estamos diciendo y mirando hacia el futuro reino venidero de
Cristo. Y, al tener dos cultos los Domingos, estamos diciendo, “Esto no es
solamente un deber, ¡estamos realmente interesados en esto!”.
Dos cultos ofrecen dos oportunidades de ser animados
Hebreos 10:25 dice
que el propósito de reunirnos es edificarnos unos a otros. Somos animados al
encontrarnos con el pueblo de Dios, al orar los unos por los otros, compartir
nuestras vidas. En particular, nuestra fe es fortalecida por la predicación de
la Palabra de Dios. “Oh, yo puedo escuchar un sermón grabado, o tener un
estudio bíblico en casa”. Eso es cierto. Pero, como dijo Christopher Ash en la
EMA de este año, eso no es lo mismo que estar juntos bajo la Palabra de Dios
sabiendo todos lo que hemos escuchado para animarnos unos a otros a obedecer.
¿Cómo pueden los miembros del cuerpo de Cristo decirse unos a otros “yo no te
necesito”?
En una sociedad en la cual recibimos tantos bombardeos
impíos desde los medios de comunicación para tratar de desviarnos, necesitamos
una doble dosis de la Palabra de Dios para alimentar nuestras almas y mantenernos
en el camino correcto. Hay Cristianos que se devuelven al mundo, matrimonios
que fracasan y, no digo que siempre, pero frecuentemente, descuidar el culto de
la tarde es la primera señal de que algo no anda bien. Permítanme decir también
que algunos de ustedes anhelan desesperadamente la conversión de sus hijos.
Pero si ustedes rechazan el culto de la tarde difícilmente les están dando un
ejemplo de entusiasmo para las cosas de Cristo. Luego, se preguntan por qué
ellos no están interesados.
Dos cultos ofrecen dos oportunidades de animar a otros
Quedarse en casa y escuchar un sermón es algo muy centrado
en uno mismo, el Domingo no es solamente para que usted sea animado sino para
que usted anime a otros. Así que las noches de Domingo son una segunda
oportunidad para hace eso. Tal vez en la mañana usted tuvo sus chicos con
usted. No es fácil conversar con otros mientras los cuida. Pero si esposo y
esposa se turnan para cuidar los chicos, pueden tener la oportunidad de hablar
y orar con otros y de animarlos.
Y aun su misma presencia es de ánimo. Cuando los
maestros de Escuela Dominical, o aquellos que solamente pueden salir por la
tarde, vienen a un culto vespertino y encuentran la congregación dispersa y los
cantos débiles, no serán animados de la misma manera que con una congregación
grande con todos sus amigos.
Así que, podrán ver, que aunque no hay un mandamiento
explícito en la Escritura de que las Iglesias deban tener culto mañana y tarde,
y no es pecado tener solo un culto, de todas maneras tiene mucho sentido de
manera práctica. Y es algo bastante serio. Nuestra nación que está tan
necesitada no va a ser salvada al ver muchas iglesias vacías los Domingos por
la noche. La gente se sentirá retada cuando vean iglesias llenas,
escuchando con entusiasmo y cantando y pensarán ¿Qué está pasando ahí?
Soli Deo Gloria