En verdad que sois el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría. (Job 12:2)
Pregunta,
te ruego, a las generaciones pasadas, y considera las cosas escudriñadas por
sus padres. (Job
8:8)
En
nuestros días, deberíamos prestar "más atención" a las cosas que
fueron dichas por nuestros hermanos en el pasado y consideras sus caminos de
devoción y sabiduría.
La
generación actual haría bien en prestar atención a lo que las Escrituras y las
generaciones piadosas anteriores han dicho. Muchos hoy podrían encontrar su
beneficio en estas voces del pasado que tienen una verdad importante para
impartir sabiduría en estos días.
Por
muchas generaciones voces se han levantado para lamentar la condición
espiritual de la Iglesia. La mundanalidad en todas sus variadas formas y
expresiones ha ahogado el testimonio de los cristianos profesos, y el mundo
mira una mezcla de deleite y desprecio mientras se burlan: "usted no es
diferente de nosotros". Lamentablemente, tienen razón.
Mil
remedios hoy están siendo propuestos y probados: Programas, estilos de vida,
retiros, conferencias, alianzas, camisetas, calcomanías, sitios web, podcasts,
blogs, grupos pequeños, grupos grandes, sesiones de capacitación e incontables
más que terminan siendo poco más que débiles intentos de hacer que la
"iglesia" sea más atractiva para los perdidos con la esperanza de que
la simpatía será un sustituto suficiente para llegarles con el evangelio el
cual es falso, según sus proponentes es para mantener sus miembros en
sus Iglesias.
En el
día de hoy, un buen lector cuidadoso del Nuevo Testamento puede observar el
estado actual de la iglesia, y puede estar convencido de lo que le falta ahora
es una gran espiritualidad.
La
línea de separación entre la iglesia y el mundo se vuelven cada vez menos
perceptibles, del carácter del cristianismo genuino, tal como se expone desde
los púlpitos en el día de hoy.
¿Cómo
se puede remediar esto, y de qué manera se debe revivir el espíritu de piedad?
¿Cómo surgió este sueño sobre la iglesia? ¿No fue desde el púlpito? Y si un
avivamiento ha de tener lugar en la iglesia, ¿no debe comenzar en el púlpito? Y
así revivir la tibieza del rebaño del Buen Pastor?
"Entonces
comencemos, donde en verdad debemos comenzar, con nuestra devoción misma, ¿cuál
debería ser la piedad de ese hombre, sobre el estado de cuyo corazón depende en
un pequeño grado la condición espiritual de toda una comunidad cristiana? Si buscamos
las fuentes de poder, descubriremos que están en el ardor de su devoción. Y los
hombres en el pasado eran hombres de oración y de fe. Pasaron horas, días en
comunión con Dios, de donde descendieron como Moisés a la gente en radiante de
la gloria en la que ellos mismos habían estado mirando fijamente. Estaban donde
podían mirar las cosas invisibles y eternas.
Si hoy
viéramos un renacimiento del poder desde el púlpito, debe ver en primer lugar
un renacimiento de piedad de quienes lo ocupan. Lamentamos la falta de piedad
que es real y evidente en el día hoy.
La
mundanalidad impregna a la Iglesia de nuestros días, y su resultado se hace
notar en que dejaron de ser sal y luz.
“Vosotros
sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se
hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y
pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada
sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo
de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la
casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mat 5:13-16)
Hoy
debiéramos tomar el ejemplo de Cristo y de los santos hombres que nos dejaron
un legado.
Sed
imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo. 1 Corintios 11:1
Acordaos
de vuestros guías que os hablaron la palabra de Dios, y considerando el
resultado de su conducta, imitad su fe. Hebreos 13: 7
Demostrando
ser ejemplos del rebaño. 1 Pedro 5: 3
TEXTOS
DE REFERENCIAS:
Job
6:24-25, Job 8:8-10, Job 11:2, Job 11:6, Job 11:12, Job 15:2, Job 17:4, Job
20:3, Job 32:7-13; Prov. 28:11; Is. 5:21; 1 Cor. 4:10, 1 Cor. 6:5
Soli Deo Gloria