Cristo regresará un día. ¿Qué estoy esperando? ¿Buscando
señales?, Cristo va a venir. "Esperamos ansiosamente a un
Salvador". Pablo habla de la esperanza cristiana. El cristiano espera
anhelante la venida de Cristo, cuando todo cambiará y no hay otro evento que
esperar nada más que su venida.
Así que, amigos, no estemos buscando escuchar de guerras o
rumores de guerras. No buscando escuchar de terremotos, falsos cristos,
hambrunas o colapsos económicos. Estas cosas podrían suceder, pero no busque
tal cosa ansiosamente. No este buscando escuchar que una cuarta parte de la
población de la tierra muera en un corto período de tiempo. No este buscando
escuchar de mártires cristianos. No este buscando escuchar señales en
el cielo como el sol que se vuelve negro o la luna que se vuelve roja como la
sangre. No este buscando escuchar que las islas y las montañas se están moviendo
fuera de sus lugares. No este buscando la salvación de 144.000 judíos. No este
buscando ver fuego desde el cielo para destruir un tercio de la tierra y un
tercio del océano y un tercio del agua dulce. No este buscando langostas con
aguijones para venir a la tierra y atormentar a los hombres. No este esperando
la manifestación del hijo de pecado que se siente en su trono.
¡Busque a Jesús! mientras pueda ser hallado. Él busca y
viene por su Iglesia. Él es lo que estamos esperando. Él es nuestra esperanza.
Es la esperanza por la que vivimos y es la esperanza que respiramos. Por eso te
levantas por la mañana. Es por eso que miran a sus hijos y sus nietos y dicen,
"Hay un futuro y hay una esperanza. Nuestro Señor viene. ¡Él viene!
"Deja de mirar lo que los opositores de esta tierra dicen.
En la situación que nos encontramos ahora, nuestros cuerpos
están sujetos a cambios y desgaste, a enfermedad y muerte, cuerpos de un estado
de humillación comparado con el estado glorioso del Cristo Resucitado; pero llegará
el día cuando dejaremos a un lado este cuerpo mortal que ahora poseemos, y
seremos semejantes a Jesucristo mismo. La esperanza del cristiano es que
llegará un día en que su humanidad se transformará en nada menos que la
divinidad de Cristo, y en el que la necesaria bajeza de la mortalidad se
cambiará en el esplendor esencial de la vida inmortal.
Los tiempos y las épocas están en las manos de Dios.
Entonces el siguiente evento en el calendario inmutable de Dios es Jesús es su
retorno glorioso y su Iglesia dice: "¡Ven, Señor Jesús!"
Soli Deo
Gloria