Confía en el SEÑOR, y haz el bien; (Salmos 37:3)
Es por fe que vivimos
nuestra vida de cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4;
Ro. 1:17).Esta fe no se basa en una aceptación ciega e irracional, sino en una
suprema confianza en la capacidad y la integridad de Dios. Tal fe es un prerrequisito
para acercarse a Dios. Hebreos 11:6 Y sin fe es imposible agradar a
Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que
es remunerador de los que le buscan.
La fe es un modo de vida
liberado de la tiranía de la independencia, la confianza en sí mismo, el amor
propio, la auto-satisfacción y se hace depender de Dios para la revelación, la
guía, el significado, el valor y el empoderamiento. La fe de los hombres
tiene el sentido de una llana y entera confianza en Dios. Es así la fe
empieza donde termina el poder del hombre.
Lo más importante es que
nuestra fe está en el Evangelio de Jesucristo.
El evangelio es: somos más
pecaminosos y perdidos de lo que jamás nos atrevimos a admitir, pero a través
de la relación con Jesús, somos más aceptados y amados de lo que nunca se
atrevió a esperar. Este Evangelio es sabiduría de Dios porque nos libera de la
tiranía de la autoprotección, haciéndonos honestos acerca de nosotros mismos,
de los demás y del mundo, y permitiendo que el cambio real comience en nuestras
vidas. La fe es el medio por el cual la gracia de Dios es otorgada al
creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efesios. 2:8). La
incredulidad es falta de fe en el evangelio cristiano, aparece por todo el NT como
el mal supremo. No dar una respuesta decisiva a la oferta de Dios en Cristo
significa que la persona permanece en el pecado y está perdida eternamente.
Sólo la fe puede salvarla. Por lo tanto, nuestra fe nos une juntos en una
comunidad de pecadores en proceso juntos, que es la iglesia. Juntos,
experimentamos el Espíritu de Dios trabajando a través de unos con otros,
estimulándonos al amor ya las buenas acciones, para la gloria de Dios
solamente. La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades
que no se ven. Tener FE es saber que si Dios me saca o no de mis pruebas o
tribulaciones, yo sigo creyendo que Dios me ama. Aumenta tu fe cada día más y
más, y Dios hará grandes cosas en tu vida. La fe del creyente en Dios habilita
al Señor a hacer cosas milagrosas en su favor y por medio de él. Mateo 9:21,
pues decía para sí: Si tan sólo toco su manto, sanaré.
La fe honra a Dios y Dios
honra a la fe.
Soli Deo Gloria