Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos
debían orar en todo tiempo, y no desfallecer. ¿Y no hará Dios justicia a sus
escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? (Lucas
18:1,7).
La parábola es esencialmente un estímulo para seguir en
oración sin perder las fuerzas a través de los tiempos difíciles de la espera
antes que llegue el Hijo del Hombre. ¿Qué pasa con Dios? ¿Puedo esperar que
responda a mis oraciones de una manera especial porque soy yo? Si bien es
cierto que en Dios no hay acepción de personas, también es cierto que
algunos son amigos de Dios En un sentido especial. Ellos conocen a Dios y ven
las respuestas a la oración más consistente que otros.
Nosotros no sabemos lo que nos reserva el futuro; sólo Dios
lo sabe, y por tanto sólo Dios sabe si aquello va a ser para nuestro bien a la
larga. Por eso Jesús nos dice que no tenemos que desanimarnos en la oración, y
por eso dijo que no sabía si quedaría fe en la Tierra cuando El viniera otra
vez. No nos cansaremos nunca de orar, y nunca nos faltará la fe si, una vez que
le hemos hecho a Dios nuestras oraciones y peticiones, añadimos la perfecta
oración: "¡Hágase tu voluntad!»
Dios quiere que Sus amigos prevalezcan con Él, como el Justo
y misericordioso Juez de toda la tierra. El Juez de toda la tierra, ¿no
hará justicia? Gn. 18:25 Ser el amigo de Dios es la conexión definitiva.
Abraham era el amigo de Dios, leemos de él en las escrituras. 2 Crónicas 20: 7
¿No fuiste tú, oh Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta
tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia
de tu amigo Abraham Isaías 41: 8 Pero tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien he
escogido, descendiente de Abraham, mi amigo Santiago 2:23 y se cumplió la
Escritura que dice: Y ABRAHAM CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA, y fue
llamado amigo de Dios.
El pueblo de Dios es la salvaguarda de una nación, mientras
oran y viven rectamente delante de Dios. Mientras oramos, Dios se complacerá en
Salvar a muchos antes de ese gran y horrible día. Si Satanás ha cegado y atado
a hombres y mujeres ¿cómo podemos alguna vez ver las almas redimidas? Es allí
donde nos toca nuestra obra. Es allí donde se requiere la oración.
ORAR ES TRABAJAR (Ilustración)
Un pastor visitaba a una anciana que era miembro de su
congregación. Dicha anciana había estado inválida durante mucho tiempo. Lamento
mucho haber llegado a esta hora le dijo; pero he tenido que recorrer todo el
pueblo antes de venir. Yo también, señor pastor, acabo de recorrer todo el
pueblo. ¿Cómo es posible? Usted no puede moverse de la cama. ¡Ah! contestó la
viejecita; mi alma no está atada a la cama, y así todos los días recorro el
pueblo con mis oraciones, sin moverme de aquí. Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón (Jeremías 29:13).
Soli Deo Gloria