¡Aleluya! Oh alma mía, alaba al SEÑOR. Alabaré al SEÑOR mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista (Sal 146:1-2).
“¡Hallelujah!” ¡Qué pena, que esta
palabra no haya sido traducida! Pero, literalmente, significa: “¡Alabad a
Jahweh!” ¡Cuán frecuentemente nos debería estimular la Palabra de Dios a alabar
a nuestro Padre celestial!
Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con
todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre (Salmos
86:12).
El libro de los Salmos, un tesoro de
lectura y meditación, es muy apreciado por los cristianos y judíos. El libro
era uno de los preferidos de Cristo.
“Los Salmos, ¿cómo se les debe leer
(exponerlas), orar y cantar?” ¿Cuál es la actualidad de los salmos para
nosotros, creyentes novotestamentarios?
La respuesta es, que el Espíritu Santo,
autor inspirador de los escritores de los salmos, nos estimula a actualizarlos
en nuestra propia vida. Los salmos nos enseñan a humillarnos si caímos en
pecado (Sal. 32). Los salmos responden a la pregunta de ¿quiénes morarán con
Dios? (Sal. 15 y 24). Los salmos enseñan a suplicar la justicia de Dios cuando
nosotros o nuestros hermanos en otra parte del mundo somos perseguidos (Sal.
35). Los salmos nos enseñan a implorar humildemente reconstitución cuando la iglesia, por culpa
propia, se ha dividido (Sal. 74 y 79). Los salmos nos recuerdan que la
“naturaleza” no sólo nace, sino que también es sustentada por las manos
del Creador (Sal. 29 y 104). Los salmos cantan acerca de la navegación marítima
(Sal. 107), acerca de la siembra y de la cosecha (Sal. 65 y 126). Los salmos
tratan de toda la amplia vida cristiana, y nos hacen darnos cuenta que el SEÑOR
ha llevado toda esa vida bajo su fidelidad.
Quien profundiza en los salmos, llegará
a comprender que los tesoros nos esperan. Pues nos instruye en
los temas que, según la voluntad de Dios es para nosotros aplicable hoy bajo el
nuevo pacto.
Así pues, el conjunto de salmos de la
Biblia es como un lugar en que ejercitarnos en nuestro trato con Dios nuestro
SEÑOR al orar al cantar y al predicarlo.
LOS SALMOS COMO LIBRO Y PARTE DE LA
BIBLIA... Entonces como deberíamos ver los 150 Salmos.
Los salmos son instructivos (Salmos como literatura de sabiduría).
Los Salmos son Teológicos (Salmos y la Revelación de la Naturaleza de Dios).
Los Salmos son Cristológicos (Los Salmos revelan a Cristo como el centro de la historia).
Los Salmos son Devocionales (La Vida Interior de la Fe en los Salmos).
Los Salmos son escatológicos (El libro de los Salmos siempre nos señala el Fin).
Los Salmos son Litúrgicos (Salmos y Adoración).
Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; andaré
en tu verdad; unifica mi corazón para que tema tu nombre (Salmos 86:11).
Soli Deo Gloria