¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi
meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido,
porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido,
porque he guardado tus mandamientos; De todo mal camino contuve mis pies, para
guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste. ¡Cuán
dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus
mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo
camino de mentira. (Salmos 119:97-104)
Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma
tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas.
(Sal 63:1). Cosas a considerar para una vida devocional diaria.
Usted debe tener un tiempo apropiado.
Usted debe estar físicamente alerta - despierto.
Usted debe estar moralmente puro.
Usted debe tener las herramientas apropiadas – Una Biblia
Apropiada – Un cuaderno y lápiz.
Un procedimiento apropiado - Guardar silencio, enfoque su
mente solamente en Dios.
Respire profundamente en privado con Dios, alabe, adore
delante de EL.
- Lea su Palabra y haga estas preguntas respectivas al texto
para su entendimiento y aplicación.
1) ¿Qué es lo que dice el texto?
2) ¿Qué significa el texto?
3) ¿Cómo se aplica el texto el día de hoy?
- Ore usando lo leído y retenido de la Palabra. ¿Hay
ejemplos a seguir?, ¿Hay mandatos que obedecer?, ¿Hay errores que evitar?, ¿Hay
pecados que abandonar?, ¿Hay promesas que reclamar?, ¿Hay pensamientos nuevos
acerca de Dios?, ¿Hay principios de acuerdo a los cuales hay que vivir?
- Medite durante el día.
- Obedezca lo aprendido.
- Comparte con otros su devocional.