Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Josue 1:8).
Un día cuando Martín Lutero era estudiante, estaba en la
biblioteca de su universidad buscando algunos libros, cuando tropezó con un
extraño volumen que le llamó mucho la atención. Era un ejemplar de la Biblia en
Latín. Grande fue su asombro, porque siempre había creído que los fragmentos de
la Biblia que se leen en los cultos de la iglesia a la cual él pertenecía, eran
la Palabra de Dios completa. Su interés por este libro fue tan grande, que dijo
que deseaba por sobre todas las riquezas, una Biblia. Poco después entró en un
monasterio de frailes agustinos y el Vicario General le regaló una Biblia que
estudió con gran cuidado. Este estudio le facilitó el camino para su propia
iluminación espiritual y para el gran trabajo de reformación que él emprendió.
Esto demuestra el efecto que produce la lectura de la palabra de Dios en el
corazón de los hombres.
Memorizar las Escrituras es una de las disciplinas
cristianas mas ignoradas. Muchos cristianos creen que la memorización de las
Escrituras es simplemente muy difícil. Esto no es verdad. Todos pueden aprender
a memorizar la Escritura. Las siguientes sugerencias te pueden ayudar:
- Memoriza pequeñas porciones.
- Comienza con pequeñas porciones de la Escritura.
- No te preocupes; es una disciplina de toda la vida.
- Memoriza los versículos de tu interés. Memoriza los
versículos que te interesan o te pueden ayudar con tu crecimiento espiritual.
Si tienes un problema con la paciencia entonces memoriza versículos que hablen
sobre las virtudes y la bendición de la paciencia. Si quieres ser un mejor
testigo, entonces memoriza versículos sobre la salvación
- Memoriza sistemáticamente. Memoriza versículos que
traten con un tema específico. Cuando hayas dominado esos versículos, elije
otro tema y comienza de Nuevo.
- Memoriza en las oportunidades. Lleva tus versículos a
memorizar contigo en pequeñas tarjetas. Trabaja en la memorización de la Biblia
cuando estés manejando hacia el trabajo, estando conectado(a), limpiando la
casa, etc.
- Revisa periódicamente los versículos de la Escritura que
ya has memorizado, de modo que ellos siempre estén firmemente arraizados en tu
corazón y mente.
Soli Deo Gloria