“Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error; sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo” (Efesios 4:11-15) .
Podemos ver que este texto
nos habla de diferentes tipos de líderes que la iglesia tendría para su
construcción. Sin embargo, no nos establece los criterios para ejercer
estos diferentes tipos de liderazgo, como tampoco clarifica si todos serían
permanentes. Lo que hace es mencionar los líderes constituidos en un momento
dado por Cristo, para que la edificación de la Iglesia pudiera tener lugar.
Para obtener información acerca de los requisitos para llegar a ser cualquiera
de estos líderes, tendríamos que auxiliarnos de otros textos bíblicos.
En el caso particular de
los apóstoles, entendemos que el ministerio del apostolado ya cesó en
vista de que Efesios 2:20-21 dice lo siguiente: “Edificados sobre el fundamento de
los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, en quien
todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor”.
La piedra angular era la
primera piedra que se colocaba al comenzar a construir un edificio; a partir de
esa piedra se colocaba el resto de la zapata y luego el resto del edificio.
El texto que acabamos de
citar establece a Cristo como esa piedra angular o primera piedra, y a los
apóstoles y profetas como el fundamento o zapata sobre el cual se construiría
el resto de la edificación. Todo el que está familiarizado con la construcción
sabe que la zapata o fundamento de un edificio se echa una sola vez, y luego se
construye encima de lo ya echado. De ahí que Efesios 2:20 comience diciendo “edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas”. Estos dos textos de Efesios que hemos citado,
4:11-15 y 2:20-21, no están en contradicción, sino que nos hablan de un
edificio que es la iglesia, y de cómo sería construida esta iglesia.
¿Que nos enseña la palabra
de Dios sobre esto? La Biblia es clara y en resumen podemos decir que ni el
ministerio Apostólico, ni el ministerio Profético están vigentes desde que
concluyo la iglesia primitiva hasta hoy. Hay cuatro razones bíblicas que
me convencieron y espero que a usted también, que estos ministerios no están en
acción, quiero describirlas de la siguiente manera:
Primera razón es que en
Efesios 2:20-21 se nos enseña que nuestra edificación era sobre el fundamento
de los apóstoles y profetas.
En el caso particular de
los apóstoles, entendemos que el ministerio del apostolado ya cesó en
vista de que Efesios 2:20-21 dice lo siguiente: “Edificados sobre el fundamento de
los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, en quien
todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor”.
La piedra angular era la
primera piedra que se colocaba al comenzar a construir un edificio; a partir de
esa piedra se colocaba el resto de la zapata y luego el resto del edificio.
El texto que acabamos de
citar establece a Cristo como esa piedra angular o primera piedra, y a los
apóstoles y profetas como el fundamento o zapata sobre el cual se construiría
el resto de la edificación. Todo el que está familiarizado con la construcción
sabe que la zapata o fundamento de un edificio se echa una sola vez, y luego se
construye encima de lo ya echado. De ahí que Efesios 2:20 comience diciendo “edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas…”. Estos dos textos de Efesios que hemos citado,
4:11-15 y 2:20-21, no están en contradicción, sino que nos hablan de un
edificio que es la iglesia, y de cómo sería construida esta iglesia.
Esto es claro, la iglesia
debe crecer sobre el fundamento de los Apóstoles y Profetas, y este fundamento
sabemos que está apoyado o completamente descansado sobre la piedra del Angulo
que es nuestro señor Jesucristo. Por lo anterior este fundamento no se puede
volver a poner ni ampliar, él fue puesto en la iglesia primitiva para siempre.
Segunda Razón en 1 de
corintios 15:7 al 8 Pablo se proclama el último de los apóstoles de todos.
“Después apareció a
Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un
abortivo, me apareció a mí”.
Es claro que Pablo se
proclama Apóstol, pero al hacerlo toma una palabra que nos da luz sobre quién
sería el último Apóstol, la palabra es “el ultimo de todos” no está diciendo el
último de la iglesia primitiva, está concluyendo que era el último en la faz de
la tierra para siempre.
Tercera Razón todo apóstol
debe aprender directamente del Señor el evangelio, Pablo que fue el último lo
dice en Gálatas 1:11-12
“Más os hago saber,
hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo
recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que
perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo
aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso
de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó
desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en
mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con
carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino
que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, subí
a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días”.
Es claro que Pablo siendo
el último también fue enseñado de primera mano por parte del señor Jesucristo,
él estuvo en Arabia donde recibió toda la enseñanza no por parte de hombre sino
de parte del Señor. Si hubiera apóstoles en nuestros días estos tendrían que
pasar por la experiencia de aprender tres años el evangelio directamente del
señor.
Cuarta Razón es que Pablo
escribe a Timoteo y a Tito para darles instrucciones sobre los diáconos y los ancianos,
no se menciona en estas cartas pastorales que se debe establecer Apóstoles o
Profetas, la edificación de la iglesia debía ser fundamentada en Cristo como la
piedra angular, los Apóstoles y Profetas como la plataforma o fundamento, esto
indica que después de la iglesia primitiva la cristiandad tendría la palabra y
el espíritu santo como todos sabemos para llevar acabo la expansión del reino,
entonces en la parte organizativa debía haber dos personaje que la Biblia
describe muy claramente, los cuales son los Ancianos y los diáconos, los
primeros serían los líderes de las congregaciones y los segundo la ayuda de los
primeros, la función de los dos seria Pastorear, Enseñar y Evangelizar. Hoy
llamamos al anciano de una congregación como Pastor, tal vez por cultura o
porque es parte de sus funciones, pero como dije anteriormente Dios no
estableció para la iglesia de nuestros tiempos ni Apóstoles, Ni profetas.
Soli Deo Gloria