1. Disciplina o práctica milenaria, mística-espiritual hindú (1,800 a.C.). Sus posiciones y ejercicios son
inseparables de su cosmovisión; "no hay hinduismo sin yoga, y no hay yoga
sin hinduismo".
2. Fueron Christopher Isherwood y la Sociedad Teosófica
quienes trajeron a Occidente el budismo zen y el yoga del Oriente. No se conocían antes estas creencias ni en Estados
Unidos ni en Europa. Los gobiernos estadounidense y británico impulsaron sus
planteamientos. La Sociedad Teosófica fue dirigida por masonas y ocultistas
(Helena P. Blavatsky, Annie Besant, Alice Bailey).
Fuente: José Lesta y Miguel Pedrero, Claves Ocultas del
Poder Mundial, Ed. Edaf, Madrid, 2005.
3. En cualquiera de sus formas, la finalidad del yoga no es
únicamente la relajación, la correcta respiración ni el bienestar o control
físico, sino la "iluminación". Es una "vía de perfección" (de 8 pasos) a través
del control de los "elementos físicos y psíquicos" de la persona que
pretende el "nirvana" (extinción el sufrimiento) para alcanzar la
"iluminación" (apertura del "tercer ojo") y la "unión
con Dios". Los primeros 5 pasos (disciplina moral, purificación corporal y
espiritual, posturas gimnásticas-corporales, control respiratorio y desconexión
sensorial) dicen los yoguis hindúes, son la preparación para alcanzar los
grados más altos del "yoga regio" o "raja yoga".
Fuente: Manuel Guerra Gómez, Las sectas y su invasión del
mundo hispano: una guía, EUNSA, Navarra, 2003, p. 491 y 992.
4. La "Iluminación" se lograría despertando a
"Shiva" (dios hindú) en forma de serpiente ("kundalini"),que se dice mora al final de la espina dorsal, o bien, en
los genitales, con objeto de que ascienda desde ese punto por la columna
vertebral y vaya "activando" uno a uno los 6 o 7 "chakras"
(supuestos "centros de energía" ubicados a lo largo del cuerpo) y así
se una a su esposa "Parvati" (diosa "energía") que le
espera en la cabeza. El enlace Shiva-Parvati abriría el "tercer ojo"
a nivel psíquico y ¿físico? Esta es la meta del "yoga kundalini" y de
la "meditación dinámica".
Fuente: Fernando D. Saraví, Invasión desde Oriente: Los
peligros de las nuevas filosofías hinduistas, Clie, Barcelona, 1995, p.
185-186. Mitch Pacwa, Los católicos y la nueva era, Florida Center for Peace,
Miami, Florida, 1992, p. 256. La Biblia nos dice en Mateo 4, 10: “Está escrito:
Al Señor tu Dios adorarás, sólo a Él darás culto”.
5. Instructores y difusores de esta disciplina como Ana Paula Domínguez (Directora del Instituto Mexicano del Yoga) confirman que, en efecto, las diferentes posiciones de ese método encarnaban al dios "Shiva" a quien solían adorar mediante un símbolo fálico llamado "linga", y que "el objetivo era obtener la liberación al fundirse con aquella poderosa deidad".
Fuente: Milenio Diario, 12 julio 2002.
6. La apertura del "tercer ojo" ha sido motivo de interés de los yoguis, swamis y "maestros" orientales, como también de los ocultistas occidentales, pues afirman que con ello se tiene acceso al conocimiento de todo cuanto existe, de toda la realidad aún de la sobrenatural (por ejemplo, sobre el futuro). Por ello, personalidades como el fundador del satanismo, Aleister Crowley (“el satanista más depravado de todos los tiempos”) y Jon Klimo (el "médium" más famoso de la historia), practicaban y recomendaban ampliamente el yoga.
Fuente: Jaime Duarte Martínez, Nueva Era vs. Buena Nueva,
México, 2007, p. 64 y 329.
7. Asociaciones como la Masonería (excomulgada por la
Iglesia Católica) promueven dicha práctica oriental. En el ritual llamado "Paladión", el segundo
paso (de cinco en total) consiste en la "iluminación" o apertura del
"tercer ojo". Willian Shnoebelen (ex satanista y ex masón) quien
practicó el ritual, afirma que ese ojo ("el Ojo que todo lo ve")
"es el punto de contacto entre los humanos y la conciencia de
Lucifer" y se comienza a "pensar como él piensa y a ver con sus
ojos... No es una buena experiencia".
Fuente: William Shnoebelen, La Masonería más allá de la luz,
Chick Publications, California, 1997, p. 197.
8. Gopi Krishna, ex yogui de Cachemira quien introdujo la
teoría del "Kundalini" ("energía vital" y "serpiente"),
estuvo a punto de caer en locura completa en 1937, mientras meditaba sobre su "chakra"
superior (o "tercer ojo"). Dijo: "De aquí en adelante, durante
largo tiempo, tuve que vivir pendiente de un hilo, debatiéndome entre la vida y
la muerte, entre la salud y la enfermedad...". "He pasado por casi
todas las etapas de... tipos de mente: mediúmnica, psicótica y otros; durante
un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura".
Fuente: Abraham Dastferrez, Nueva Era, Ed. Clie, Barcelona,
2000, p. 235.
9. El Swami Prabhavananda advierte sobre los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración yoga: "A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar". Los ejercicios respiratorios tienen como finalidad, en la religión hindú, aspirar el prana = la esencia del éter, el Atman-Brâhman, lo divino, la “fuerza vital” (“la energía”). Asimismo, el yogui Shakta Kaur Khalsa afirma: "El mito de que el kundalini es peligroso sólo sería posible mediante una muy mala práctica... la técnica y preparación adecuadas son el aislante necesario para el flujo correcto de la energía kundalini".
Fuente: Michel Gleghorn, “El yoga y el cristianismo: ¿son
compatibles?, en:http://www.ministeriosprobe.org/docs/yoga-esp.html#text19; y
Shakta Kaur Khalsa, Kundalini Yoga, Ed. Alamah, 2001, p. 10.
10. Ana Paula Domínguez y Marco Antonio Karam (Director de Casa Tíbet México), reconocieron juntos en el programa radiofónico "¿Qué tal Fernanda?" en 2004, que el yoga puede presentar un riesgo para quienes lo practican, debido, en parte, a que en México existen numerosos institutos o escuelas no autorizados para enseñarlo.
11. El Pbro. Manuel Guerra, un importante investigador de
las sectas, afirma que es un riesgo "suprimir la conciencia", pues según el segundo principio del "sutra"
(discurso de Buda) "el yoga consiste en impedir que la
conciencia/pensamiento tome formas diversas", o sea, en la "cesación
de la actividad mental".
Fuente: Manuel Guerra Gómez, Las sectas y su invasión del
mundo hispano: una guía, EUNSA, Navarra, 2003, p. 992.
12. El Pbro. Alfonso Uribe Jaramillo considera: "El
yoga puede ser instrumento válido para el hindú que busca con sinceridad la
salvación y no ha conocido la verdad revelada por el Verbo de Dios. Pero para
el cristiano es un camino erizado de peligros y, a la larga, si no lo aparta de Jesucristo, lo
llevará a una gran confusión, pero no a la verdadera perfección cristiana".
Fuente: Alfonso Uribe Jaramillo, Ángeles y demonios, Lumen,
Argentina, 1995, p. 205.
13. El Cardenal Norberto Rivera Carrera señala: "El
yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la
espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un
simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del
hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al
cristianismo. La palabra "yoga" significa
"unión". Habría que preguntarnos: ¿unión con qué?".
Fuente: Norberto Rivera Carrera, 18 preguntas sobre la Nueva
Era, México, 1996, pregunta 16.
14. El Consejo Pontificio para la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano ubican al yoga como parte de las muchas prácticas de la New Age, al tiempo de cuestionarla como forma de "iluminación".
15. Existen ya testimonios de posesiones demoníacas,
parciales o totales, en personas que practicaron el yoga. Los mismos ocultistas y médiums ya mencionados, nos
confirman lo anterior, pues usaban su cuerpo con esta técnica para entrar en
contacto con los "muertos" (espíritus malignos).
Por lo tanto, el Yoga es una forma actual de idolatría,
esoterismo, neopaganismo, ocultismo, adivinación, comunicación
"mediúmnica" y posesión diabólica.
Yoga y cristianismo son esencialmente incompatibles.
No diga ahora… que no sabía.
Por Jaime Duarte Mtz.
Yoga y cristianismo son esencialmente incompatibles.
No diga ahora… que no sabía.
Por Jaime Duarte Mtz.