¿Por qué el Movimiento
Carismático está creciendo excesivamente en África?
Muchas explicaciones se
han dado para la explosión del movimiento carismático en África. Muchos la
han considerado como una visitación poderosa del Espíritu Santo. Aunque
probablemente hay más de una razón, quisiera añadir mi propia observación
por si sirve de algo. En esta publicación de mi Blog no me refiero a la
vieja forma de Pentecostalismo que alguna vez fue representada por las iglesias
Asambleas de Dios. Lo que tengo en mente es la forma extrema actual que está
creciendo como los hongos debajo de cada arbusto y árbol aquí en África. ¿Cómo
se puede explicar este fenómeno?
Creo que una de las
razones por las cuales el movimiento carismático se ha extendido en África como
un incendio forestal es porque no ha combatido la cosmovisión (visión del
mundo) Africana sino que la ha adoptada. Solamente ha sido bautizada con
versículos Bíblicos y palabras cristianas que antes tenían un significado
diferente.
La forma Africana de ver
el mundo
Permítanme explicar a lo
que me refiero. La cosmovisión Africana del mundo consiste de 4 estratos.
Dios
Ángeles y demonios
Espíritus ancestrales
Seres humanos
Esta es la razón por la
cual los Africanos no se cuestionan la existencia de Dios, contrario a muchas
personas en el mundo occidental, sino que Dios está ahí. Él es el Creador
y último Gobernador y Benefactor de todo el universo.
Pero en nuestra forma de
ver el mundo, aunque Dios está ahí, está muy lejos. Entre Él y nosotros los
humanos se interponen dos niveles en el mundo espiritual. Por un lado los
ángeles y demonios (es decir los ángeles malos) y por otro lado – los espíritus
de los que ya han partido – lo cual está más cerca de nosotros. Solamente
cuando se han superado estos dos niveles las bendiciones de Dios podrán
alcanzarnos.
Aquí es cuando entran en
juego los médicos brujos en las religiones tradicionales africanas. Ellos son
quienes tienen el misterioso poder para incursionar en esos dos estratos. Ellos
nos dicen lo que tenemos que hacer para aplacar los espíritus de nuestros
ancestros. Además son ellos quienes tratan con los demonios por medio de sus trances
nocturnos, danzas e incienso.
De esta manera, una
persona que siempre está enferma, no puede conseguir empleo, no ha logrado
casarse o tener hijos, o cuyo negocio está encontrando dificultades para
surgir, etc. Simplemente tiene que ir donde el médico brujo que es el único que
tiene la llave para entrar en el mundo espiritual. A tal persona se le
dirá que una persona muerta o algún espíritu malo es quien está frustrando su
vida.
Algunas veces el enemigo
es una persona viva. Sin embargo, la razón por la cual esa persona parece tener
un poder misterioso sobre tu vida es porque ha podido penetrar esos dos niveles
(ya sea espíritus ancestrales o espíritus malos) y tú no lo has hecho.
Con la ayuda de un médico brujo tú podrías vencerle en esos dos niveles y las
bendiciones de Dios podrán de nuevo fluir hacia tu vida.
Sea cual sea el caso, el
poder del médico-brujo no explica la verdad solo se trata de un frenesí
irracional. Su fuerte arraigo en la mente popular reside en su temible misterio
y en su capacidad para llevarte a un éxtasis y declararte liberado. Por
supuesto, esto nunca es realizado como un acto de benevolencia. Debes pagar por
sus servicios.
La
Rendición del Movimiento Carismático
Mi intención no es ser
grosero, pero lo que el moderno movimiento carismático ha hecho en África es
simplemente tomar toda esta superestructura errónea de las religiones africanas
con su [falsa] visión del mundo y las ha bautizado con algunos versículos
bíblicos mal aplicados y con un lenguaje cristiano. La única diferencia es que
los estratos de los ancestros muertos y los malos espíritus se han vuelto un
revoltijo muy confuso. Por esta razón es que algo que no tiene sentido como el
asunto de demonios que entran en los maridos y esposas para destruir los
matrimonios, se acepta sin cuestionamientos. Esta es la razón también por la
cual la herejía de las maldiciones generacionales se ha vuelto tan popular. En
nuestras mentes, la mala suerte se transmite desde el estrato de los ancestros
muertos.
En los círculos
carismáticos africanos, el “hombre de Dios” ha reemplazado al
médico-brujo. Es él quien ejerce el misterioso poder que le capacita para
entrar en esos estratos impenetrables, en los cuales nosotros por ser simples
mortales no podemos incursionar. Entonces, cuando las bendiciones no
fluyen hacia nosotros a pesar de nuestras oraciones, acudimos a su
oficina o a su iglesia por ayuda. Esto explica las multitudes en esos círculos.
La muchedumbre no está buscando a alguien que les explique cómo encontrar
perdón de Dios. ¡No! Ellos quieren que el “hombre de Dios” ore por ellos.
Esto también explica el
extraño significado que “hombres de Dios” tiene en las mentes de los devotos de
estos círculos. En el Evangelicalismo de una generación anterior, “hombres de
Dios” significaba más que todo predicadores de la palabra de Dios, pero en este
nuevo escenario se refiere a sacerdotes que pueden entrar en las cámaras
internas de los santuarios para traernos las bendiciones.
Esto también explica por
qué la respuesta a casi todo problema que usted traiga a estos “hombres de
Dios” sea la “liberación” [en nuestro contexto podría ser “atar y desatar” o
“decretar”]. Dios desea bendecirte, pero tienes que incursionar en esos
estratos impregnables antes de que esas bendiciones puedan alcanzarte. Las
oraciones del “hombre de Dios” traerán liberación en esa vigilia o en la
montaña en que él decida realizar su ritual. ¿Quién podrá negar que esas frases
se hayan vuelto las palabras clave de este movimiento?
Los “guerreros de oración”
gritan hasta la capacidad de sus voces y repiten el nombre de Jesús. Sudan
mientras luchan con estos espíritus, estirando cada músculo de sus cuerpos
hasta que logran vencer (eso piensan). Es entonces cuando logran llegar a Dios
y conseguir las bendiciones. Esto no es otra cosa que la religión tradicional
africana rociada con un poco de Cristianismo.
Hay que notar también que
la enseñanza no es uno de los fuertes en el moderno movimiento carismático en
África. Sus líderes se apoyan en unos pocos gastados y torturados [mal
interpretados] versículos. “Por sus llagas fuimos nosotros curados”, “No
somos la cola sino la cabeza”, etc. No hay ningún esfuerzo en absoluto por
hacer una apropiada exégesis de las Escrituras. Más bien, al repetir estas
frases y hacer que la gente caiga en trance, al estilo del médico-brujo, están
arrasando con la mente popular. A la gente le encanta y está dispuesta a pagar
por eso. Los “hombres de Dios” se vuelven cada vez más ricos mientras las
multitudes siguen llegando.
Esto
no es Cristianismo
Lo que me preocupa es que
esto debería ser tan obvio que pregunto cómo es que no lo vemos. O si lo vemos,
¿por qué no estamos advirtiendo a los Cristianos contra esto? Por amor a las
multitudes, hemos dejado que la religión tradicional africana entre en la
iglesia por la puerta trasera. Han desechado la verdad. Esta es la razón por la
cual no me emociono por la multiplicación de iglesias – o ministerios – que
toman esa bandera.
Necesitamos la sana
advertencia de que esto no es Cristianismo. Yo sé que esta metodología ha
llenado iglesias y clases hasta rebosar y que se tienen que hacer varios cultos
para acomodar a las multitudes. Pero eso no es Cristianismo. Eso no lleva al
Cielo. Eso es solo la misma religión que ha estado en suelo africano por
tiempos inmemoriales, pero que tiene ahora una delgada capa de pintura
cristiana, esa es la religión que precisamente el Cristianismo debería
erradicar. Hemos perdido la fe Cristiana teniendo la Biblia en nuestras manos y
usando algunas de sus palabras. Esto es realmente triste.
La religión de la Biblia
no enseña sobre un Dios que está muy lejos de nosotros a menos que algunos
poderosos hombres vengan y hagan que las bendiciones nos puedan alcanzar. ¡No!
La Biblia enseña sobre un Dios que está cerca de nosotros. La única barrera
entre Dios y nosotros es nuestro pecado, y Cristo ha tratado con eso por medio
de Su muerte en la Cruz.
Cuando oramos, estamos en
el recinto de la gracia divina, hablando directamente con Dios. No tenemos que
lidiar con demonios ni espíritus ancestrales antes de que podamos acercarnos a
Él. No necesitamos recitar frases ni saltar o dar vueltas como los
médicos-brujos hacen alrededor del fuego bajo la luz de la luna. Dios es
nuestro Padre celestial. Solo nuestro pecado puede hacer nuestras oraciones
ineficaces.
¡Escúchenme! Los ángeles y
los demonios existen, pero no son estratos espirituales impenetrables que nos
hagan necesitar de alguien con unción antes de que podamos tener acceso a las
bendiciones de Dios. Ellos son seres que ya sea cumplen las órdenes de Dios o
las del diablo. Pero ¡no están entre nosotros y Dios!
Finalmente, no necesitamos
“hombres de Dios” que nos impongan las manos cada Domingo (o Viernes por la
noche en las montañas) para que podamos conocer las bendiciones de Dios. Hay un
único Mediador entre Dios y nosotros – es Jesucristo hombre. Todos los demás
son impostores y tenemos que rechazarlos con la firmeza que se merecen.
Soli Deo Gloria