Y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca. Hebreos 10:25Hey escuchado a muchos decir esto: "Puedo adorar a Dios tan bien o mejor que si no fuera a la iglesia el domingo". La respuesta es no, no se puede. Puede sentirse como si lo hiciera, pero no lo hizo. La asistencia a la iglesia no es opcional y eso es incluso para el incrédulo. Dios ha ordenado que le demos un día en siete como un día de adoración y descanso. Y todos los que no son creyentes serán juzgados por la Ley de Dios. No asistir a la iglesia es un delito grave porque es un acto de adoración propia y un rechazo de Dios.
Aquí la pregunta es ¿Por qué no todos estamos en la Iglesia en el día de reposo? de aquellos que se llaman ser cristianos ya que un día profesaron su lealtad al SEÑOR. Soy testigo de esto por años en la fe y puedo decir que para algunos es un deleite estar en el culto en el día del SEÑOR y se preparan toda la semana, mientras a otros les cuesta y otros pasan por alto guardarlo. Quiero compartir estas verdades buscando despertarte para Dios y puedas ser reverente y tengas gratitud para con DIOS.
Es triste pensar que hay personas que por más que
tienen muchos años en la iglesia no llegan a comprender esta realidad ni
le hacen frente.
Creo que hay una necesidad de develar las excusas o razones
más comunes por las cuales un “cristiano” no va a congregarse un día domingo.
Quizás a usted se le ocurra alguna otra para aportar, son bienvenidos en los
comentarios. Espero que esto pueda hacer reflexionar a aquellos inconstantes y
quienes se engañan a sí mismos, como así también que sirva de ánimo para
aquellos que luchan por agradar a Dios con una asistencia fiel.
Como ven el título dice “excusas o razones”. ¿Por qué?
Porque creo que ahí está la trampa. Muchos transforman las excusas en razones
para calmar la conciencia. Es verdad que hay razones, pero la mayoría son
excusas: Veamos algunas:
1. Estoy muy cansado/a: Toda la semana trabajando o estudiando; algunas
trasnochadas; el bebé que no me dejó dormir; el lunes me tengo que levantar
temprano y no doy más… etc. El cansancio puede ser un gran problema, sobre todo
cuando sabemos que tendremos que estar por casi una hora escuchando un sermón y
el sueño nos jugará una mala pasada. ¡Qué verguenza si me ven cabeceando! Mejor
me quedo y descanso. Lo necesito… además es el día de reposo. Jaja. Para muchas
cosas es fácil hacer un esfuerzo en situaciones similares. Estas cansado pero
puedes ver televisión, puedes navegar por Internet o en las redes sociales,
quizás hablar por teléfono con algún amigo/a. El cuerpo siempre da para más y
eso lo comprobamos cuando hacemos esfuerzos inmensos por aquello que nos
apasiona a pesar del cansancio. Que revela esto: La falta de pasión por recibir
la enseñanza de la Palabra y la falta de pasión por edificar y servir a
nuestros hermanos.
El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Isaías 40:29
2.- Tengo una reunión con familiares: Generalmente la gente del mundo aprovecha los días
domingo para entretenimiento y vida social. Dios no está en sus prioridades y
si lo está eso sólo para cumplir en ciertas ocasiones pero pueden tomarse
licencia cuando lo deseen. El cristiano va a la iglesia por obediencia a la
Palabra de Dios. Ese día es separado para la adoración de Dios en la iglesia
local. Esto es una prioridad en su vida. No hay nada de malo en compartir con
familiares, de hecho debemos procurarlo para testificarles de nuestra fe, pero
tienes 6 días más en los cuales realizar eso sin sacrificar el tiempo que le
pertenece a Dios. ¿Cederás en la prioridad de congregarte para hacer esta
“buena obra”? Cuidado, no sea que caigamos en el engaño sutil de una
desobediencia para “dar testimonio”. ¿Cómo verán tus familiares que de veras
eres un adorador de Dios y tu compromiso con él es prioritario? ¿Cómo
demostrarás que tu amor por Dios es mayor que por ellos? Si quieres conciliar
las dos cosas… invítalos a la iglesia para que ellos reciban el mensaje de la
Palabra. Si ellos no quieren venir, tampoco querrán escucharte hablar de Dios
aunque faltes a la iglesia para ir con ellos. ¡No cedas! Permanece firme en las
prioridades.
El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; Mateo 10:37
3.- Voy de
paseo o vacaciones: No hay nada de malo en los
paseos o en las vacaciones, pero la pregunta es… ¿Tomamos vacaciones también de
nuestra vida cristiana? Yo escuché de un muchacho que no llevaba su Biblia
cuando iba de vacaciones. Él decía que se iba de vacaciones él y le daba
vacaciones a Cristo. Sin duda no entendía lo que era seguir a Cristo. Irse de
paseo no es excusa tampoco para dejar de ir a la iglesia. Una pregunta que
debemos hacernos: ¿Tengo que hacer este viaje un día domingo que es para Señor?
Sé de algunos hermanos que organizan sus vacaciones para estar de regreso el
viernes o sábado para ir descansados el domingo a la iglesia. Eso muestra
respeto en guardar el día de reposo para adorar al Señor y también muestra amor
por la iglesia local donde Dios los ha colocado. Si las vacaciones implican
viajar muy lejos y no hay posibilidad de volver a la iglesia local de su
membresía entonces deberían buscar una iglesia para congregarnos donde estén.
El mandamiento sigue vigente aún en las vacaciones:
“no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre…” Hebreos 10:25
4.- Tengo que estudiar o trabajar: El nombre «domingo» proviene del latíndies
Dominicus (‘día del Señor’), debido a la celebración cristiana
de la Resurrección de Jesús. Este día es el que los cristianos tomaron desde el
tiempo de la iglesia primitiva para separarlo para la adoración y el reposo y
diferenciarse así del sistema judaico basado en la ley mosaica que continuó
guardando el sábado. Se conserva el principio moral del día de reposo, pero se
festeja el día domingo por causa de la resurrección de Cristo quien ES nuestro
reposo. Es verdad que muchos no consideran vigente el cuarto mandamiento, sin
embargo si creen en la vigencia de los 9 restantes tienen un problema al querer
excluir este. Guardar el día de reposo tiene un carácter moral que aún hoy debe
ser observado al igual que lo hacemos los otros mandamientos tales como no
tener ídolos, no hurtar, no matar, no comer adulterio, etc. Los 10 mandamientos
no caducan ni pasan de moda, por lo menos para quien teme la Palabra de Dios.
Por esta razón, las tareas cotidianas como trabajos o estudio y algunas clases
de entretenimientos que nos devían el foco de nuestra adoración a Dios deberían
ser excluidas en este día. Nadie guarda este mandamientos como se debe, pero el
verdadero cristiano se esforzará por hacerlo en el temor de Dios y conforme a
la luz que tiene.
Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Deuteronomio 5:12
5.- Hoy no tengo ganas: Este mundo está tan lejano de los principios y
valores de la Escritura que hemos sido ampliamente influenciados a pensar y
sentir muchas cosas como los incrédulos. El humanismo ha hecho del hombre el
centro del universo y así lo ha transformado en señor de su propia vida
haciendo lo que quiere. El cristiano ha sido salvado de esa cosmovisión
antropocéntrica para vivir para Dios en todo lo que hace. Uno lucha con sus
emociones y sentimientos frecuentemente, pero no por eso desistiremos de formar
disciplinas. Quizás alguien se levanta y no tiene ganas de bañarse, entonces no
se baña, otro no tenga ganas de cepillarse los dientes, de ir al colegio, a
trabajar, de lavar la ropa o preparase desayuno, etc. Sin embargo, aunque puede
que no tenga ganas de hacer muchas cosas sabe que debe hacerlas… hay un sopesar
imaginario que nos pone en aprietos al suponer las consecuencias. ¿Pasa eso con
tu vida espiritual? ¿Qué pasa si pones en la balanza de un lado: ir a la
iglesia, recibir la enseñanza de la Palabra, compartir con tus hermanos,
servirles, ser edificado y del otro lado: no tengo ganas? ¿No es esto acaso
pereza que debo confesar como pecado? ¿No me estoy idolatrando al hacer lo que
complace mi carne?
En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. Romanos 12:11
Y qué diremos de otras tantas “razones-excusas” para no ir a
la casa de Dios: – “No tengo como viajar”, quizás nos sorprenda saber
como viajan algunas personas que viven en la selva o en la puna, en canoas o en
mula, durante varias horas, para llegar a recibir la Palabra. – ¿Y qué de los
que por entretenimiento dejan de lado el culto a Dios? Una salida al parque, un
partido de fútbol, un evento esperado, etc. nos humillaría ver como muchos que
son perseguidos por su fe en algunos países se esfuerzan por congregarse,
exponiéndose aún hasta la muerte por causa de fidelidad a Dios. ¿Será necesario
una persecusión para comprender el valor de reunirse en el nombre de Cristo?
Conclusión: Creo que estas reflexiones pueden
ayudar, pero aún todas ellas carecen de valor si quien las lee y lucha con la
fidelidad al congregarse no reflexiona sobre el tema principal del asunto: El
evangelio. Congregarse tiene que ver con el evangelio. Cristo vino a salvar a
su pueblo, y pagó el precio del rescate con su propia sangre. Muriendo y
resucitando para nuestra justificación. El Señor nos ha llamado y nos ha
separado para sí para que seamos un pueblo apartado, santo, unido, y que
congregados en su nombre le demos alabanza y adoración.
No faltes al culto de tu iglesia, porque tienes visitas. Invítalos cortésmente al culto religioso. No faltes a estas reuniones religiosas por tener el hábito de leer por la noche el periódico. La Biblia que se lee en el púlpito, alimenta mejor el alma del creyente, que la prensa profana. No faltes porque piensas que no te echarán de menos en la iglesia, Dios que ve todo, se fijará en tu ausencia. No faltes porque tus amigos no van a dichas reuniones. Tienes compromiso con Dios y no con los hombres. No faltes porque te crees insignificante y no ejerces influencia en tu iglesia. Tu presencia en el culto, habla muy alto de ti, por indicar que cumples tus deberes religiosos. No faltes porque te figuras saber más que el ministro de tu iglesia. Por mucho que sepas, eso no es motivo para no servir a Dios. No faltes por creer que tu iglesia es muy imperfecta. Ciertamente las congregaciones religiosas están compuestas por creyentes que tienen sus faltas. Tú también las tienes: y, tal vez, oyendo los sermones te corrijas un poco. No faltes a los cultos: pues asistiendo a ellos, cumples con Dios. Tienes seis días para tus ocupaciones; reserva el séptimo para tu Creador.
No faltes al culto de tu iglesia, porque tienes visitas. Invítalos cortésmente al culto religioso. No faltes a estas reuniones religiosas por tener el hábito de leer por la noche el periódico. La Biblia que se lee en el púlpito, alimenta mejor el alma del creyente, que la prensa profana. No faltes porque piensas que no te echarán de menos en la iglesia, Dios que ve todo, se fijará en tu ausencia. No faltes porque tus amigos no van a dichas reuniones. Tienes compromiso con Dios y no con los hombres. No faltes porque te crees insignificante y no ejerces influencia en tu iglesia. Tu presencia en el culto, habla muy alto de ti, por indicar que cumples tus deberes religiosos. No faltes porque te figuras saber más que el ministro de tu iglesia. Por mucho que sepas, eso no es motivo para no servir a Dios. No faltes por creer que tu iglesia es muy imperfecta. Ciertamente las congregaciones religiosas están compuestas por creyentes que tienen sus faltas. Tú también las tienes: y, tal vez, oyendo los sermones te corrijas un poco. No faltes a los cultos: pues asistiendo a ellos, cumples con Dios. Tienes seis días para tus ocupaciones; reserva el séptimo para tu Creador.
Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová, Tu verdad también en la congregación de los santos. Salmo 89:5
Soli Deo Gloria