¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por luz y laluz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! (Is. 5:20)
Hoy se habla mucho de la “agenda gay”
en cuanto a la difusión de los principios homosexuales en todos los ámbitos
sociales, culturales y políticos. También se conoce este movimiento con las
siglas: LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Con la
reciente aprobación del matrimonio homosexual de la nación más prominente del
mundo (Estados Unidos), esto ha tomado nueva fuerza.
La consecuencia de aprobar y ver la
unión homosexual como “matrimonio” tiene como desenlace el poder adoptar niños
(pues tienen el aval del estado).
DE VÍCTIMAS A VICTIMARIOS
La bandera inicial del movimiento LGBT
ha sido que eran discriminados por la sociedad; algo así como “ciudadanos de
segunda categoría”. Para su aceptación en la sociedad han llevado el terreno de
la “diversidad de género” a la misma altura que la discriminación por el color
de piel, etnia, edad etc. Ahora que han logrado su éxito en nuestro país y
otros, hay una presión en las aulas educativas para introducir estas enseñanzas
de la “nueva sexualidad” pasando por encima de la opinión de los padres. Los
hijos de parejas heterosexuales tienen, hasta el momento, la autonomía de
enseñar sexualidad a sus hijos, pero esto se ve permeado y afectado por los
materiales educativos de la nación que presenta otra alternativa a la familia
tradicional. Esta presión casi raya a la imposición (si es que ya no lo es). La
agenda LGBT apunta a cercenar la libertad de expresión cristiana por el solo
hecho de estar en desacuerdo con el modelo que plantea la Biblia del matrimonio
entre un hombre y una mujer (Marcos 10:6). E invade a la familia tradicional
por medio de los mecanismos educativos del estado, para que “se valore” su
modelo. Ahora cuando hablas del modelo matrimonial “entre un hombre y una
mujer” paradójicamente ellos dicen: ¡Discriminación!
DICRIMINANDO AL NIÑO
La lógica del estado que apoya el
“Matrimonio Homosexual” razona: “Los hemos reconocidos como un matrimonio con
todos su derechos, y tienen el derecho de adoptar niños entonces“. Pero… ¿Se
considera que el niño también tiene derechos?
- Un niño adoptado por homosexuales no conocerá
lo que es tener un padre y una madre, ni podrá percibir la diversidad
natural y carácter dados por Dios a la masculinidad y la femineidad. No
tendrá estos puntos de comparación, sino que en su lugar recibirá: dos
papás o dos mamás, que ni siquiera cumplirán el rol natural del carácter
de un hombre y una mujer.
- La educación sexual que recibirá será una que
no tenga que ver con la reproducción, pues las relaciones homosexuales son
antinaturales. Se tendrá que explicar (tarde o temprano) que las
relaciones “de amor” entre dos papás consta en introducir el miembro viril
en la zona excretor del otro (la cual no fue diseñada para eso), o que el
acto sexual entre dos mamás tendrán que recurrir a prácticas (para no
entrar en detalles), manuales o con ayuda de aparatos (esto podrá sonar
muy crudo, pero es la forma en que se enseñará en las próximas décadas
como “algo normal”). Es decir, al no poder explicar el sexo de la forma
anatómica y natural en que Dios lo dio, los homosexuales tendrán que
recurrir a explicar lo antinatural fisiológicamente (y racionalmente).
- El niño no conocerá lo que es el amor natural
dado por Dios en su plan creador al hombre y la mujer. Una niña no podrá
conocer el cariño y seguridad que da un padre, un niño se verá confundido
al ser consolado por dos madres, ambos no solo tendrán no sólo un aspecto
parcializado del sexo opuesto, sino distorsionado.
- El niño o la niña al observarse a sí mismo se preguntarán cuál es su identidad sexual en su momento. Sus padres homosexuales condicionarán de alguna manera esto por la educación vivencial que les dan a los niños que adoptan.
EL PUNTO DE VISTA BÍBLICO DE LA FAMILIA
Podemos citar sólo algunos pasajes para
demostrar que el modelo bíblico es heterosexual.
- Un principio creacional: Génesis 1:27
“Varón y hembra los creó”.
- Reafirmado en los 10 mandamientos (Éxodo
20:12) “Honra a tu padre y a tu madre“.
- La instrucción se espera de un padre y una
madre (Proverbios 6:20) “El mandamiento de un padre y la enseñanza de una
madre”.
- El principio creacional fue reafirmado por el
Señor Jesús (Mateo 19:4-6) “El hombre… se unirá a su mujer”.
- El matrimonio bajo estos parámetros es llamado “honroso” delante de Dios (Hebreos 13:4).
¿QUÉ ES LA DISCRIMINACIÓN?
Los cristianos debemos amar a los
homosexuales como a cualquier pecador de este mundo. El evangelio es también
para ellos, pues necesitan el mismo salvador que los heterosexuales; sin Cristo
todos estamos perdidos. Los cristianos no negaremos ayuda (Romanos 12:20) a los
homosexuales como a cualquier ser humano. Pero a la luz de la Biblia tenemos
que decir que:
- La homosexualidad es pecado (1 Corintios 6:9) dentro de una lista
de otros pecados.
- El matrimonio enseñado en las Escrituras es entre un hombre y una
mujer.
- El mensaje de salvación es tanto para heterosexuales como homosexuales, a ambos se les predica el arrepentimiento de sus pecados y de poner su fe en Cristo.
El mundo se está haciendo una idea de
discriminación intolerante. Ha desvirtuado la familia tradicional, quiere
imponer en el sistema educativo una sexualidad por encima de la autoridad de
sus padres, y toda voz bíblica que se diga algo en contra es tildada de
discriminatoria.
El movimiento LGBT ataca la familia
tradicional, coarta la educación del niño, y censura la expresión religiosa. Se
victimiza bajo la bandera de la “discriminación”, pero ataca con vehemencia
toda opinión en contra. A los pequeños niños adoptados por las parejas
homosexuales no se les da la opción de la naturaleza de un papá y una mamá ¿No
es acaso esto un verdadera discriminación?.
Entonces, ¿cuál es la respuesta de Dios a la agenda
homosexual?
Al interactuar con homosexuales y sus
partidarios, debe afirmar la desaprobación de la Biblia. Usted no está tratando
de traer castigo sobre los homosexuales, está tratando de traer convicción para
que puedan apartarse de ese pecado y aceptar la única esperanza de salvación
para todos nosotros pecadores -y eso es por fe en el Señor Jesucristo. Los
homosexuales necesitan salvación. No necesitan curación -la homosexualidad no
es una enfermedad. No necesitan terapia la homosexualidad no es una
enfermedad psicológica. Los homosexuales necesitan el perdón, porque la
homosexualidad es un pecado.
¿Cuál debería ser su respuesta a la agenda
homosexual?
Que sea una respuesta bíblica -
confróntela con la verdad de la Escritura que condena la homosexualidad y
promete castigo eterno para todos los que lo practican. ¿Cuál debe ser su
respuesta a un homosexual? Que sea una respuesta evangélica – confróntelo con
la verdad de la Escritura que lo condena como pecador; y diríjalo a la
esperanza de la salvación a través del arrepentimiento y la fe en Jesucristo.
Manténgase fiel al Señor cuando responde a la homosexualidad, honrando Su
palabra; y deje los resultados a Él.
El plan de Dios para muchos homosexuales es que alcancen la salvación. En los tiempos de Pablo, había personas que habían sido homosexuales en la iglesia de Corinto; así como hoy en mi iglesia y en iglesias fieles de todo el país, hay muchos que fueron homosexuales. Con corazones regenerados, se sientan en iglesias bíblicas en todo el país alabando a su Salvador, junto con antiguos fornicarios, idólatras, adúlteros, ladrones, codiciosos, borrachos, calumniadores y estafadores. Recuerde, esto también eran algunos de ustedes.
Recurso Adicional PDFEl plan de Dios para muchos homosexuales es que alcancen la salvación. En los tiempos de Pablo, había personas que habían sido homosexuales en la iglesia de Corinto; así como hoy en mi iglesia y en iglesias fieles de todo el país, hay muchos que fueron homosexuales. Con corazones regenerados, se sientan en iglesias bíblicas en todo el país alabando a su Salvador, junto con antiguos fornicarios, idólatras, adúlteros, ladrones, codiciosos, borrachos, calumniadores y estafadores. Recuerde, esto también eran algunos de ustedes.
Soli
Deo Gloria