“Sin embargo, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley; puesto que por las obras de la ley nadie será justificado.” Gálatas 2:16
El apóstol claramente
enseña que la salvación no es por obras, sino solo por fe en el Señor
Jesucristo. Sin embargo, sabemos que esta enseñanza puso a Pablo en problemas
con las personas religiosas de su tiempo. En Romanos 3: 8 dice la Escritura: “¿Y por qué
no decir (como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos):
Hagamos el mal para que venga el bien?”
Y Romanos 6: 1, el apóstol se ve obligado
a hacer la pregunta: “¿Qué diremos, entonces?
¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?”
Pablo fue acusado de ser
un antinomista y creo que cualquiera que esté predicando el verdadero evangelio
de Jesucristo debería ser acusado en algún momento de lo mismo. Sin embargo,
del otro lado del espectro, cuando enseñamos que la salvación debe ir
acompañada de la obediencia (Santiago 2:
17-20) en la santificación o que el creyente profeso no debe tener la
seguridad de la salvación, se nos acusa de ser legalistas.
Es interesante porque aquellos que son antinomianos constantemente acusarán a otros de ser legalistas y viceversa. Cuando digo legalista en este contexto estoy hablando de aquellos que agregan obras a la fe para justificación y cuando digo antinomianos en este contexto me refiero a aquellos que dicen "No importa cómo vivas, siempre y cuando tú "recibas a Jesús" estarás bien. Si comprendemos la raíz de ambos errores condenatorios, podemos tratarlos de manera más efectiva y las raíces son las mismas.
El antinomianismo y el
legalismo surgen de un malentendido fundamental de la naturaleza de Dios y un
malentendido fundamental de la naturaleza del Hombre. Ambos fallan en el
sentido de que ambos rebajan el proceso de salvación, lo que muestra una
incomprensión de Dios. Dios no baja el estándar de la perfección y cualquiera
que no sea perfecto no entrará y nuestra perfección está en Cristo.
Y hemos visto brevemente
ambos que cometen un error al comprender la condición del hombre, lo que
necesitan comprender es regeneración o el nuevo nacimiento, y realmente ambos
antinomianos y legalistas están agregando obras. El hombre está muerto y
necesita de un milagro que se devuelva a la vida y esa es la respuesta de Pablo
a ambos lados del error en Gal.2: 20 “Con Cristo he
sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida
que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y
se entregó a sí mismo por mí.”
Soli Deo Gloria